"Calladita": Un cortometraje sencillo, pero nada simple

Calladita es un interesante cortometraje escrito y dirigido por Miguel Faus para finalizar su Máster en la London Film School. Este es su tercer corto tras el éxito recogido en el Festival Internacional de Sitges con The death of Don Quixote, premiado como Mejor Cortometraje Europeo.

Gracias al crowdfunding, Calladita se llevó a cabo tras una semana de rodaje en la Costa Brava. Desde entonces, Calladita ha pasado por festivales como el Festival de Málaga, el London Short Film Festival o la Semana de Cine de Melilla, donde resultó ganador del Tercer premio. Hoy podemos disfrutarlo en la plataforma Filmin.

Crítica de 'Calladita'

Ficha Técnica

Título: Calladita
Título original: Calladita

Reparto:
Paula Grimaldo (Ana)
Guillermo Campra (Jacobo)
Ares Aixalà (Claudia)
Joan Sureda (Carlos)
Pol Hermoso (Pol)
Victor Rebull (Victor)

Año: 2020
Duración: 15 min.
País: España
Director: Miguel Faus
Guion: Miguel Faus
Fotografía: Robert C. Carrera
Género: Drama.
Productoras:  London Film School / What's Up Doc

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Tráiler de 'Calladita'

Sinopsis

En una mansión en la Costa Brava, una joven empleada doméstica tiene que servir a unos universitarios exuberantes mientras disfrutan del verano. Entre cócteles, drogas y lavadoras, deberá buscar su propia forma de divertirse.

Aparente sencillez

El cortometraje Calladita aboga por la falsa simplicidad, una jugada maestra. Sus diálogos son cortos y precisos, pero mucho más complejos de lo que aparentan. Miguel Faus nos desafía a leer entre líneas mientras nos rodea de una aparente cotidianidad. El silencio, el entorno y la luz natural hablan por sí solos, contándonos lo que necesitamos para continuar.

Ocurre similar con la fotografía, llevada a cabo por Robert C. Carrera. Junto a Miguel Faus, consiguen planos tremendamente expresivos. La distancia entre la cámara y el personaje o objeto filmado y la profundidad de campo están estudiados al detalle. Un ejemplo es el primero en el que vemos al personaje de Jacobo, interpretado por Guillermo Campra. Además, planos subjetivos aparecen escogidos a la perfección, provocando que acompañemos a la protagonista, Ana (Paula Grimaldo), de un modo implicado e íntimo.

Tres rostros

Paula Grimaldo, Guillermo Campra y Ares Aixala son los tres rostros de Calladita. Sin embargo, es indiscutible que Grimaldo, en el papel de Ana, la empleada doméstica, lidera el elenco. Paula se mueve con naturalidad frente a la cámara, sabe convertir al espectador en testigo íntimo. Su lenguaje corporal nos habla de su personaje, de quien podemos vislumbrar mucho gracias a su interpretación. Paula Grimaldo dibuja una Ana muy definida, nos deja ver a la mujer tras la empleada, percibimos la diferencia entre las exigencias de su profesión y el verdadero carácter fresco y potente de Ana. Un verdadero placer observarla.

Guillermo Campra interpreta a Jacobo, un joven que disfruta del verano en la mansión de sus padres en ausencia de ellos. La libertad que esta ausencia provoca en Ana y Jacobo el impulso de ser ellos mismos. Esto permite que disfrutemos de ambos personajes situados en un mismo escenario, pero con roles muy opuestos y, aun así, el mismo deseo: vivir. Campra sabe aportar a su personaje los toques necesarios para mostrarnos esto sin caer en tópicos ni exageraciones. Del mismo modo, Ares Aixala, interpretando a Claudia, es muy correcta y comedida en su posición necesaria pues, como Ana, es una mujer muy viva, llena de frescura. El espejo contrario de Ana nos lo trae este personaje ya que, pese a poder ser de personalidades similares, el abismo con aroma a clasismo que las separa está expuesto de un modo contundente en la escena que comparten.

Conclusión de 'Calladita'

Calladita es un cortometraje directo y sencillo, aunque no por ello simple. Si el espectador presta atención, verá mucho más allá. Los detalles se suceden a través de los 15 minutos de duración. Desde el plano detalle de un paquete de tabaco lleno hasta la conversación de los jóvenes sobre Ana mientras solo la vemos a ella transmiten muchísimo. Un disfrute recomendable y, como pequeño regalo añadido, visualmente agradable.

La mansión y la propia Costa Brava en la que se encuentra son un escenario ideal que fusiona el poder, la comodidad y el lujo con la naturalidad salvaje, desenfrenada y bella de la joven Ana.

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