El veterano director italiano de 77 años Marco Bellocchio llega este fin de semana a nuestros cines con su última película, Felices Sueños, basada en uno de los mayores éxitos de la literatura italiana de los últimos años, la novela autobiográfica Fai bei sognio de Massimo Gramellini, conocido corresponsal de guerra del diario Stampa. Este film, encargado de inaugurar la Quincena de Realizadores del pasado Festival de Cannes, se estrena este viernes 10 de febrero.


Título: Felices Sueños
Título original: Fai bei sogni (Sweet Dreams)

Reparto:
Bérénice Bejo (Elisa)
Valerio Mastandrea (Massimo)
Fabrizio Gifuni (Athos Giovanni)
Guido Caprino (Padre de Massimo)
Barbara Ronchi (Madre de Massimo)
Dario Dal Pero (Massimo adolescente)
Nicolò Cabras (Massimo bambino)
Emmanuelle Devos 
Pier Giorgio Bellocchio 
Roberto De Francesco 
Piera Degli Esposti 
Roberto Herlitzka 
Miriam Leone 
Manuela Mandracchia
Linda Messerklinger 

Año: 2016
Duración: 134 min.
País: Italia
Director: Marco Bellocchio
Guion: Valia Santella, Edoardo Albinati, Marco Bellocchio (Novela: Massimo Gramellini)
Fotografía: Daniele Ciprí
Música: Carlo Crivelli
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor:  VerCine

Tráiler de Felices Sueños

 

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Felices Sueños [DVD]
  • Valerio Mastandrea, Bérénice Bejo, Guido Caprino (Actores)
  • Marco Bellocchio (Director)

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Sinopsis

Turín, 1969. La idílica infancia de Massimo (Valerio Mastandrea) se ve truncada a los nueve años por la muerte de su madre. 30 años después, tras pasar por la guerra de Sarajevo como reportero, Massimo empieza a sufrir ataques de pánico. Mientras, se prepara para vender el apartamento familiar forzado así a recordar su pérdida. Elisa (Bérénice Bejo), una compasiva doctora, intentará ayudar al atormentado Massimo a enfrentarse a las heridas de su pasado.

Premios

  • Premios David di Donatello: 10 nominaciones incl. mejor película y director. 2016
  • Festival de Gijón: Sección oficial largometrajes a concurso. 2016

Dónde se puede ver la película



Situemos la acción

Gran parte de la acción tiene lugar en Turín, en el piso de la familia Gramellini, situado muy cerca del Estadio Olímpico Grand Torino. Inicialmente es un lugar idílico de amor y deleite para Massimo (Valerio Mastandrea), pero, a la edad de 9 años, la muerte de su inestable madre (Barbara Ronchi) de forma misteriosa, truncará su felicidad. Este trágico acontecimiento persigue a Massimo desde su infancia hasta sus años de adulto.

Se convierte en un habilidoso periodista, y tras cubrir la guerra en Sarajevo en 1993 empieza a sufrir ataques de pánico. Mientras, se prepara para vender el apartamento familiar, convertido en una ruina polvorienta y medio abandonado, que le forzará a traer recuerdos del pasado y rememorar la pérdida de su madre. Aparecerá la figura de Elisa (Bérénice Bejo), una compasiva doctora, que intentará ayudar al atormentado Massimo a enfrentarse a las heridas de su pasado.

Belfagor

El amor mutuo y la complicidad entre madre e hijo es total, pasan mucho tiempo juntos, juegan, hacen álbumes de recortes, bailan y ven la televisión. Uno de los momentos que marcará la vida de Massimo llega cuando, una noche en el sofá, se agarra fuertemente a los brazos de su madre para protegerse por el miedo causado viendo en la televisión un capítulo de la serie Belfagor.

Este espectro fantasmal aparecerá de forma constante en la mente del niño, como un efecto del trastorno por estrés postraumático en forma de amigo imaginario, tras la muerte abrupta de su madre. A pesar de que su padre le explica que la causa de la muerte fue debida a un ataque cardíaco repentino, a Massimo nunca le convenció esa explicación, y eso provocará que su vida se convierta en una larga búsqueda de la verdad y al mismo tiempo, el miedo a descubrirla.

Saltos temporales en la narración

Con saltos temporales ágiles, la historia va y viene entre los años 60 y 90, entre la infancia y la madurez, donde ha convertido su afición y el amor por el fútbol, en una seña de identidad propia para su importante carrera periodística escribiendo crónicas deportivas. Posteriormente, vemos a Massimo, lejos de las páginas deportivas, como reportero de guerra en Sarajevo, plácidamente y desensibilizado, sacando su cámara de fotos de forma natural para plasmar un momento trágico que ha sido manipulado deliberadamente por su fotógrafo para ayudar al artículo.

Esta pérdida descuidada de ética profesional es como consecuencia de su dura adaptación a la vida, que le han convertido en alguien sombrío, frío y vacío, con necesidad de estar en constante lucha por sobrevivir.

Vacío por la pérdida de la madre

El vacío existente y las carencias emocionales de Massimo por la falta de su madre intenta cubrirlas a lo largo de su vida con mujeres que pasan de forma fugaz, primero con la niñera que contrata su padre, luego con la madre de un amigo rico, más tarde, de adulto, una relación con una mujer moderna y de espíritu libre también se desvanece.

El sufrimiento y dolor por la pérdida de su madre está interfiriendo en su capacidad de amar. Además, las circunstancias complejas que experimenta, unidas a aleatorias relaciones casuales, no consiguen romper la armadura que se ha creado; hasta que, después de Sarajevo, se enfrenta a las raíces de su dolor, a través de una carta abierta escrita en su periódico dirigida a un lector, en donde vemos a Massimo hacer frente a la memoria y los recuerdos con la importancia de amar a su madre. A partir de aquí empieza un principio de cambio que coincide cuando conoce a la doctora Elisa, con la que rápidamente entablará un vínculo romántico.

Una novela reflejo de la vida del director

Felices Sueños está basada en uno de los mayores éxitos de la literatura italiana de los últimos años, la novela autobiográfica Fai bei sognio de Massimo Gramellini, conocido corresponsal de guerra del diario Stampa. Su director, Marco Bellocchio no hizo esta adaptación porque fuera un best-seller, sino porque los temas tratados y las situaciones dramáticas sobre un hombre que lucha con el pasado coinciden con los suyos planteados a lo largo de su dilatada filmografía, que empezó en los años 60, como la figura materna, la ausencia o la carga de la religión en la cultura italiana. Este último tema lo vemos claramente reflejado cuando a Massimo niño le tratan de convencer que su madre se ha convertido en un ángel y se ha ido al cielo.

Reportaje de Felices Sueños en Días de Cine TVE