Blanca Oteyza nació el 14 de mayo de 1965 en Madrid, conocida actriz y directora de teatro, ha protagonizado grandes éxitos como la obra "Hoy: El diario de Adán y Eva", que protagonizó junto al actor argentino Miguel Ángel Solá. Esta obra fue co-escrita por ella, además de ejercer de productora. Gracias a este trabajo gano varios premios, destacando el Alberto de Vacarezza o el premio otorgado por la Asociación de Críticos del Espectáculo de Argentina. Debutó en el mundo de la dirección en 2013 con "Ensayo abierto". En 2016 dirige en el teatro Fernán Gómez "Addio del Passato", de Julio Bravo. Dos años más tardes, estrena "Tiza" de Susana Prieto. Como actriz ha protagonizado títulos como "Gatas" o "Se vende". En 2017 crea La Joven Compañía Oteyza. También ha realizado trabajos en cine y televisión como "Tiovivo c. 1950" o recientemente, "La que se avecina".
En Cinemagavia hemos tenido la oportunidad de entrevistarla con motivo del montaje de Cuidados intensivos, el cual protagoniza y dirige, en los Teatros Luchana. La actriz nos habla cómo nació este proyecto, qué mensaje quiere transmitir con él y cómo ha evolucionado la figura de la mujer en el mundo teatral. También hablan de forma directa sobre la concepción de la edad en la interpretación y los cambios sociales que se han producido en la industria. Por último, nos confiesa qué tiene que tener una obra para trabajar en él, si se considera una persona más de comedia o de drama y sus próximos proyectos profesionales.
Entrevista a Blanca Oteyza
Resumen
- 1 Entrevista a Blanca Oteyza
- 1.1 La madurez en el teatro
- 1.2 La labor de ser actriz
- 1.3 Reivindicación ¿femenina?
- 1.4 La perspectiva de Blanca Oteyza
- 1.5 La desigualdad entre personajes femeninos y masculinos
- 1.6 ¿Sin género ni personalidad fija?
- 1.7 Los 20 años de Blanca Oteyza
- 1.8 La piel de gallina
- 1.9 Blanca Oteyza, directora y productora
- 1.10 El cambio social
- 1.11 El drama de Blanca Oteyza
- 1.12 El futuro artístico
Diego Da Costa/Cinemagavia: ¿Qué fue lo que más te atrajo de Cuidados intensivos?
Blanca Oteyza: Yo quiero decir algo, aunque no me lo hayas preguntado, sobre todo con el tema del teatro. Es verdad lo del tema de las edades, que han dicho en otras entrevistas mis compañeras Paloma y Angeles. Justamente, por eso, una de las cosas que el público jamás ha preguntado en esta función, es cómo tres actrices de nuestra edad, les podemos hacer recorrer desde los 18 años nuestros hasta los 50.
Hay un prejuicio. Absolutamente, yo creo que en España, sobre todo, tienden a encasillarte, sobre todo a las mujeres y en los físicos. Parece que tú vas a un casting, perdón que abra esta parte, pero es que a mí me gusta contestar estas cosas.
La madurez en el teatro
D.D./CG: ¿Cómo se llega a determinada edad a la industria? ¿Es más fácil trabajar en teatro?
B.O.: Se llega muy bien, porque hay proyectos propios, que te quiero decir... A mi, tal vez me estoy adelantando... Yo no soy una mujer, ni una actriz, que le haya gustado depender nunca de nadie, ni de nada y sinceramente, yo mi edad no la estoy viviendo como un lastre de nada. Sí que hay muchas cosas, que como te comentaba antes, este encasillamiento que, de repente, tú vas a un casting o que te presentan un director de un proyecto. El caso es que te dicen: “Es que queremos que tal personaje fuera moreno” y tú a lo mejor eres rubio y dices: “Te teñirás el pelo, ¿no?”. O te dicen: “Tú siempre has hecho comedia, haznos el mismo personaje que tú siempre...”. Entonces, estas cosas escuchándolas...
Yo creo que en esta obra y lo reivindico como actriz - no solamente de una edad - es el atreverse a tener un poco de flexibilidad, confiar en el talento de uno y te lo digo como directora. A mí en ningún momento me preocupó que mis actrices - digo mis actrices porque son mías (Risas) - de este proyecto, la edad y el físico, no, porque son pedazo de actrices. Tú sentado como público te llevan a cuando tenían 20 años, sin una peluca, sin absolutamente nada, ¿entiendes? Solamente con la composición actoral.
