En 1998 Shinichiro Watanabe nos traía Cowboy Bebop. Watanabe previamente había trabajado en otros animes clásicos de los 90 como Macross Plus y La Visión de Escaflowne. Posteriormente y dado el éxito de Cowboy Bebop participaría en el proyecto animado de Animatrix, crearía Samurai Champloo e incluso participaría en proyectos relacionados con Blade Runner. Siendo estos El Apagón y Black Lotus.



Cowboy Bebop

Crítica de 'Cowboy Bebop (1998)'

Ficha Técnica

Título: Cowboy Bebop
Título original: Cowboy Bebop

Reparto:

Año: 1998
Duración: 25 min.
País: Japón
Director: Shin'ichirō Watanabe
Guion: Sadayuki Murai, Marc Handler, Akihiko Inari, Keiko Nobumoto, Dai Satō, Shin'ichirō Watanabe, Ryota Yamaguchi, Hajime Yatate, Michiko Yokote
Fotografía:
Música: Yoko Kanno
Género: Animación
Distribuidor: Netflix

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Cowboy Bebop (1998)'

Sinopsis

1 temporada. 26 episodios. La acción nos sitúa en el año 2071, donde los cazarecompensas han vuelto con todo su arsenal espacial. Los personajes Spike, Jet, Faye, Ed y Ein viajan en una nave llamada Bebop, en busca de delincuentes espaciales.

Dónde se puede ver la serie



Cowboy Bebop y la música

Cowboy Bebop (1998) cuenta la historia de un grupo de antihéroes que forman una banda de cazarrecompensas. En un sistema solar colonizado por la humanidad y en el que la Tierra ha sufrido un impacto de un meteorito, la humanidad continua su camino.

La tecnología que se nos muestra en el apartado de naves espaciales es puntera. Podemos apreciar diferentes modelos de naves así como una serie de portales que permiten acortar el tiempo de viaje entre los distintos puntos del sistema solar. Pero esta tecnología aparece como algo cotidiano y habitual, como si la cantina de Moss Esley se extendiera por nuestro sistema solar.

Todo esto va acompañado de la otra gran protagonista de Cowboy Bebop (1998) y es la música de Yoko Kanno. La señora Kanno es una profunda erudita del jazz y realizó un viaje hacia las raíces del género musical, en el corazón de Nueva Orleans. Esto se evidencia en el apartado musical y en la banda sonora de la serie. Para ello conformó un grupo con sus amistades, llamados los Tokio Seabelt, donde podemos destacar a Steve Conte. La sinergia musical surgida por la colaboración de esta banda es uno de los principales puntos de Cowboy Bebop (1998).

La introducción del anime con el tema Tank!, supone un cambio revolucionario en el género al mostrarnos imágenes trepidantes al ritmo de un tema de estilo bebop, el nombre de la serie no es casual. Además, difícilmente se repite un tema en toda la serie, teniendo una variedad musical amplia y diversa.

En esta variedad musical se incluye y no se limita a jazz, rock, metal, música sinfónica entre otros. Destacamos también la canción de los títulos finales The Real Folkblues, siendo junto con la ya citada Tank!, el leimotiv de la cinta. El peso de la música es tal, que referencias a canciones o a estilos musicales es lo que pone el nombre a la mayoría de los capítulos de la serie e incluso a la película que hicieron a posteriori.

Cowboy Bebop 1998

Los personajes y el estilo

Siempre se ha dicho de Cowboy Bebop (1998) que es el anime para los que no nos gusta el anime. Su estilo está basado en el subgénero Cyberpunk pero con aire vetusto y usado. Sus referentes visuales más inmediatos son el western y el género noir y sus personajes son una colección de antihéroes perdedores destinados al fracaso perpetuo. Esto lo podemos observar en el hecho de que los protagonistas son cazadores de recompensas espaciales y raramente consiguen llevar una captura a buen puerto.

Si observamos a cada uno de ellos nos damos cuenta de por qué esto es así. Ya que Spike Spiegel, el protagonista, es un señor incapaz de olvidar su pasado y que constantemente tiene una actitud entre cínica y melancólica a causa de esto.

Jet Black, su compañero de armas y aventuras es un viejo policía metido a cazarrecompensas y supone la voz de la razón del grupo y ocasional alivio cómico. Le siguen Faye Valentine, igual de cínica que Spike, sin embargo, que es alguien sin pasado y posiblemente sin futuro y que mantiene una moralidad completamente ambigua.

