Bird dirigido por Clint Eastwood es una película de 1988 que narra la corta pero intensa vida de Charlie Parker, un brillante saxofonista considerado uno de los mejores intérpretes en el saxofón alto y padre del bebop junto con Dizzy Gillespie.
¿Quién se atrevió a contar la historia del mítico Charlie Parker? Como no podía ser de otra manera Clint Eastwood enfrentó este reto y contra todo pronóstico, hizo una de sus mejores películas. Por encima de muchas otras películas que tiene este director como por ejemplo, Los puentes de Madison (1995), La fuga de Alcatraz (1979), Invictus (2009), Mula (2018), Sully (2016) o Poder Absoluto (1997).
Crítica de ‘Bird’
Ficha Técnica
Título: Bird
Título original: Bird
Reparto:
Forest Whitaker (Charlie Parker)
Diane Venora (Chan Parker)
Michael Zelniker (Red Rodney)
Samuel E. Wright (Dizzy)
Keith David (Buster Franklin)
Michael McGuire (Brewster)
Año: 1988
Duración: 161 min.
País: Estados Unidos
Director: Clint Eastwood
Guion: Joel Oliansky
Fotografía: Jack N. Green
Música: Charlie Parker, Lennie Niehaus
Género: Drama. Biopic. Jazz.
Distribuidor: Warner Bros
Tráiler de ‘Bird’
Sinopsis
La fama del saxofonista de jazz Charlie ’Bird’ Parker crece rápidamente a partir de su llegada a Nueva York en 1940. Pero Parker comienza a abusar del alcohol y las drogas, y su vida se convierte en un infierno. (FILMAFFINITY)
Premios
- Óscar: Mejor sonido
- Globos de Oro: Mejor Director. 3 nominaciones. 1988
- Festival de Cannes: Mejor actor (Forest Whitaker) y Premio Técnico. 1988
- Premios BAFTA: Nominada Mejor banda sonora y sonido. 1988
- Premios César: Nominada a Mejor película extranjera. 1988
- Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz sec. (Venora). 2 nominaciones. 1988
- Asociación de Críticos de Los Angeles: Nom. Mejor actriz (Venora) y banda sonora. 1988
Dónde se puede ver la película
Whitaker lo clava
Bird es una película altamente recomendable para los que les gusta el jazz, dado que la música es una pieza fundamental en el film, pero también se tratan otros temas de igual importancia. Whitaker lo clava. Se encuentra excelente en muchas ocasiones como cuando toca el saxo, cuando está exaltado por la música, el ambiente, el alcohol o las drogas o cuando dialoga con su mujer o compañeros de banda.
Sus silencios realzan la potencia actoral que obtiene Whitaker a lo largo de Bird, además de realizar reacciones dignas de la mejor representación del loco y sus locuras. Una auténtica interpretación del actor genuinamente conducida y dirigida por Clint Eastwood. No obstante, lamentablemente y a mi parecer, tendrían que pasar otros diez años, más o menos, para ver a Whitaker nuevamente en un personaje a la altura de su Charlie Parker.
En esta ocasión interpreta a Ghost Dog en Ghost Dog: el camino del samurái de Jim Jarmusch. En este film sí que realizó un personaje enigmático, poderoso en la gran pantalla y lleno de magia. Un Whitaker que desapareció con gran potencial, nos privó en esos años de sus actuaciones e interpretaciones por diversas razones en su vida personal y profesional.
La alocada vida de Charlie Parker
Charlie Parker fue mucho más que un músico brillante para su época, a principios del siglo XX. Su principal característica a la hora de tocar la pieza musical y por lo que esto será recordado fue que no bajaba de escala cuando estaba en plena acción. Parecía que en algún momento de la canción iba a bajar, pero se mantenía. De ahí viene su apodo, Bird. Él, como un pájaro en una rama que se mantenía siempre ahí, impasible, hacía sentir al público volar con su tipo de música.
El jazz, aunque no lo comprendo y nunca lo comprenderé en su totalidad, en Bird hace gala de una magia y belleza sin igual. Aun sin entenderlo puedo sentir lo que significa, lo que supone y lo que hace sentir. En esta ocasión, el jazz está muy presente en la representación de la vida de Charlie Parker, y Clint Eastwood no lo deja a un lado, sino que lo potencia y lo cuida como lo que fue el gran saxofonista: un genio alocado.
La vida del protagonista ha tenido muchos frentes abiertos y ha sido emocionante a la par que agónico, enfundada en una delicada tristeza, ver como evoluciona y qué etapas ha llegado a tener en su vida. Desde sus primeros temores y adiciones a sus mayores obstáculos. El mayor de todos es cuando parece que su vida se estabiliza para que ocurra la mayor desgracia de su vida y es esto mismo lo que hace que esto acabe con la suya misma. A veces los genios tienen demonios imposibles de superar y Charlie Parker no pudo hacer frente a ello porque ya venía arrastrando otras muchas cosas.
Sin lo técnico no hay historia
La clave de esta historia está en su ambientación y en todo lo referente a lo puramente estético y técnico. Cada una de las transiciones a las que Clint Eastwood nos tiene tan acostumbrados son sencillamente perfectas. La iluminación en pos de una buena ambientación creando un clima y atmósfera propicios para dar rienda suelta a la alocada vida de Charlie Parker son algunos de los elementos mas importantes para que esta historia se haya podido contar.
Claramente en pantalla Clint Eastwood contagia esa forma de atrapar este tipo de historias tan característico que tiene. Es muy robusto, ordenado, carismático y bien articulado. Su cine es limpio, hermético y sin fugas, sereno e impactante. Muchos adjetivos que califican el cine de Eastwood porque no hay una sola etiqueta, sino un conjunto de elementos que determinan el resultado de muchas de sus películas y, en este caso, la de Bird, también.
Buenos actores, buena historia, buena atmósfera, buen vestuario, buenas localizaciones, buenas escenografías, etc. Todo es bueno en esta película y es por eso que se alza como una de las mejores historias jamás contadas por Clint Eastwood estando a la altura de Mystic River (2003), El bueno, el feo y el malo (1966), Gran Torino (2008) o Cartas desde Iwo Jima (2006).
Conclusiones
Bird es una representación de la historia de Charlie Parker muy acertada. Sin ninguna duda, Whitaker está en su mejor momento y todo en su conjunto va hacia una dirección perfecta. Se aparta totalmente de lo que es el típico biopic y adentra al público a todo lo relacionado con el mundo del jazz.
Eastwood no pretende reproducir con exactitud la vida de Parker sino a través de ella hablar de un sentimiento dado que el director y su cine, amante de lo clásico, está lleno de sutilezas.
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