La labor de ser actriz
D.D./CG: Y nadie pone en duda que os convirtáis en chicas de 20 años en escena...
B.O.: Somos actores por eso, para componer personajes. Perdón, no tiene nada que ver, pero sí, porque este recorrido, si nos preguntas como actrices, tampoco nos costó. Si tenemos que estar pendientes. El entusiasmo, la energía, lo que tú mismo decías... Esta cosa corporal, los gestos. Y poco a poco, las tres, aparte, ejercicios que hemos hecho y tal... Pero poco a poco las tres, ¿entiendes? Te vas colocando, ¿no? Y el público hasta ahora en ningún momento, nadie nos ha dicho: “Ay, es que cuando hacéis de vuestros personajes cuando tenéis 20 años...”. A mí no me han dicho nada en ningún momento. Y es que eso es el trabajo, es que somos actrices. No somos actrices de 50, somos actrices.
Reivindicación ¿femenina?
D.D./CG: En televisión y en cine, las actrices a cierta edad suelen aparecer menos en pantalla…
B.O.: Eso es más jorobado, cuando tienes una cámara. Quiero decir, lógicamente, por estas caras y estos cuerpos maravillosos pasa la historia y pasan las experiencias.
D.D./CG: ¿Esta obra es un homenaje liberador de la mujer? ¿De la independencia? ¿Un feminismo de todas las generaciones?
B.O.: No es una función que reivindique nada específicamente de la mujer. No quiero hacer mucho hincapié en eso. Yo parto de la base que realmente no hay que aclarar el ser feminista o no. ¿Cómo no se va a ser feminista? ¿Es que quién hoy por hoy puede poner en duda que los hombres y las mujeres no tenemos los mismos derechos? Yo creo que es un tema, ese concepto para mí, está superado. Yo ya no me siento en la mesa con una persona que pueda pensar que una mujer y un hombre son diferentes. Perdona, diferentes lo somos, a mí me parece que somos complementarios. ¿Pero qué no tengamos los mismos derechos? Es que no tengo nada que hablar. Realmente, no es lo que busca, para mí. No es lo que busca la función en ningún momento.
La perspectiva de Blanca Oteyza
D.D./CG: ¿De qué habla entonces Cuidados intensivos?
B.O.: La función habla de valores humanos, habla de los afectos, habla de a quién tienes al lado en lo bueno y en lo malo. Yo te diría más allá, que, incluso, sean tres mujeres, tres hermanas, es una anécdota, ¿entiendes? No creo que sea lo fundamental de esta función, que seamos mujeres; y que seamos mujeres de nuestra edad. No sé, son temas que para mí están muy...
La función para mí va más allá de la condición femenina. Y también hay un replanteamiento, cada vez que lo hago, lo tengo más claro y el que sean hermanas... Hay muchos afectos en la vida que son elegidos, hay hermanos y hermanas que son elegidos y que no tienen, a lo mejor, un lazo de sangre. Yo creo que realmente una de las cosas fundamentales que toca la función, para mí, son los afectos verdaderos. A mi el troncal interesante es la madre. A mí me parece la protagonista.
La desigualdad entre personajes femeninos y masculinos
D.D./CG: Pero aún así la cantidad de películas protagonizadas por mujeres es menor...
B.O.: Te voy a decir una cosa que me he quedado antes con ganas de decirte, perdóname. No estoy de acuerdo con que los papeles de la mujer sean así porque los escriban hombres de 30 o 40 años. Hay una cosa que creo que es mucho más profunda. El 80%, 90% de las películas están basadas en relaciones amorosas, es lo que al público le gusta ver. Todavía, hoy por hoy, tanto mujeres como hombres, no están igual de bien vistos: Un señor que puede estar enamorado o enrollado en una relación con una chica de 25 años, pero una mujer con un chico de 25 años, no es lo mismo. Como se dice: “Es que a las mujeres de vuestra edad, siempre os encasillan en ser madres” y sí, claro que sí.
No es que siempre se encasilla... Coño, yo tengo la edad y tengo la experiencia. Si tú, por ejemplo, los guiones los basas en eso... Y además, como dicen, en los Oscar siempre vas a tener al hombre que es mayor, por ponerlo de alguna manera y a la mujer que puede ser 30 años menor y nadie dice nada y te tragas esa relación. Sin embargo, hay mujeres como Madonna, que todavía siguen siendo noticia que les gusten los chicos jóvenes. O Demi Moore. Que se enamoren, que les gusten, que se los tiren... Perdón. Hasta que eso no cambie, tanto en hombres como en mujeres, vamos a seguir en que los guionistas sigan escribiendo historias de amor en el que guapo sigue teniendo 30 años más que la chica maravillosa, que tiene 28 o 25. Esa es mi opinión, claro.
