El pasado 30 de mayo tuvo lugar en el Palacio de la Prensa de Madrid la tercera edición del Terror Frame Fest, el único festival de cine español dedicado enteramente al género de terror.
Organizado por los cineastas Erik Gatby y Néstor López, el Terror Frame ofreció a sus asistentes una sesión de cortos con un espectro que comprendió desde la comedia más absurda y macarra, hasta el terror más clásico, pasando incluso por la denuncia social. Todo ello con un denominador común: un homenaje al género de terror con el cortometraje por bandera.
Resumen
Terror Frame Fest: Un apoyo al cortometraje español
Ambos, género de terror y el formato cortometraje, son dos elementos de la industria del cine bastante maltratados por todos nosotros. Así que uno de los combustibles de este festival es darle voz a los directores y directoras que buscan contar sus “historias de miedo”, dando visibilidad a la vez al corto, formato que es ya para muchos el irremediable protagonista del futuro del cine español.
Aunque es cierto que todos los cortometrajes seleccionados en el festival gozan de un alto nivel, ya sea por su calidad técnica o la garra de sus historias, la categoría de los cortos fue en aumento de principio a fin, dejándose las joyas de la corona, para el final.
Una selección de lo más diversa
Si hubo algo que todos los directores comentaron en sus discursos fue la diversidad de historias que protagonizaron el Terror Frame, y es que los que pensábamos que nos íbamos a encontrar con las típicas "slashers" de siempre, nos quedamos con la boca abierta frente a la originalidad que puede resultar de la mezcla corto + terror.
El corto que dio el pistoletazo de salida fue “El aspersor infernal” de Carles Ruiz. Una original propuesta de terror muy cómico, que utiliza el tráiler como esquema de su narración para parodiar con mucha cara dura el negocio audiovisual y la industria del cine.
Seguimos con la fugaz historia de “Un cinéfilo en el bosque” dirigida por Jesús Loniego. Un homenaje de un minuto a Predator, que gana por su sencillez y humor inteligente, en la que es precisamente su corta duración la herramienta perfecta para tan buen resultado.
Con “Tierra trágame” de Rubén Tadeo, perdimos un poco el contacto con el rumbo de la historia, que se salvó gracias a los puntos de humor absurdo y las buenas interpretaciones de sus actores.
Llegó el momento de “Noctámbulos”, la propuesta Canaria del director Romén Rivero. Con una cuidada puesta en escena, fue el primero de los cortos que empezó a clavar a la audiencia en sus asientos. Gracias a esta trama de banda adolescente que nos recuerda a una mítica cinta del cine de terror fantástico ochentero, empezamos a entrar en materia en el Terror Frame Fest.
La artillería pesada del Terror Frame
Y de repente: Greta. El cortometraje Zaragozano de Dani Calavera. A los pocos minutos de comenzar, se creó una atmósfera que zigzagueaba entre la risa y la admiración, en la que la dosis de terror apareció cuando menos nos lo esperábamos para ponernos los pelos de punta, siendo inevitable que toda la sala cayera rendida ante la perfecta sencillez de Greta.
“Llámame Vampus” fue posiblemente una de las propuestas más ambiciosas del festival, y es que la participación del Canal DARK en la producción del corto dirigido por Víctor Matellano se hizo notar. Aunque si por algo recordaremos este corto es por la gran interpretación de Saturnino García, que combinaba a la perfección la comedia más pueblerina con el clásico y siniestro personaje del enterrador.
“Hug” de Toni O. Prats, nos presentó una muy buena premisa, buena dirección y grandes interpretaciones (Sandra Escacena como protagonista) que quizás se vieron enturbiadas por la elección de realizar el cortometraje en inglés con actores no nativos. A pesar de este detalle, Hug nos dejó una historia que es fácilmente convertible en la pesadilla más terrorífica de cualquiera.
Hubo que elegir a la reina del baile de esta edición del Terror Frame, y el premio del público fue para “Miedos” de Germán Sánchez. Su genial capacidad para transformar un tema tan sensible (no voy hacer spoiler) para la sociedad en una trama de terror, la convirtió sin duda en la ganadora de la noche.
“Limbo” de Daniel Viqueira, es terror en estado puro con una gran carga psicológica. Fue probablemente el que provocó mayor sensación de incomodidad ya que, es imposible no sentirse incómodo ante lo inevitable que resulta ser la violencia machista, y que Limbo expuso con un terror claro y sin pretensiones, convirtiéndose en uno de los grandes del Terror Frame.
El Premio del Jurado al mensaje feminista de Isaac Berrokal
El premio del jurado compuesto por Alfonso García (Geofilms), Ignacio López Vacas, (Jefe redactor de Sci World), Reverendo Wilson (Calabozo Podcast) y Salariasa y Snuff (Aguas Turbias Podcast) fue para “La Proeza”, que planteó un tema que nunca pasa de moda: el aborto. ¿Habrá mejor metáfora para hablar del aborto ilegal que convertirlo en una peli de terror? El jurado no pudo estar más acertado en su elección ya que, “La Proeza” de Isaac Berrokal tiene pinta de ir a pasar a la historia del cortometraje español como una de las referencias de este formato en género de terror.
¿Y qué mejor forma de acabar el festival con el buen sabor de boca que dejó HQ? El director Jesús Loniego hizo doblete con “Un cinéfilo en el bosque”. Hay pocos casos en los que se pueda decir que el tamaño no importa, pero HQ es uno de ellos, porque en poco más de un minuto, este pequeño gran cortometraje clausuró el Terror Frame con una gran ovación. Es sin duda la prueba de que no hacen falta grandes medios para contar una historia que funcione.
Conclusión
Si algo nos quedó claro después de visionar los cortos del Terror Frame Fest, es que eso de que los perfumes caros se guardan en frascos pequeños se puede aplicar perfectamente al cine. Y más después de comprobar cómo la fragancia del imparable talento de los directores se respiró en un ambiente que, lejos de ser la típica emisión de cortos interminable, estuvo plagada de risas y anécdotas entre visionados. A mí personalmente me cuesta imaginar una edición mejor del Terror Frame Fest, pero tendremos que esperar al año que viene para volver a temblar (y reírnos un buen rato) con uno de los festivales que promete convertirse en una de las referencias para el terror del cine español.
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