El Centro Dramático Nacional estrenó el pasado 27 de junio el Dramawalker Cañada Real. De esta manera, ya está disponible este proyecto que da voz a uno de los vecindarios más controvertidos de la ciudad madrileña. Gracias a esta iniciativa, el espectador podrá ver este barrio de una manera distinta y conocer las historias cotidianas que en él albergan. El recorrido inmersivo se podrá escuchar tanto en la propia Cañada Real, como desde casa. La trayectoria propuesta goza de cinco relatos, que permiten conocer la historia desde dentro.
'Dramawalker Cañada Real', una experiencia teatral auditiva
Este 27 de junio de 2021 se estrenó Dramawalker Cañada Real, el segundo de los tres Dramawalker. Esta temporada han explorado las historias de los barrios de tres ciudades diferentes. Junto con Dramawalker Vite (Santiago de Compostela), ya disponible en la web del CDN. Y Dramawalker Poblenou (Barcelona), que se estrenará el 14 de julio-.
Este proyecto de mediación y creación escénica tendrá continuidad la temporada que viene con la exploración de nuevos barrios. Es una nueva manera de conocer la historia de las personas que habitan esos lugares mediante una experiencia sonora. Además, es accesible desde la web del #Dramático y físicamente, caminando por sus calles. De esta manera, el #Dramático sale de los teatros para acercarse a historias reales. Así ofrece al público la posibilidad de explorar por sí mismo rincones inexplorados de la memoria urbana de nuestras ciudades y comunidades.
La realidad del barrio
"Creíamos necesario narrar esos trocitos de vida de los habitantes del barrio, generar un relato de historias emotivas, que el propio vecindario se vincule emocionalmente con esas historias y que el público al escucharlas se vincule con el barrio a través de esas voces". Fernando Sánchez-Cabezudo, asesor y coordinador artístico del #Dramático, responsable de la idea original, define así "el alma del proyecto Dramawalker".
Al igual que sus pares en los barrios compostelano y barcelonés, Dramawalker Cañada Real es un proyecto de largo recorrido. Arranca con un trabajo inicial de toma de contacto con asociaciones que trabajan en la zona y entidades de la propia Cañada Real -asociaciones de vecinos, de mujeres, de jóvenes... Así, involucra en todo el proceso a las autoras y los autores, propiciando encuentros y entrevistas con todo ese tejido comunitario. Este trabajo de mediación es el magma del que luego salen las historias ficcionadas, que posteriormente grabarán las actrices y los actores. El resultado: una serie de ficciones sonoras geolocalizadas que el oyente puede escuchar haciendo el recorrido físicamente en la propia Cañada Real. Puede ir parando en los lugares donde se ubican las ficciones, o bien desde cualquier punto a través del mapa virtual.
En palabras de sus creadoras
"Se trata fundamentalmente de escuchar", según Raquel Alarcón, directora artística de Dramawalker Cañada Real. "Escuchar lo que los propios vecinos quieren contar, escuchar lo que las asociaciones quieren resaltar, y escuchar lo que los y las autoras (testigos partícipes de todo el proceso) quieren proponer desde la creación y la dramaturgia”. “Este proyecto trata de dar voz a las partes más sensibles que componen la historia de un lugar”, añade Alarcón, “y precisamente por la situación que atraviesa ahora Cañada Real consideramos que tenía mucho sentido escuchar la voz de las vecinas y vecinos que viven aquí, que es lo que normalmente no sale en prensa”.
Por su parte, Sandra Vicente, diseñadora de sonido, explica que su labor ha tenido tres etapas. Por un lado, la documentación sonora recogiendo entrevistas y ambientes. Después, el trabajo con los textos seleccionando los planos sonoros más adecuados. Y, por último, la labor de postproducción. Para ella, "la diferencia que hay con el teatro o las ficciones grabadas en estudio es que aquí el espectador está dentro. Con esta técnica ambisónica e inmersiva podemos tener a la persona oyente dentro de la propia acción”.