¿Sin género ni personalidad fija?
D.D./CG: De alguna manera, con papeles distintos sí que abrís una puerta en la que el género y la edad no es significativo. Esta obra reivindica que no haya un género estipulado...
B.O.: Seguramente sería otra obra si fuera con hombres, porque hablarían de otros temas o de otra cosa, o serían distintos. No sé, a mí las diferencias, es que perdona, no me dan ningún miedo. Sean en el campo que sean, no me dan miedo.
D.D./CG: La personalidad de las tres es muy distinta, no hay nada fijo... ¿Hay ese factor humano, de cambio, que nada es inamovible?
B.O.: Yo según la voy recorriendo, a mí me gusta mucho, porque son personajes como la vida misma. Yo creo que la función también tiene que ver con la tolerancia. Son tres personajes que en ningún momento se juzgan y van haciendo diferentes elecciones de vida, van creciendo, se van volviendo más tolerantes. Al principio empiezan con: “¡Hala! ¡Cómo vas a querer tener un hijo soltera!” o “¡Hala! ¿Y a ti quién te ha educado?”, ¿sabes?
Con esa cosa estructurada, pero luego, la vida va pasando y como dice Mar en su monólogo, se da cuenta que lo único que ha permanecido son ellas, en lo bueno y en lo malo. Pero no solamente con esta cuestión de compañía, sino: “Venga, a nuestra hermana le pasa esto, ahí estamos” y no se juzgan nada, en ninguna etapa de su vida. Y a mí me gusta cuando se habla de tolerancia, de ser sanadora...
Los 20 años de Blanca Oteyza
D.D./CG: Es una oda al paso del tiempo...
B.O.: En un momento, me hicieron una entrevista y el título fue: “No volvería a los 20” y fue como: “Wow”. Yo no volvería a los 20, yo era muy tonta a los 20, pero ahora yo soy mucho más tolerante. Escucho de otra manera, soy de otra manera, me encuentro mucho más unida. Tengo hijas y cuando se habla de esto, entiendes, con las demás, siento lo que sienten, cuando te pasan cosas que te duelen, cuando has tenido desamores... Todo y me gusta. Me parece sanadora por eso, porque es como dices: “¡Qué bonito es!”.
Un canto a la tolerancia y al cariño, al amor. Y también me preguntaron el otro día: “¿Y no te da miedo que te llamen moña?” Y yo a estas alturas de mi vida... Voy a tener miedo a que me llamen moña... ¿Entiendes? ¿Por qué me guste la emoción y me guste que la gente se emocione y a la vez se ría? Es uno de los objetivos principales, porque yo realmente, en ese sentido, me gusta mucho esta mezcla de emociones y de comedia. Yo no tengo ningún miedo a poner arriba del escenario las emociones. A mí me gusta mucho emocionar al público.
La piel de gallina
D.D./CG: ¿Alguna vez te has emocionado tanto en escena que te ha costado seguir la obra?
B.O.: En esta obra no, todavía no. Sí que me ha pasado llorar de risa con mis compañeras y no poder parar. Eso sí ha pasado, que te habla bastante esto que te acabo de decir. Realmente, de tener miedo de no poder seguir la función de estar llorando de risa, sí que me ha pasado. Encima, lo bonito es que arriba del escenario somos tres hermanas y eso no lo veo, lo siento desde dentro.
Somos tres hermanas y luego, somos tan irreverentes como la vida misma. Somos irreverentes en situaciones que la gente dice: “¿Cómo te puedes reír?”. Anda que tú no te habrás reído en funerales.... A mi me ha pasado, o de risas de situaciones... Pero darte esta cosa de ataques de risa, poner humor con tus hermanos, yo, por lo menos, me ha pasado y me pasa.
Blanca Oteyza, directora y productora
D.D./CG: Desde hace más de 5 años que te dedicas a la producción y dirección, ¿por qué decidiste dar el salto a esta otra faceta del mundo artístico?
