El castillo, película documental dirigida por el realizador argentino Martín Benchimol, se presentó en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián. La cinta fue la ganadora del Premio de la Industria y del Premio Egeda Platino Industria al Mejor Work in Progress en la sección WIP Latam del Festival de San Sebastián 2022, y tuvo su première mundial en la Sección Panorama del Festival de Berlín 2023 y, entre otros festivales, participó en el Hong Kong International Film Festival, donde ganó el Premio al Mejor director. Estreno en salas de cine españolas el 6 de octubre de 2023.
El castillo marca el debut en solitario del director argentino después de haber codirigido “La gente del río” y “El Espanto”, premiada con el IDFA Award y Premio del Jurado en el Festival Internacional de Guadalajara. Cuento de adultos que en forma documental retrata la convivencia entre madre e hija, con aspiraciones y personalidades muy distintas, en una mansión heredada en medio de la amplia pampa argentina.
Crítica de 'El castillo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El castillo
Título original: El castillo
Reparto:
Alexa Olivo
Justina Olivo
Año: 2023
Duración: 78 min.
País: Argentina
Director: Martin Benchimol
Guion: Martin Benchimol
Fotografía: Nicolás Miranda
Música: José Manuel Gatica Eguiguren
Género: Documental. Drama
Distribuidor: Sherlock Films
Tráiler de 'El castillo'
Sinopsis
Tras trabajar como empleada doméstica toda su vida, Justina hereda de su antigua empleadora una enorme mansión en medio de las pampas argentinas. La única condición es que jamás la venda. En este moderno cuento de hadas, Justina y su hija Alexia enfrentarán los desafíos de mantener viva esa promesa. (Sherlock Films)
El tándem de Justina y Alexa
En forma de documental y género de drama, El castillo narra la vida diaria de una madre e hija que viven solas en una gran mansión solitaria de la amplia pampa argentina. Justina, Justina Olivo, ha trabajado casi toda su vida como empleada doméstica atendiendo la casa y el variado ganado de su empleadora. Allí vive actualmente junto a su hija Alexa, Alexa Olivo, joven activa de carácter fuerte con gran afición por el boxeo y las carreras de coches. La relación entre ellas es peculiar por sus muy distintas personalidades.
Justina ha heredado la gran mansión y finca de su jefa, tras haberla atendido toda su vida laboral, con la condición de no vender nunca la finca. Bajo ésta premisa El castillo desarrolla las relaciones internas y externas de madre e hija. El guion del director retrata sus personalidades con buena psicología naturalista, haciendo un retrato sencillo pero muy atinado de éstas dos mujeres independientes y luchadoras, ante la extensa soledad física del entorno.
Sus vínculos con el exterior son puntuales a través de esporádicas visitas que reciben y llamadas telefónicas que ambas hacen con lejanas amistades y amantes. La gran fotografía de Nicolás Miranda destaca en el film llenando la historia intimista con los buenos planos de interiores y exteriores de la mansión. La música variada de José Manuel Gatica Eguiguren, con temas clásicos y cumbias apoya el ritmo pausado de El castillo.
La mansión, el campo y los animales
El sencillo argumento está lleno de matices que con sus pinceladas hacen retratos detallados de las personalidades de Justina y Alexa. Un buen estudio de sus sensibilidades, especialmente de su relación como madre e hija en el tándem de su convivencia diaria.
Las apariciones esporádicas de personas del exterior rellenan de manera efímera su cotidianeidad, pero a modo de paréntesis circunstancial para luego seguir la tranquila y autónoma vida de ambas mujeres. El núcleo de El castillo es la especial e intensa relación entre ellas, en ese microcosmos que habitan en la mansión, solo conectadas con el exterior a través del teléfono móvil con frecuentes problemas de cobertura.
Un segundo elemento importante sutil en la película es la relación doméstica que tienen con los animales de la finca y la mansión. Relaciones muy significativas con los gatos, perros, ovejas, terneritos y caballos, con quienes se comunican de manera entrañable y muy natural. La mansión donde transcurre gran parte de las localizaciones de El castillo, es en sí misma un gran personaje, con su figura egregia y monumental, así como las numerosas estancias de sus varias plantas.
La dirección de Arte y fotografía han hecho un gran trabajo, dotando de personalidad propia al espacio físico que refleja cómo viven sus estancias Justina y Alexa.
Oasis y refugio personal
La casi unidad simbiótica que forman madre e hija es vivida por ellas como oasis-refugio frente al mundo externo, tras tantos años inmersas en la gran finca en la soledad de la pampa. En El castillo parece como si no sucediera nada especial, pero el denso contenido de las vivencias, sencillas pero intensas, de Justina y Alexa llena de sustancia la película, con sus aspiraciones, ilusiones y sueños, especialmente los de la joven hija.
Alexa desea ampliar horizontes, soñando con irse a la gran ciudad con la perspectiva de una vida por delante para cumplir sus deseos y planes, madurados entre las cuatro paredes de su habitación dormitorio y refugio personal. Lo más interesante de El castillo es cómo ahonda en la intimidad de estas dos mujeres, tan distintas aún siendo madre e hija. Su convivencia diaria es descrita con minuciosidad por el guion con un intencionado ritmo lento, cercano al tiempo real.
A medida que va avanzando la película y nos encaminamos al final, tenemos la grata sensación natural de haber estado de visita conviviendo con ellas para conocerlas más, aunque sepamos que nuestra estancia es breve y que ellas seguirán allí. Ambas mujeres indígenas están bien integradas en el paisaje al que las visitas externas y nosotros mismos como espectadores tratamos de adaptarnos. Podemos extrañarnos e incluso sorprendernos ante la mansión, algo decrépita llena de objetos antiguos y recuerdos acumulados por Justina y Alexa.
Conclusión de 'El castillo'
El castillo es una película intimista que nos adentra en el mundo personal de Justina y Alexa, madre e hija, que conviven en una mansión y finca alejada en medio de la extensa pampa argentina.
Tras haberla recibido en herencia otorgada por la antigua empleadora de Justina que la atendió casi toda la vida, ahora El castillo se convierte en oasis y refugio para la convivencia de ambas mujeres. Sólo visitas esporádicas y llamadas desde el teléfono móvil son sus conexiones con el mundo exterior.
Película del guionista y director argentino Martin Benchimol, en modo documental siendo interesante por el retrato psicológico naturalista de sus protagonistas.
Reportaje de El castillo en Días de Cine TVE
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