El Dorado (1966), uno de los últimos coletazos de la era dorada del Western marcado por el genuino clasicismo de Howard Hawks y fortalecido por la presencia de John Wayne y Robert Mitchum. Cuenta con secundarios importantes como un jovencísimo James Caan, quien 6 años más tarde se convertiría en una de las estrellas de "El Padrino". Adapta la novela de Harry BrownThe Stars in Their Courses” (1960) y fue producida por Paramount Pictures.



El Dorado película

Crítica de 'El Dorado'

Ficha Técnica

Título: El Dorado
Título original: El Dorado

Reparto:
John Wayne (Cole Thornton)
Robert Mitchum (El Dorado Sheriff J.P. Harrah)
James Caan (Mississippi)
Charlene Holt (Maudie)
Paul Fix (Dr. Miller)
John Gabriel (Pedro)
Arthur Hunnicutt (Bull)
R.G. Armstrong (Kevin MacDonald)
Michele Carey (Josephine (Joey) MacDonald)
Ed Asner (Bart Jason)
Marina Ghane (Maria)
Christopher George (Nelse McLeod)
Robert Rothwell (Saul MacDonald)

Año: 1966
Duración: 126 min.
País: Estados Unidos
Director: Howard Hawks
Guion: Leigh Brackett. Novela: Harry Brown
Fotografía: Harold Rosson
Música: Nelson Riddle
Género: Western
Distribuidor: Paramount Pictures

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'El Dorado'

Sinopsis

Un pistolero llamado Cole Thornton (John Wayne) acude a El Dorado por encargo de poderoso terrateniente, Bart Jason. El cacique le ofrece un trabajo: expulsar de unas tierras próximas a una familia de granjeros, los McDonald. Thornton acaba rechazando el encargo a instancias de Jean Paul Harrah (Robert Mitchum), el sheriff de El Dorado y viejo amigo de Cole. Tiempo después, Thornton se entera de que otro pistolero ha aceptado el trabajo que él rechazó, así que decide regresar al pueblo para defender a los granjeros y ayudar a su amigo Harrah, que tiene problemas con la bebida. Le acompaña Mississippi (James Caan), un joven habilidoso con el cuchillo.

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El polifacético Howard Hawks

Cuando nos referimos a un realizador tan importante de la época dorada de Hollywood como Howard Hawks, conviene hacerlo de distintos puntos de vista. El primero podría ser que nos ha dejado obras maestras de distintos calibres a lo largo de su carrera: El sueño eterno (1946), La fiera de mi niña (1938), Río Bravo (1940), Luna nueva (1940)… Y no solo eso, sino que además fue lo suficientemente consistente como para hacer grandes películas a lo largo de, prácticamente, cuatro décadas distintas, desde los años 30 hasta casi los 70. El Dorado es buena prueba de ello, siendo uno de sus mejores westerns a finales de los 60, probablemente el mejor junto a Río Bravo.

Pero si hay algo destacable a la hora de analizar la filmografía de Howard Hawks, más allá de sus distintas grandes obras y la consistencia de su carrera, es la cantidad de géneros que ha sabido dominar con una maestría asombrosa. En ocasiones se destaca la capacidad de los grandes directores a la hora de dominar un género: Alfred Hitchcock como el maestro del suspense, Charles Chaplin como un genio de la comedia, Fritz Lang o Billy Wilder como dominadores del cine negro (este último de la comedia también) o John Ford como el rey absoluto del western.

Y, sin embargo, Howard Hawks es de aquellos directores al que es tremendamente difícil encasillar. Podríamos decir que es un genio del cine negro por películas como El sueño eterno o Tener y no tener (1944), un fantástico realizador de comedias con La fiera de mi niña, Bola de fuego (1941) o Me siento rejuvenecer (1952), un precursor en el cine de gánsteres por Scarface, el terror del hampa (1932), o un magnífico director de westerns gracias a obras como Río Bravo, Río Rojo (1948) o la propia El Dorado. Y todo ello dirigiendo a estrellas de la talla de John Wayne, Gary Cooper, Humphrey Bogart, Cary Grant, Katherine Hepburn, Lauren Bacall, Barbara Stanwyck, Walter Brennan… Sin duda alguna, uno de los directores con la filmografía más completa de la época dorada de Hollywood.