B.O.: A dirigir sí, hace cinco años, a producir hace ya... Desde Argentina. Ahí ya tuve compañía propia, durante diecisiete años, luego ya me la traje para acá. Llevo produciendo unos cuantitos años, desde que era jovencita. La dirección si quieres que te diga la verdad, fue por un amigazo, que se llama Julio Bravo, colega tuyo.
La primera dirección que hice, fue cuando estrene el teatro que yo programaba en ese momento, que era de Villafranca del Castillo. Y ahí tuve la suerte, suerte, suerte de hacer un proyecto, de estas locuras mías, de poder reunir a Tito Valverde, Luisa Gavasa, María Luisa San José, María Jesús Sirvent y Amparo Robles. Y ahí los subí al escenario y los dirigí para inaugurar el teatro. Fue increíble. Por una cosa que se me ocurrió, los tíos accedieron... Y ahí fue la primera vez.
Como a Julio le gustó tanto, un día comiendo con él - que comemos bastante juntos - me dijo: “He hecho la adaptación de “La Traviata” y yo le dije: “¡Ay ,qué bonito!” y me dijo: “Ya tengo quién me lo va a dirigir” y un mes después, no menos, me dijo: “Te he traído la obra, porque quiero que me la dirijas tú”. Estuve sin comer con él dos meses, acojonada en mi casa y no le llamé tampoco por teléfono. Dos meses después le llamé y le dije: “Oye, que venga, que sí”. Pero dos meses sin hablar y así fue. Luego, ha sido más lo que me han convocado, ¿sabes? No sé, no se me da mal...
D.D./CG: Son cada vez más mujeres las que se encuentra en puestos de decisión, ¿el cambio dentro de la producción teatral está ocurriendo realmente?
B.O.: Hombre, claro. Es que es innegable todo el cambio que se está produciendo. Además, es casi un cambio muy rápido. Hay mucha gente que ha luchado por este cambio. Hay muchas víctimas que se están quedando por el camino. Para mí, las víctimas del machismo tienen que ver con eso, son víctimas de esta revolución.
Y entonces, el cambio es real, ¿cómo no va ser real? Es que antes no estábamos, antes estábamos en casa y a las que estaban fuera de casa, no se las reconocía, y ahora estamos en todos sitios. Eso sí es que es natural, es lo que tendría que haber sido siempre, es que... Te vuelvo a decir, no sé porque nos asombran cosas tan naturales y tan normales.
El drama de Blanca Oteyza
D.D./CG: ¿Qué necesita tener un proyecto para que te lances a él? ¿Eres más de comedia o de drama?
B.O.: Emoción. (Risas) Yo soy... Mira, el regalo que me hizo mi hija pequeña, en el último cumpleaños mío - que es en mayo - me regaló una pizarra con las tres dibujaditas - yo tengo dos hijas, que son mi mayor orgullo en esta vida - que son María y Cayetana; y yo salía con un un dedito y un globito que decía: “El drama es lo que nunca falta en esta casa” (Risas). Entonces, bueno, yo que sé... El drama y también soy mucho de comedia. A mí me gusta mucho la comedia dramática. Pero es que el drama tiene que ver mucho con lo que hacemos, o sea el drama, la comedia... Porque el drama para la gente, tú sí, pero a lo mejor no todo el mundo sabe lo que significa el drama...
Para mí tiene que ver con la pasión, o sea, Ángeles, Paloma y yo somos tres dramáticas, pero por eso, porque nos escuchas a las tres y es todo siempre llevado al extremo. Te cuento una anécdota y es que, ¿sabes? En ese momento murió y resucitó veinte mil veces. Eso es el drama. Somos tremendas. Nos pusieron una cámara el otro día para filmar... (Risas) Tenías que vernos a las tres en nuestros monólogos. Yo las miraba desde fuera, claro, yo luego me ponía y hacía lo mismo, lo mismo. Era todo como intenso, ante la cámara teníamos una intensidad.... Que luego nos ves en la función y nos ves super arriba, con el público, pero con cámara... (Risas). Somos pasionales, te vas al extremo. Hay que vivir las cosas con pasión.
El futuro artístico
D.D./CG: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
B.O.: "Tiza" se estrena 16 de noviembre y mi proyecto, hace nada, fue recoger a una cachorrita nueva. Hay cosas, hay tanto de dirección como producción. Hay un proyecto, lo de "Tiza" te lo puedo contar... Y hay también un proyecto para el 2020 de La Joven Compañía Oteyza, que eso también se sabe que se estrena. Luego, también hay más proyectos de dirección.
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