Susana Guardiola y Marta Figueras unen fuerzas para realizar Descubriendo a José Padilla, documental sobre uno de los compositores y pianistas más famosos de España. Han cantado varias de sus melodías estrellas como Raquel Meller, Barbra Streisand o Maurice Chevalier. El film fue producido por Promarfi Futuro 2010 y Stories By Susana Guardional. Su estreno fue el pasado 24 de octubre de 2020 en España. Además, también estuvo en la Sección de Directoras Españolas del Festival Cine por Mujeres 2020, el cual finalizó el pasado 15 de noviembre de 2020.
Título: Descubriendo a José Padilla Título original: Descubriendo a José Padilla
Año: 2020 Duración: 93 min País: España Dirección: Marta Figueras y Susana Guardiola Guion: Mercè Clascà, Lula Gómez, Susana Guardiola, Marta Figueras, Dolores Payás y Eugenia Montero Música: José Padilla Fotografía: Josep María Civit Género: Documental Producción: Promarfi Futuro 2010, Tarannà Films, Stories By Susana Guardiola, Savitel Media, Producciones Coraca, Televisión Española (TVE) y Contento People
Almería 1989-Madrid 1969. Valencia, la Violetera El Relicario… ¿Quién no es capaz de tararear alguna de sus canciones? … pero muy pocos conocen al autor que hay detrás de estos temas intemporales, que forman parte del patrimonio emocional de muchas generaciones de españoles: el compositor José Padilla. Descubriendo a José Padillla, es la personal visión de sus directoras, Susana Guardiola y Marta Figueras, a través de la que conocemos al hombre que hay detrás de sus canciones más populares, pero también de grandes temas orquestales: “Princesita”, “El amor eres tu” o tangos como “El taita del Arrabal”, no tan conocidos para el gran público. (FESTIVAL DE CINE POR MUJERES 2020).
El nombre de José Padilla es el de uno de los compositores mejor valorados a nivel mundial, dejando en su legado composiciones como “La violetera”, o “El relicario”. A partir de esta figura, Marta Figueras Cardona y Susana Guardiola indagan en la vida personal y profesional del compositor en Descubriendo a José Padilla. Desde las primeras escenas, se puede ver el respeto hacia el músico, explicando sus orígenes en Almería, hasta su llegada a la capital española, en Madrid. El guion tiene un valor documental muy interesante, que arroja datos que pudieran ser desconocidos del autor. De esta forma, consiguen propagar su vida y obra, además de expresar la necesidad de no ser olvidada por el imaginario popular. Asimismo, se puede ver la intención de reivindicar su figura, como un ejemplo del virtuosismo artístico que hay en España.
La estructura narrativa se establece con una linealidad temporal fija, que empieza con su nacimiento y termina con lo que significa en la actualidad. Igualmente, al no solo enfocarlo a su trayectoria musical, también se realiza un análisis sociohistórico del momento. Así se puede conocer la farándula de entonces, además de llevar al espectador a esos alocados años 20. A continuación, el impacto sigue produciéndose al narrar los acontecimientos a partir de la tumultuosa década de los 30. Sin embargo, el problema surge en que todos estos datos y esa riqueza informativa se pierden en una confección que no cautiva, sino que pasa por una vertiente demasiado lineal. Le falta garra, pasión, una manera de elevar la gran vida de este autor. En consecuencia, el contenido revela que el conflicto surge en la forma de ejecutarlo, que no se encuentra a la altura.
El homenaje cercano
A diferencia de otros documentales, Descubriendo a José Padilla cuenta con dos ponentes fijos, que van analizando la figura del autor en las distintas etapas que ocurren en su vida. A pesar del buen hacer, y la predisposición de ambos, se vuelven algo reiterativos al ser el único punto de vista a explotar. Además, a ello se une que una de estas personas es su sobrina y biógrafa. No significa que su participación no sea óptima, al contrario, es una participante muy valiosa, pero podría haber contrastado con más profesionales o allegados del compositor. La razón no es otra que deja una sensación desangelada, al no poder escuchar declaraciones, o análisis, de más personas y parece más reiterativa esta participación. Aun así, su sobrina tiene un amor por su tío, que permite elevar el homenaje con rigor y verdad.
De igual manera, hay que aplaudir a aquellos que sí han ofrecido su participación y se muestran ante la cámara. Dado que en ellos no recae la responsabilidad de haber ofrecido el relato a más diversidad. Uno de ellos, proveniente directo de Argentina, expone la multiculturalidad que había en el propio Padilla. Esas declaraciones es lo que da mayor vitalidad al relato y se debería haber explotado más. Por otro lado, los actores que recrean las situaciones de lo que se está mostrando, les falta más naturalidad, más potencia y una expresividad menos forzada. Al ser el estímulo visual que se ve en pantalla, no se convierten en un buen acompañante de lo que se está narrando, difuminando el efecto en el espectador. Incluso, llega a distraerlo al no dar verosimilitud a lo que busca representar.
La clase de música
Uno de los aspectos que ha supuesto un conflicto para Descubriendo a José Padilla es la realización artística. En primer lugar, el estilo que acoge es más parecido a los archivos documentales didácticos que se suelen utilizar en las instituciones educativas de secundaria, o primaria. Por ende, no sigue una línea más artística, de gran formato, como es la industria cinematográfica. Con lo cual, dentro de esta propuesta visual, hay partes que tienen un valor significativo, en especial, aquellas imágenes grabadas por el propio Padilla. Sin embargo, al igual que ocurre con los documentales dedicados a estudiantes, no hay un atractivo más allá del contenido y el aprendizaje que se puede extraer. En consecuencia, expresa la necesidad de repensar el concepto, sobre todo porque no está a la altura del estilo de Padilla.
Se pueden comprender las limitaciones presupuestarias, pero también se ha visto cómo el bajo presupuesto realiza composiciones artísticas de gran nivel. Por lo cual, la responsabilidad reside más en un planteamiento que se ha quedado en una esencia donde no hay grandes fuegos artificiales. Por un lado, el montaje de material gráfico y audiovisual, a excepción de lo ya nombrado, no obtiene dinamismo, ni un ritmo que magnetice al espectador. Luego, por otro, los homenajes musicales que van apareciendo a lo largo del documental, podrían haberse mejorado con arreglos sonoros de mayor nivel y con voces que derrocharan más potencia y sello de identidad. En algunos casos, inclusive, la grabación presenta problemas perceptibles al espectador. Aun así, también hay algunos puntos destacables, como aquellas grabaciones de artistas de antaño, que sí enamoran por su interpretación icónica, como las escuchadas en su vida en París, o Sara Montiel y “La violetera”.
Conclusión
Descubriendo a José Padillaaborda la vida de uno de los autores con mayor éxito en España y expone su faceta personal y artística. La riqueza de todo el material del que goza, no se saca partido en su envoltorio narrativo y audiovisual. Por lo que, termina de dar un aspecto más cercano a los documentales didácticos de institutos y colegios. Se ve que mengua su potencia tanto en sus ponentes como en la calidad de la realización, la cual no cuida detalles, no innova plásticamente y no es atractiva. Aun así, hay algún material que brilla, como las propias imágenes grabadas por Padilla, o su etapa en París. Un intento de homenajear a un icono de la Historia de la Música que podría deslumbrar más.