Ion Iraizoz revoluciona el metateatro con la autoficción en Beautiful Stranger, obra de teatro creada por él mismo. Además, también ha ejercido de protagonista y co-director y co-guionista de la misma, junto a Gloria March y Juan Paños, en la dirección y dramaturgia. Una propuesta que llama la atención por el uso de una puesta en escena transformadora, unida a un texto que reflexiona sobre la identidad personal y el propio concepto de existencia. Sin duda, una de las piezas teatrales que no ha dejado indiferente a todos aquellos que la han podido disfrutar. Se puede disfrutar hasta el 25 de marzo en Nave 73, miércoles y jueves a las 19:30 horas.
Título: Beautiful Stranger Título original: Beautiful Stranger
Reparto: Ion Iraizoz
Duración: 90 min. apróx. Dirección: Gloria March, Ion Iraizoz y Juan Paños Dramaturgia: Gloria March, Ion Iraizoz y Juan Paños Texto e idea: Ion Iraizoz
Espacio sonoro: José Pablo Polo
Espacio escénico: Caja Negra Tam
Vídeo creación: Ainara Pardal Mirada externa: Iñigo Rodríguez-Claro Prensa y comunicación:Lemon Press Producción: La Caja Flotante Distribución: Zeena Producciones
Tráiler de 'Beautiful Stranger'
Sinopsis de 'Beautiful Stranger'
El 21 de mayo de 2019, Ion Iraizoz celebró su cuarenta cumpleaños haciendo una fiesta/performance a la que llamó ‘El último martes antes de cumplir 40’. En esa fiesta su padre leyó un relato que su madre había escrito durante el embarazo y que había estado oculto durante cuarenta años. A partir de este hecho real, el actor tratará de reconstruir lo que sucedió en esa fiesta a través de sus propios recuerdos.
Beautiful Stranger es una comedia existencial que sitúa al espectador en mitad de un cruce de caminos entre la realidad y la ficción, y que reflexiona sobre las múltiples identidades que habitan en una sola persona. (NAVE 73).
La originalidad de la personalidad
Cada vez es más complicado destacar entre las producciones artísticas, donde, en ocasiones, da la sensación de estar todo creado. Sin embargo, siguen habiendo propuestas que sorprenden por una ejecución original y fresca. Una de ellas es Beautiful Stranger, a manos de Gloria March, Ion Iraizoz y Juan Paños. Con una fiesta de cumpleaños teatral, se introduce en un universo alocado, donde se hace un repaso histórico-social de su vida. O tal vez la vida de los espectadores. La mezcla de conceptos reflexivos, aderezados con aquellos más distendidos, obtienen una brillantez narrativa increíble. Asimismo, se aplaude la inteligencia de no abusar de ninguno de los atributos que se utilizan en la obra en exceso. Así logra conectar con el público, que observa curioso todo ese conglomerado experimental, que deja excelentes sensaciones, desembocando en un buen sabor de boca absoluto.
La estructura que utiliza sigue una linealidad fuera de lo habitual, donde se traslada el tiempo a distintos puntos. Por lo cual, el guion busca ese remolino, pero sin perder detalle. De esta forma, evita que el espectador pueda verse confundido y siga con facilidad lo que se está contando. Sin desvelar nada acerca de la pieza teatral, la sorpresa es el propio concepto de lo que significa el “yo” y la dispersión en ella. Dicho de otra forma, el concepto se lleva al extremo, exprimiéndolo al máximo, dándole la oportunidad de mostrar su talento. Y así lo hace. Ese torrente de dinamismo puro, se encumbra con grandes momentos en la pieza. No obstante, tampoco descuida aquellas partes más personales e íntimas. Por lo que, se expone una concentración de estilos, que explotan en un concepto poético de la propia existencia.
La dicotomía del ser
El principal alma de Beautiful Stranger es Ion Iraizoz, el cual se convierte en la pieza imprescindible de la obra. Durante el principio de la pieza teatral se va fraguando su personalidad, más pausada y preparando el torrente que esta por venir. Pronto se puede disfrutar de toda esa vitalidad que saca sobre la escena. En ningún momento se encuentra en una energía más baja, sino, al contrario, la mantiene al alza y tiene un magnetismo muy especial. Además, funciona como un perfecto maestro de ceremonias, lo que indica su saber estar y profesionalidad ante las tablas. Su lenguaje no verbal es magnífico, con una expresividad brillante y con una personalidad propia. La empatía y la relación que establece con los asistentes es armónica, fluida y muy orgánica. De esta manera, brilla en su buen hacer.
Aun así, su interpretación no se limita a un solo perfil, sino que demuestra una versatilidad increíble. Gracias a ello, no necesita de más intérpretes sobre la escena, ya que él mismo la llena en todo momento. También se puede observar que maneja la comedia a la perfección, algo que encaja totalmente con las intenciones que tiene la obra en sí. Sus cambios constantes sobre lo que sucede en la historia hacen que el público caiga rendido a sus estrategias artísticas, combinando buen rollo, actitud y pura comedia. Para terminar, mencionar que su interacción con el público es limpia y se desarrolla con una viveza estupenda. Así, se siente dentro de la obra, siendo una experiencia teatral que no se queda en el sistema de espectador-testigo. Una muestra de las posibilidades que hay en la relación que se establece entre artista y asistentes.
La fiesta que pasó, ¿o no?
Lo que hace de Beautiful Stranger una obra todoterreno es la implicación de su despliegue técnico y artístico a lo largo de toda la obra. En primer lugar, la escenografía se presenta con un minimalismo que solo es un aperitivo de lo que está por venir. Así va completándose a través de la combinación de otros elementos. Uno de ellos es la utilización de audiovisuales sobre la escena, lo que propone una estructura más visual e híbrida entre ambas partes. La razón es que el planteamiento se apoya tanto en lo presencial como en el montaje digital, con uso de cámaras, imágenes y recursos digitales. Con lo cual, las posibilidades se expanden y son utilizadas de una forma brillante para obtener un magnífico resultado final de la obra. Toda esa montaña rusa artística llega a buen destino y triunfa por su ejecución sobre la escena.
Los recursos seleccionados tampoco pasan desapercibidos, donde se entremezclan puntos de bagaje compartido vital con los asistentes y aquellos más personales, que se convierten en un signo de introducción al espectador a este mundo interior. Aun así, también se ve visualmente la simbología de lo que significa el ser, los recuerdos, el hecho de existir. Por otra parte, aplaudir al equipo técnico que navega sin dificultad y que transmite la magia del montaje al no notarse en ningún momento lo que es real, del ahora, y lo que es estático, ya de por sí, de la obra. Es un reto complicado, que cumple con creces y deja obnubilado al espectador. Por último, el ritmo es distendido, siendo muy disfrutable en todo momento. Junto a ello, recalcar que la interacción con la que invita al público a participar es espléndida, sobre todo en tiempos de pandemia donde tan difícil es.
Conclusión
Beautiful Stranger es un torrente de energía fresca y original. Un texto reflexivo, socarrón, con personalidad, que demuestra el talento de Gloria March, Ion Iraizoz y Juan Paños en la dramaturgia. Asimismo, Iraizoz está magnífico como intérprete, brillando en todo momento. Así, consigue hacer disfrutar al máximo de su diversidad artística. Junto con ello, la puesta en escena es una combinación increíble, con uso de lo presencial y lo digital magnífico. Además, esos cambios de estilo y estructura se funden en una creación singular y magnífica. El resultado es extraordinario y deja encantados a los asistentes. La pregunta del ser llega en un maremoto de energía espléndido, que desemboca en un auténtico show, lleno de originalidad y talento.