Por último están Edo y Ein. Edo es una hacker de 13 años completamente despreocupada y alocada, posiblemente el personaje más vitalista y por tanto libre de prejuicio de la tripulación de la Bebop siguiendo a Ein, Strut en castellano por un error, un welsh corgi precioso de extremada inteligencia.

Shin'ichirō Watanabe

Coherencia interna

Cowboy Bebop (1998) como tal funciona como un conjunto de aventuras sueltas que exploran diversos géneros del cine y homenajean a múltiples obras. Encontramos referencias a Alien el octavo pasajero o Django por citar las dos más obvias.

No obstante hay una trama de fondo sobre el pasado de los personajes y sobre todo sobre la figura de Spike. Considero que es un acierto enorme que la historia de Spike se cuente en apenas pequeños flashes, dándonos el resto al espectador.

Es realmente importante destacar que la serie no peca de los excesos propios del anime. Si bien tiene alguna cara exagerada como alivio cómico, por parte del personaje de Ed o la sobre sexualización del vestuario de Faye Valentine, no incurre en el fanservice barato que en lo personal me resulta tremendamente exasperante.

Al contrario, su estilo es bastante directo. Su acción es muy dinámica y sus peleas espectaculares. Ya sean tiroteos con armas de fuego, combates entre naves espaciales o peleas de artes marciales, nunca pecan de una exageración fantasma ni caen en las peleas eternas de otros animes y que no aportan nada al desarrollo.

Cowboy Bebop 1998

Conclusiones de 'Cowboy Bebop (1998)' 

Aunque Cowboy Bebop (1998) tiene un final bastante cerrado, que no comentaremos aquí para evitar spoiler, su desarrollo intermedio sí que resulta bastante abierto. Esto permitió a Watanabe la realización de una película para la gran pantalla llamada Knocking heaven´s doors. Funcionando como un episodio largo, en ella se desarrollan más aspectos de la serie además de contar con una animación bellísima y cuidada.

Cowboy Bebop (1998) es posiblemente una de las obras maestra de la animación de finales del siglo XX. Spike se une a esta estela de antihéroes melancólicos y cínicos. Quizás sea obsesión mía, pero no puedo evitar sacarle algún paralelismo con Corto Maltés en su forma de llevar la melancolía y la nostalgia, con bastante buen humor pero siendo un gran lastre para ambos.

La obra del señor Watanabe supone un profundo impacto emocional en sus espectadores y tiene un calado amplio y conciso. Su futuro se antoja terriblemente familiar y sus historias profundamente humanas.

Y es que Cowboy Bebop (1998), a pesar de la ciencia ficción, no deja de ser un western crepuscular en el espacio. Pues nunca existieron tiempos gloriosos para los viejos cowboys, solamente dolor, miseria y un pasado que la memoria, comiéndose a los hechos, ha glorificado.

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CINEMAGAVIA
10 / 10
100 %
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Juan Carandell Rojo
Licenciado en Historia y máster en Cinematografía. He pasado más de la mitad de mi vida jugando a rol, toda mi vida leyendo cómics y viendo películas. John Ford es mi director favorito y Star Wars es la saga de mi vida. He publicado Abraxas: Una Aventura en la II Guerra Mundial con la editorial Leibros. También oposito a conservadores de museos. Publico en Wattpad una novela por entregas llamada Estelas en el Cielo.
cowboy-bebop-1998-serie-criticaAunque Cowboy Bebop (1998) tiene un final bastante cerrado, que no comentaremos aquí para evitar spoiler, su desarrollo intermedio sí que resulta bastante abierto. Esto permitió a Watanabe la realización de una película para la gran pantalla llamada Knocking heaven´s doors. Funcionando como un episodio largo, en ella se desarrollan más aspectos de la serie además de contar con una animación bellísima y cuidada. Cowboy Bebop (1998) es posiblemente una de las obras maestra de la animación de finales del siglo XX. Spike se une a esta estela de antihéroes melancólicos y cínicos. Quizás sea obsesión mía, pero no puedo evitar sacarle algún paralelismo con Corto Maltés en su forma de llevar la melancolía y la nostalgia, con bastante buen humor pero siendo un gran lastre para ambos.

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