"Dark Glases": ¿El Retorno de Il Maestro?

Dark Glasses nos presenta a Diana, una joven que perdió la vista, que encuentra a un guía en un joven niño chino llamado Chin. Juntos intentarán acabar con un peligroso asesino en serie a través de las zonas más oscuras de Italia. (FILMAFFINITY).

Destellos de genio

La película tiene grandes altibajos. Como en otras películas de Argento, el guion es irregular y se nota que el cineasta no tiene del todo claro como enfocar ciertos aspectos. Y por supuesto, después de tantas y tantas películas, Argento no se ha parado a contar algo nuevo, sino que ha vuelto al cine con una balada clásica de las suyas.

Y sin embargo, los destellos del genio italiano están ahí. La introducción de Dark Glasses, mostrándonos a la protagonista contemplar el eclipse mientras suena una potente banda sonora compuesta por Arnaud Rebotini, que sin duda evoca las grandes músicas compuestas por la banda Goblin para las películas más famosas de Argento, como Suspiria o Profondo Rosso, nos recuerda por momentos a los grandes tiempos pasados del cineasta. Son momentos escasos, casi etéreos, pero justifican por si mismo el visionado de la película, porque en las últimas películas no había ni rastro de todo esto.

La extraña pareja

Aunque parezca mentira, uno de los grandes ejes de Dark Glasses es por una parte el aprendizaje de nuestra protagonista, interpretada por Ilenia Pastorelli, como su nueva condición de ciega. Y ciertamente el guion de la película muestra una certera cercanía a esta nueva realidad. Consigue despertarnos la empatía por la protagonista y en ningún momento sentimos que el filme pierda fuelle en esos momentos. Por otra parte, la película une la historia de esta protagonista con otro personaje "desamparado" como es un niño huérfano, interpretado por Andrea Zhang.

Estos dos protagonistas tendrán que juntarse para poder sobrevivir. Argento parece mostrar simpatía en la película por los más humildes (una prostituta y un huérfano) en una relación que parece casi bíblica. Desafortunadamente la historia tiene flecos y la última parte de la película en la que se debe intensificar la parte dramática queda en un embrollo.

Se desinfla

El problema principal es que la película deja muchos interrogantes abiertos y no es capaz de cumplir con las expectativas generadas en esta primera parte del metraje. En realidad no nos encontramos ante un Giallo puramente dicho, porque la identidad del asesino no es eje principal en la película (de hecho, se puede adivinar fácilmente) y lo peor de la película es sin duda el desarrollo. Argento tiene claro el principio y el final, así como otras cosas que quiere contar de por medio, y sin embargo falla en algo en lo que teóricamente sería para él lo más fácil, como es ofrecer las secuencias "de asesinato", clásicas del género Giallo, que en la película son de lo más flojo.

Tampoco cuenta con un antagonista a la altura. La definición del psicótico asesino es burda y no despierta ningún interés. Parece un personaje escrito con piloto automático. Sin duda, el último tercio de Dark Glasses, que teóricamente debería ser el clímax de acción, es la parte más aburrida de la película.

Correcta puesta en escena

Dark Glasses tiene un buen pulso detrás de las cámaras, algo que parecía haber perdido Argento en sus últimas obras. El director no se reinventa, pero sí busca en el fondo de sus grandes clásicos para mostrarnos secuencias de interés. Caso de la primera ya escena comentada, o del primer asesinato, que parece evocarnos al mismo Argento de Ténebre (con esa potente banda sonora cubriendo toda la escena).

Conclusión

Il Maestro ha dirigido una película interesante, que a pesar de no ser una obra que reinvente el género del Giallo (tampoco creo que Argento tuviera esa intención), Dark Glasses es de las mejores películas que ha hecho el cineasta en su reciente filmografía. Los destellos del genio italiano justifican su visionado.

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