El Dorado película

El fin de los códigos clásicos del western

De la ya mencionada extensa carrera de Howard Hawks, El Dorado se erige como uno de los pocos westerns que realizó el director norteamericano. Probablemente el mejor junto con Río Bravo, como ya se comentaba, y tras Río Rojo, esta y Río Lobo serán sus dos últimas películas y sus dos últimos westerns.

En una época de cambios para el cine del oeste con la irrupción en los años sesenta de Sam Packinpah o el “Spaguetti Western”, El Dorado se enmarca dentro de los códigos del western clásico norteamericano tanto en puesta en escena como en sus temáticas: camaradería, amistad, grandes pistoleros, personajes femeninos con carácter o tiroteos.

Los protagonistas muestran distintas deficiencias que tendrán que superar (secuelas físicas, alcoholismo, vejez, inexperiencia) para lograr vencer a la banda del antagonista de la película, Nelse McLeod (Christopher George), pistolero a sueldo contratado por Bart Jason. Contra él se enfrentarán Cole Thorton (John Wayne), con una parálisis espontánea debido a una herida de bala; Jean Paul Harrah (Robert Mitchum), sheriff de El Dorado sumido en el alcoholismo por desamor; Mississippi (James Caan), un joven inexperto que jamás había cogido un revolver; y Bull (Arthur Hunnicutt), el ayudante del sheriff de avanzada edad.

A diferencia de otros westerns de la etapa de apogeo del género como Solo ante el peligro (1952), La diligencia (1939) o Duelo de titanes (1957), en las que los protagonistas son legendarios pistoleros en su prime, los protagonistas de El Dorado parecen representar en pantalla la misma decadencia que ya sufría en esta época los códigos más clásicos del western, dando paso a nuevos estilos como los ya mencionados de Sam Peckinpah o el western a la italiana.

Robert Mitchum

Con John Wayne hasta el final

Y que mejor representante del western clásico que John Wayne, hombre talismán de gran parte de las obras de John Ford, también de Howard Hawks y, en general, cara visible del género más importante y prolífico de la época dorada de Hollywood.

Y es que a pesar de permitirse “licencias” como la de protagonizar obras maestras como El hombre tranquilo (1952) (por cierto, también de John Ford, aunque no fuese un western), John Wayne está en todas y cada una de las películas del oeste más importantes de la historia del cine: El hombre que mató a Liberty Valance (1962), La diligencia, Centauros del desierto (1956), Fort Apache (1948), y un largo etcétera.

Es lógico, como no, que Howard Hawks decidiese desde Río Rojo que su protagonista para los westerns que dirigiera sería John Wayne, un tipo grande, fuerte, con pinta de duro, de rostro serio y con gesto bruto, alejado del estereotipo de estrella de cine de la época, pero que sin embargo representaba a la perfección el espíritu del western clásico que genios como John Ford o Howard Hawks querían transmitir en sus películas.

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Conclusión de 'El Dorado'

El Dorado se erige como uno de los últimos y mejores westerns del polifacético y prolífico Howard Hawks, ya en el final de su carrera. Aplicando las normas de un western clásico en decadencia con la llegada de nuevas corrientes, cuenta para ello con la eterna figura de John Wayne, representante inigualable del género. El Dorado puede considerarse el broche final de la versión clásica de uno de los géneros más importantes de la etapa de mayor esplendor de Hollywood.

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Javier Suárez de la Iglesia
Abogado con una gran pasión por el cine, especialmente el cine clásico y el cine de las décadas de los 70s a los 2000. Me encanta ver películas y series, leer, escribir e investigar sobre cine.
el-dorado-pelicula-criticaEl Dorado se erige como uno de los últimos y mejores westerns del polifacético y prolífico Howard Hawks, ya en el final de su carrera. Aplicando las normas de un western clásico en decadencia con la llegada de nuevas corrientes, cuenta para ello con la eterna figura de John Wayne, representante inigualable del género. El Dorado puede considerarse el broche final de la versión clásica de uno de los géneros más importantes de la etapa de mayor esplendor de Hollywood.

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