Cinco historias de muy diversa índole
Jorge Aznar Canet, Alberto Conejero, Roberto Martín Maiztegui, Cristina Rojas y María Velasco son los y las autoras convocadas a ficcionar esa intrahistoria que habita en Cañada Real. Cada cual ha escrito un relato a partir de su acercamiento al barrio y su vivencia personal. Raquel Alarcón los describe como “un abanico de relatos muy diverso -algunos tienen una gran parte documental, otros parten de un relato de vida concreto, otros recogen experiencias de encuentro con grupos de vecinas y vecinos…-, pero precisamente esta diversidad es interesante porque de alguna manera refleja la naturaleza de Cañada”.
De Alberto Conejero a María Velasco
Así, "Germán", la historia de Alberto Conejero, recoge el testimonio real y directo de Germán, uno de los primeros pobladores del lugar. “En esta ocasión, he sentido que mi contribución más pertinente era la de presentar (esto es: dar presencia y presente) y no representar, dotar de una forma -y ahí ya hay una decisión poética y teatral- a la experiencia vivida en La Cañada”, manifiesta el autor.
"Yo soy gitana", de Cristina Rojas, plasma un momento de encuentro que hubo en el centro sociocomunitario de la Cañada el 8 de marzo por la celebración del Día de la Mujer, pretexto que utiliza la autora para “profundizar en los prejuicios y estereotipos que las blancas y blancos, payas y payos, tenemos hacia la Cañada Real, a la que sólo conocemos por la televisión más manipuladora, e indagar en el antigitanismo, racismo y machismo”.
María Velasco ha optado por contar su propia inmersión en la Cañada, “como alguien que se acerca virgen a una realidad que sólo conoce (mal) por los medios. Y todo lo que supone abandonar las rutas preestablecidas dentro de la ciudad que acaban, ineludiblemente, en procesos de gentrificación”.
Jorge Aznar Canet y Roberto Martín Maiztegui
Jorge Aznar Canet ha escrito una ficción a partir de varias entrevistas con Miguel. Es un vecino de la Cañada que ha hecho del jardín de su casa un museo repleto de obras de arte. Además de la historia de una pasión artística, “la de Miguel es también una historia de dignidad y resistencia, la de un hombre implicado en la lucha vecinal para conseguir la regularización de las viviendas y tratar de evitar los derribos de sus vecinas y vecinos”.
Roberto Martín Maiztegui nos propone en Las Liebres. Un acercamiento a la gente joven de la Cañada a través de “un relato lleno de ficción, tergiversado. Tanto por las necesidades propias de la obra, como por el deseo de sus personajes” que coloca al propio autor como personaje de la obra. “Y es que una de las cosas que más me llamó la atención al conocer a estos chicos –más allá de la ruptura total de los prejuicios que uno trae consigo–“, según el autor, “fue su preocupación por que no aparecieran sus nombres, porque no salieran en ningún lado las grabaciones de nuestra conversación, porque nadie pudiera reconocerlos fuera de su círculo de amigos. Contar una historia sobre los chicos de la Cañada suponía, por tanto, contar una historia de fantasmas”.
Un reparto de altura
Pone voz a estas piezas un reparto integrado por: Malena Alterio, Hajar Brown, Mamen Camacho. Así como Francesco Carril, Alberto Conejero, Elena González, Abdelatif Hwidar, Cristina Rojas. También Saida Santana, Somaya Taoufiki, Camila Viyuela, Pepe Viyuela y Carolina Yuste. Y la participación de las y los vecinos de Cañada Real: Germán Cuesta Hernández, Rahma Hitach El Kanar y Miguel Martín Nombela.
Las historias de Dramawalker Cañada Real se pueden escuchar desde el 27 de junio accediendo a través de nuestra web en este enlace.
FUENTE DPTO. DE COMUNICACIÓN DE CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL
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