Claire Dowie es una dramaturga británica conocida por ser uno de las pioneras del stand-up en Reino unido. Además, es una de las propulsoras del teatro "a la cara", que se popularizó en los años 90. Una de sus primeras obras fue Death and Dancing, estrenada en 1992. Casi 30 años después, llega a los escenarios madrileños de mano de A las cinco en la plaza, bajo la dirección de Chumo Mata. Para esta versión, ha contado con la presencia de Alicia Tomé y Rodrigo Arahuetes como intérpretes de la obra. Se puede disfrutar hasta el 28 de noviembre de 2021, tras un gran éxito entre el público, en El Umbral de Primavera.



Death and Dancing

Crítica de 'Death and Dancing'

Ficha Técnica

Título: Death and Dancing
Título original: Death and Dancing

Reparto:
Alicia Tomé (Max)
Rodrigo Arahuetes (Max)

Duración: 100 min. apróx.
Dirección: Chumo Mata
Dramaturgia: Claire Dowie
Ayudantía de Dirección: Sara Sierra
Iluminación:
Gabriel Piñero
Colaboración:
Fundación Eddy-G, Fundación Triángulo, Fundación Pedro Zerolo, Fundación 26 de Diciembre, It Gets Better España
Producción: A las cinco en la plaza

Sinopsis de 'Death and Dancing'

La lucha de dos cuerpos que buscan y se buscan. El momento previo a una identidad que también puede ser muchas identidades. El ritmo rápido de un baile donde ambos se atraen y se repelen, se insultan y abrazan, se desnudan y se cambian la ropa. Un intento desesperado por ser ellos mismos.

En una discoteca Él y Ella bailan, se miran y se gustan. Pero Él es gay. Death and Dancing es una sátira de las etiquetas con las que la sociedad constriñe a todo el mundo – gays, lesbianas, heteros, hombres, mujeres... (EL UMBRAL DE PRIMAVERA). 



Death and Dancing
Foto de Gabriel Piñero

Fuck the system

Claire Dowie es una de las dramaturgas más destacables del teatro “a la cara” en Reino Unido. Sus textos se componen de una reflexión en torno al género, la estructura social y la ruptura de lo establecido. Por tanto, con Death and Dancing enfrenta estas temáticas sin miramientos, exprimiéndolos al máximo, dejando una reflexión perpetua donde las preguntas no paran de sucederse. Además, sorprende que un texto de 1992 siga estando de plena actualidad, aunque hay pinceladas en torno a la teoría del género fluido que no salen a escena, quedando la separación entre hombres y mujeres más marcada. Aun así, hace un análisis impactante sobre la percepción que se tiene de los demás, hablando de la atracción por una persona por cómo es y no por lo que debe ser. Por este motivo, lanza incógnitas que no buscan ser respondidas, sino reflexionadas.

A continuación, ese debate en torno a la herencia patriarcal y el deseo masculino toman el eje hacia distintas partes que adquieren un nivel de dialéctica extraordinario. La exposición en torno la aceptación de los roles establecidos, a pesar de ser partes de minorías marginales, es una auténtica maravilla. Por consiguiente, el discurso se fundamenta sobre la incomodidad de la realidad, desde hablar de las injusticias sociales criticando el privilegio que la propia sociedad promueve y hace partícipe en cada persona. También se plantea esa búsqueda de encajar, cumplir con los cánones y aquellas presiones que penetran dentro de la mente desde la propia educación. De esta forma, los asistentes se sumergen hasta el final, compartiendo interactividad al ser ellos mismos, de forma interna, quienes continúen con esta vertiginosa sesión de ruptura de la pompa idílica, que la pose social obliga tener, pero en el que cada persona es cómplice.

El Umbral de Primavera
Foto de Gabriel Piñero

Fuck gender

Esta versión de Death and Dancing cuenta con Rodrigo Arahuetes y Alicia Tomé como intérpretes de este monólogo a dos. Para comenzar, Arahuetes demuestra tener una capacidad actoral de gran calidad, de principio a fin se funde con su personaje y no se pierde en ningún momento. A pesar de la dificultad de un texto que exige un nivel de energía comprometido, el actor lo vive al máximo y expone toda esa gama de emociones que va viviendo sobre la escena. Asimismo, cabe destacar su excelente pasión en aquellas escenas en las que se produce un torrente de intensidad y contundencia destacables, tanto en solitario como con su compañera. Con lo cual, no hay ni un ápice de pérdida, o de falta de, consolidando su trabajo sobre las tablas, siendo una interpretación impoluta.

