Britney Spears realizó su debut en la industria cinematográfica, como actriz, en 2002 con Crossroads: hasta el final. También contó con Zoe Saldana, Anson Mount, Taryn Manning, Kim Cattrall y Dan Aykroyd. Además, el guion lo realizó Shonda Rhimes, creadora de la famosa "Anatomía de Grey". Ha sido muy criticada por la prensa especializada, llegando incluso a ganar dos galardones en los Premios Razzie a la peor actriz para Spears y a la peor canción. A pesar de ello, fue un éxito de taquilla y se ha convertido en todo un icono de principios del 2000.
Crítica de 'Crossroads: hasta el final'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Crossroads: hasta el final
Título original: Crossroads
Reparto:
Britney Spears (Lucy)
Zoe Saldana (Kit)
Taryn Manning (Mimi)
Anson Mount (Ben)
Dan Aykroyd (Pete)
Año: 2002
Duración: 94 min
País: Estados Unidos
Dirección: Tamra Davis
Guion: Shonda Rhimes
Música: Trevor Jones
Fotografía: Eric Alan Edwards
Género: Drama
Distribución: Warner Bros. Pictures
Tráiler de 'Crossroads: hasta el final'
Sinopsis de 'Crossroads: hasta el final'
Crossroads: hasta el final nos muestra la historia de tres amigas de la infancia, Lucy, Kit y Mimi, quiénes después de ocho años deciden redescubrir su amistad y realizan un viaje con el apuesto y misterioso amigo de Mimi, Ben. Su aventura será una lección que cambiará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY).
Cruce de caminos
En 2002 llegó a los cines una de las películas más criticadas de principios del 2000, Crossroads: hasta el final. Una de las razones por las que este film estuvo en el punto de mira por gran parte del público fue que se trataba del debut cinematográfico de Britney Spears. De esta manera, la Princesa del Pop se ponía en frente de las cámaras, pero, en esta ocasión, para dar vida a un personaje de ficción. Para comenzar, hay que mencionar que el guion fue escrito por Shonda Rhimes, la mismísima creadora de “Anatomía de Grey”, años más tarde. Por lo cual, el melodrama que se sirve en el largometraje es algo que ya está de por sí en el estilo narrativo de la autora. Sin embargo, no obtiene la misma profundidad que en otros de sus proyectos, aunque conserva esa encrucijada sentimental.
Por esa razón, la historia sigue una línea amena y liviana, sencilla y sin necesidad de querer ir más allá. A pesar de ello, en ningún momento se percibe que quiera convertirse en una explosión de complejidad y de desgarro interior. No obstante, es lógico que se pudiera esperar más al tener a Spears como protagonista. Aun así, da una película entretenida, que cae a veces en sentimentalismo, pero que tiene ciertos toques sobre la problemática que surge en la juventud. Por lo tanto, funciona como pasatiempo ligero, pero flaquea en una sencillez que puede resultar sumamente infantil para una parte de los espectadores. A pesar de ello, tampoco es una cinta que se merezca el trato que obtuvo a lo largo de este tiempo, ya que cumple con sus pretensiones, simples sí, pero no decae en el ritmo que plantea.
Solo Britney
Es cierto que Crossroads: hasta el final no es una de las peores películas de la historia del cine, ni por asomo. Aún así, se nota perfectamente que una de las razones que llevaron a ver la luz este film es la idea de poner todo el foco de lucimiento de la película sobre Britney Spears. Por este motivo, la cantante obtiene el mayor peso dramático de la historia. Lógicamente, efectúa una buena interpretación, dando credibilidad en los momentos más lacrimógenos. Sin embargo, su personaje es concebido con un aura de luminosidad excesiva, que resta credibilidad a la ejecución expresiva que debe mostrar. Por tanto, aunque Spears se esfuerza y cumple con su papel, no tiene la opción de superarse y se queda en un trabajo actoral adecuado, que, tristemente, no se ha podido desarrollar en años posteriores.
Por otro lado, la Princesa del Pop estuvo acompañada por una entonces desconocida Zoe Saldana, siendo ésta su cuarta película. Al igual que el caso de Spears, Saldana lleva a su personaje ante la naturalidad que le permite su personaje. Incluso, lo eleva en ciertas partes en los que le da un golpe de carisma humorístico y un divinismo que no estorba. Sin duda, al nacer del propio cliché, en su interpretación también hay partes en los que sigue una línea convencional y ya vista anteriormente. Pese a ello, se ve una fluidez ante cámara interesante. Después, Taryn Manning es la tercera en discordia. La realidad es que lo aborda desde un carisma arrollador, con una rebeldía juvenil estupenda, pero donde falta mayor credibilidad escénica. Por último, Anson Mount realiza una buena participación como galán masculino, pero le falta dotar a su actuación de matices más potentes.
Telefilm agradable
Tamra Davis se mueve en el género adolescente desde sus inicios en los 90, por lo que, obviamente, en Crossroads: hasta el final mantiene ese estilo fresa y aniñado. Con lo cual, desde el principio se puede ver que la dirección de fotografía busca un ambiente distendido, luminoso y jovial. Asimismo, no hay una intención de darle espectacularidad, o una mayor intimidad a la imagen, quedándose en un ambiente más estándar, que recuerda a los largometrajes para adolescentes del principio del 2000. Lo que ocurre, es que la cinta tiene asumido este estilo y es lo que realmente busca, no ir más allá, sino nadar en el género adolescente, pero sin complicaciones. Igualmente, la dirección artística obtiene un resultado parecido, donde abundan esos estilos de los institutos estadounidenses, con sus prototipos: popular, virginal, rebelde… Un poco cliché.
Por suerte, la banda sonora no corre la misma suerte, dado que, al ser una película a favor de la imagen de Britney Spears, la composición sonora mantiene su esencia. No es extraño que los temas que más fuerza causan son dos de los singles del tercer disco de la cantante. Gracias a ello, hay ese aire fresco, que engancha y que deja una buena sensación en el ambiente. Incluso, hay secuencias que llevan un buen ritmo por la selección sonora elegida. Después, el montaje no se ralentiza en ningún momento, tampoco hay grandes sobresaltos ni puntos de inflexión, pero no decae en la redundancia simplificada. Aun así, podría haberse potenciado más la emotividad y la empatía hacia el espectador, hacerle sentir con lo que está ocurriendo. Por último, el final es todo un homenaje a la propia Spears, que, sin duda, se encontraba en plena transición pública.
Conclusión
Crossroads: hasta el final funciona como entretenimiento liviano y ameno, con momentos melodramáticos muy del estilo de Shonda Rimes. Por lo cual, es una película juvenil, que no busca la complejidad ni una mayor profundidad en su historia. Asimismo, hay escenas para ensalzar la amistad y la unión de sus protagonistas. A pesar de ello, se puede ver que nunca va con una intención de deslumbrar, sino de pasar el tiempo. Después, Britney Spears encabeza el reparto, con una interpretación notable, aunque no hay grandes cambios de registro. Lo mismo sucede con Zoe Saldana y Taryn Manning, aunque en el caso de la primera se percibe mayor carisma escénico.
Por otra parte, la selección musical es una de las mejores elecciones, disfrutándose en todo momento y en sintonía con el estilo de Spears. A pesar de ello, la realización sigue la estela del telefilm adolescente, con un uso excesivo de la luminosidad y el cliché edulcorado de un ritmo sin sobresaltos. La exaltación de la amistad envuelto en una caja de purpurina sentimental, que se disfruta como un pasatiempo fácil.
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