Efectos secundarios, nueva serie de Adult Swim, rebosante de ambición, que mezcla sátira oscura, elementos de thriller conspirativo y animación surrealista en un brebaje singularmente extraño. La serie está creada por Joseph Bennett (Scavengers Reign) y Steve Hely, y cuenta con Mike Judge y Greg Daniels como productores ejecutivos. Desde el 30 de febrero de 2025 se puede ver en Max.
Crítica de 'Efectos secundarios'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Efectos secundarios
Título original: Common Side Effects
Reparto:
Dave KingVoz (Marshall Cuso)
Emily Pendergast (Frances Applewhite)
Mike Judge (Rick Kruger)
Martha Kelly (Agent Harrington)
Joseph Anderson (Agent Copano)
Sydney Tamiia Poitier (Cecily)
Shannon Woodward (Amelia)
Ben Feldman (Nick)
Sue Rose (Hildy)
Shalita Grant (Kelly)
Danny Huston (Jonas Backstein)
Christine Ko (Kiki)
Año: 2025
Duración: 22 min.
País: Estados Unidos
Director: Joseph Bennett (Creador), Steve Hely (Creador), Joseph Bennett, Benjy Brooke, Camille Bozec, Sean Buckelew, Vincent Tsui
Guion: Sean Buckelew, Dave King, Joseph Bennett, Jon Foor, Steve Hely, Emma Barrie, Karey Dornetto, Jean Kyoung Frazier
Fotografía:
Música: Nicolas Snyder
Género: Animación. Comedia
Distribuidor: Max
Tráiler de 'Efectos secundarios'
Sinopsis
Esta nueva serie de Adult Swim sigue a Marshall y Frances, antiguos compañeros de laboratorio en el instituto, mientras desentrañan una conspiración en la que están implicadas las grandes farmacéuticas y el gobierno para suprimir el conocimiento del secreto de un raro hongo que podría contener la solución para curar todas las enfermedades del mundo. (Max)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Hongos, conspiraciones y CEO psicópatas
Marshall y Frances son dos científicos caídos en desgracia que descubren un hongo capaz de curar todo ¿El problema? Las grandes farmacéuticas quieren enterrar el descubrimiento, más que un testigo incómodo, lo que sigue es una carrera contrarreloj llena de mercenarios con traje de Armani y un gobierno que hace a House of Cards parecer una guardería.
Cada episodio es un combo de humor negro y paranoia, es como si en Los Simpson, Homer vendiera órganos en el mercado negro. Efectos secundarios no teme clavarte el bisturí en temas como la ética médica o la burocracia asesina, eso sí, los giros te golpean sin aviso.
Caos con método
Joseph Bennett y Steve Hely dirigen Efectos secundarios como si les hubieran inyectado Red Bull en las venas, ritmo frenético, diálogos que suenan a Twitter en modo incendiario y un estilo visual que mezcla lo grotesco con lo sublime.
Sus referentes son obvios, pero aquí la sátira muerde más fuerte, usan el absurdo como arma, la animación, deforme y alucinógena, es el vehículo perfecto, los personajes se retuercen como gomas y los fondos parecen pintados por un esquizofrénico genial.
Gritos, susurros y sarcasmo intravenoso
Marshall es el científico loco que odia ser héroe, su tono de nerd al borde del colapso es tan adictivo como el hongo que promociona. Frances suena como la profesora que te suspendió pero te enseñó a pensar, pragmática, cínica y con un corazón que esconde bajo la bata de laboratorio. Los villanos, CEO, políticos y demás burócratas, son voces que escupen discursos corporativos con la dulzura de un dictador, haciéndolos seres temibles y despreciables.
Un viaje de ácido
La animación, parece dibujada por un niño prodigio que odia las líneas rectas, fondos que se derriten, colores neón que duelen a la retina y un hongo milagroso que brilla como lo importante que es. El montaje visual es una auténtica barbaridad, usa transiciones psicodélicas y montaje paralelo para mostrar simultáneamente la progresión de la conspiración y los traumas de los personajes.
La banda sonora combina sintetizadores ochenteros con sonidos médicos distorsionados, reforzando la atmósfera de paranoia científica. El diseño también es destacable, desde laboratorios asépticos hasta bosques de hongos fosforescentes, el universo visual de la serie es rico, experimental y perfectamente alineado con su mensaje satírico.
Conclusión de 'Efectos secundarios'
Efectos secundarios es una propuesta audaz dentro de la animación para adultos, con una historia que mezcla ciencia, conspiración y humor negro, la serie logra ser divertida e incisiva al mismo tiempo, no es solo una comedia absurda, sino una crítica feroz a la industria farmacéutica y al control institucional sobre la salud y el conocimiento.
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