Por su parte, Alicia Tomé, también realiza una actuación en la que no se presenta ningún atisbo de mejora, al entrar de lleno en su personaje desde la primera escena. Además, en el caso de Tomé, se une una esencia muy atractiva, una naturalidad que llama la atención por la cercanía que transfiere. Un punto importante, dado que al pronunciar los monólogo menos simpáticos y más reales frente al público, necesita ese enlace con el espectador y lo consigue. Por tanto, gracias a esa humanidad, la vehemencia con la que la ejecuta, es una maravilla ante los ojos de los asistentes. Llena de carisma, explora una progresión de matices y prisma que dejan extasiados al público. Por lo cual, no es de extrañar que sea una de las interpretaciones más sinceras de esta temporada teatral.

El Umbral de Primavera
Foto de Diego Da Costa

Fuck everything

Dos baúles en el centro del escenario, un espacio diáfano y amplio, Rodrigo Arahuetes y Alicia Tomé esperando, así recibe Death and Dancing a los espectadores. La puesta en escena se fundamenta en una transformación constante basada en la imaginación de los objetos, apoyados en la camadería del espectador. Con lo cual, el público navega en pos de los recuerdos de los personajes, adentrándose en la dramatización de lo que sucede sobre el escenario, siendo un asistente voyeur en torno a este viaje experimental e introspectivo. Después de la escena de baile inicial, visualmente se establecen los estereotipos relacionados con la homosexualidad, que se deconstruyen con el pasar de la obra. Para ello, también fabrica una segundo elemento predominante, con una formación de ropas dispersas, que no se dejan al azar narrativo.

Ese periplo, encorsetado en distintas piezas de telas, busca replantear el concepto del significado de la ropa y lo que se transmite con ello. Por lo que, desde la metáfora visual, y no tan metáfora, se vale para apoyar su tesis y no únicamente transmitirlo con la palabra. Gracias a esta creación escénica, no se pierde detalle en la realización interna que se halla en la pieza teatral, encontrando un gusto, una sensibilidad y una emoción que se transfiere a esa metamorfosis continua. Además, goza de un ritmo dinámico, donde sabe equilibrar las partes con mayor despliegue de energía, frente aquellas que dan reposo y tiempo de asimilación al espectador. No se puede negar que, tras finalizar la obra, se comprueba que se ha asistido a un auténtico torbellino mental, imprescindible para hablar de aquello que cuesta pronunciar.

Death and Dancing
Foto de Gabriel Piñero

Conclusión de 'Death and Dancing'

Death and Dancing es una obra reflexiva, intimista y social, donde se abordan preguntas en torno al género, la construcción social y la alienación de encajar. Gracias a un texto exquisito, se realiza un diálogo interno sobre las injusticias, realizando una crítica mordaz sobre el privilegio de formar parte de un orden establecido. Para ello, cuentan con dos actores de raza, Rodrigo Arahuetes y Alicia Tomé. Unas interpretaciones impolutas, auténtico talento. Asimismo, la puesta en escena es efectiva, transmitiendo la visceralidad y el pensamiento crítico apropiado, gracias a un despliegue técnico y artístico que encumbran esta excelente obra. Cautivadora, transgresora e interior, un debate extraordinario que expone la importancia del pensar.

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CINEMAGAVIA
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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
death-and-dancing-critica-teatroUna obra reflexiva, intimista y social, donde se abordan preguntas en torno al género, la construcción social y la alienación de encajar. Gracias a un texto exquisito, se realiza un diálogo interno sobre las injusticias, realizando una crítica mordaz sobre el privilegio de formar parte de un orden establecido. Para ello, cuentan con dos actores de raza, Rodrigo Arahuetes y Alicia Tomé. La puesta en escena es efectiva, transmitiendo la visceralidad y el pensamiento crítico apropiado. Cautivadora, transgresora e interior, un debate extraordinario que expone la importancia del pensar.

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