Si algo perfila bien Maggie Peren con su adaptación de El falsificador de pasaportes es la posibilidad de vivir el júbilo aun cuando el contexto sentencia firmemente con la desesperanza. ¿Felicidad durante el nazismo? Cioma Schönhaus argumenta que un judío en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial esbozó una sonrisa permanente frente a la imperante lógica del mal. Estreno el 13 de enero de 2023 en salas de cine españolas.



El falsificador de pasaportes

Crítica de 'El falsificador de pasaportes'

Ficha Técnica

Título: El falsificador de pasaportes
Título original: Der Passfälscher (The Forger)

Reparto:
Louis Hofmann (Cioma Schönhaus)
Jonathan Berlin (Det Kassriel)
Luna Wedler (Gerda)
Nina Gummich (Frau Peters)
André Jung (Herr Dietrich)
Marc Limpach (Franz Heinrich Kaufmann)
Yotam Ishay (Ludwig Lichtwitz)
Luc Feit (Kellner Albert)
Jeanne Werner (Frau Lange)
Sina Reiß (Marktfrau Luise)
Catherine Janke (Brunhild)
Stephanie Stremler (Marktfrau Berta)
Marie Jung (Helene Jacobs)
Stefan Merki (Dr. Heinrich)
Nickel Bösenbergver (Siegfried)

Año: 2022
Duración: 116 min.
País: Alemania
Director: Maggie Peren
Guion: Maggie Peren
Fotografía: Christian Stangassinger
Música: Mario Grigorov
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor: VerCine

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'El falsificador de pasaportes'

Sinopsis

Cioma Schönhaus, de 21 años, no dejará que nadie le robe las ganas de vivir, y mucho menos los nazis. Quiere descubrir la vida, pero tiene la desgracia de vivir como judío en el Berlín de los años cuarenta. Como los mejores escondites están ya ocupados, Cioma decide salir a la luz para escapar de la deportación. Utilizando la identidad de un oficial de la marina que creó para sí mismo, se lanza a la vida nocturna de la ciudad e incluso encuentra una frágil esperanza de amor durante los momentos más oscuros de la guerra.

A lo largo del día, falsifica identificaciones con solo un pincel, un poco de tinta y una mano firme y salva la vida de muchos otros. Sin embargo, su talento le pone cada vez más en peligro, y en algún momento la única esperanza de Cioma para sobrevivir es una última identificación falsificada con su propio nombre. (VerCine)

Videocrítica

Dónde se puede ver la película en streaming



Existencialismo clásico

El falsificador de pasaportes (Der Passfälscher) ha resultado ser una película más que satisfactoria, una que quizá muchos no esperaban así o al menos no conocen de antemano. Sin duda irá cogiendo poder y reconocimiento conforme se recomiende con el 'boca a boca', como suele suceder con las producciones menos promocionadas. Con esta cinta dramática y biográfica en la época del nazismo, y a partir de los escritos del mismo Schönhaus, la directora alemana Maggie Peren consigue esbozar varios puntos existenciales como fuerza para esgrimir que la felicidad más plena no depende del entorno sino de la paz interior.

Es evidente que esta cuestión tan trascendental se ha abordado en innumerables ocasiones a través del séptimo arte, y tantas veces se ha conseguido tratar de manera mínimamente adecuada. No es fácil acertar y mucho menos conseguir que el espectador comulgue con lo que plantea la cineasta teutona. Sobre todo porque no estamos hablando de una obra de corte cristiano cuya hipótesis se sustenta en el amor al enemigo o el perdón en tiempos de iniquidad. Es cierto que un creyente puede llegar a escrutar algunos de estos aspectos como resultado de ciertas situaciones, pero no creo sea la meta de Maggie Peren.

Sin lugar a dudas, una de sus virtudes en el tratamiento conceptual y casi antropológico es hacer una construcción de personajes no solo profunda sino también puramente humana, donde prima la representación de su naturaleza más que la idea de conjunto, que también está presente por motivos obvios: parte del discurso de fondo es atacar el propio sistema implantado por el nazismo, una estructura implacable fundamentada en una doctrina despiadada contra el débil. Pero la directora germana no cae en el argumento fácil, sino que prefiere dirigir sus esfuerzos hacia un alegato más personalista, y esto es una maravilla.

El falsificador de pasaportes película
Copyright VerCine

Un tratamiento realista

Sobre todo porque es necesario, ya que durante muchas décadas se ha antepuesto un argumentario efectistamente patriótico. Películas como El falsificador de pasaportes, aun esta siendo tan peculiar en sus tonos, son imprescindibles para cambiar el foco y llevar al público a una zona reflexión más madura y escatológica. En la adaptación de Maggie Peren no hay país, uniforme o bandera (se ocultan intencionadamente), ya que se evidencia una bellísima ausencia del ideal personificado. Es decir, que no quepa la posibilidad de poner rostro humano al mal puro, que aquí no es otro que la misma esencia del nazismo como ideología antisemita y radicalmente xenófoba. Si algo está claro en esta cinta es eso, que la maldad se manifiesta por medio de los individuos en contextos concretos.

Esto no va de 'buenos y malos', de que vamos a ver a unos dirigentes y oficiales nazis demonizados para fijar el objetivo de nuestras condenas moralistas, o unos judíos torturados para victimizar su situación. La cineasta teutona rompe con este esquema y se centra en las imperfecciones, ambigüedades, errores y aciertos de cada cual en un entorno tan opresor como una guerra. Y ciertamente consigue su misión de mostrar al protagonista ese viaje que ha de recorrer, como he señalado antes, en un ambiente hostil y de muerte, donde latente habita un terror absoluto al inicuo sistema gubernamental que convierte al ciudadano en acusador inmisericorde.

Der Passfälscher filme
Copyright VerCine

El mejor Hofmann

Y aquí es donde entra de lleno el personaje Cioma Schönhaus que fantásticamente encarna nuestro querido y ya conocido Louis Hofmann, el precoz actor alemán que protagonizó la serie de televisión 'Dark', obra maestra de Baran bo Odar y Jantje Friese. Además de demostrar un drástico cambio de registro en El falsificador de pasaportes con respecto a su papel de Jonas Kahnwald, el intérprete tudesco facilita al espectador la posibilidad de empatizar con la figura de Cioma, algo nada sencillo de lograr, pues se nos presenta a un joven alemán de origen judío que sobrevive no solo a base de falsificar documentos de identidad, sino también falseando su propia persona.

Su habilidad trasciende el mero y explícito canto a la vida, el amor o la alegría. El tierno Schönhaus (apenas 21 años) tiene la firme convicción de ser feliz a toda costa, incluso sumergiéndose en el mundo de tinieblas al que le somete el nazismo más feroz. Su aspecto algo ario le permite mimetizarse con el enemigo, y sus habilidades de engatusamiento y seducción hacen el resto.

Louis Hofmann realiza la mejor interpretación de su carrera, aunque corta, que le augura un futuro espléndido. Si ya aplaudimos su notable trabajo en Dark, en esta ocasión eleva el nivel para actuar con una mayor gama de recursos con los que sacar jugo a un espectro de matices todavía más amplio. De hecho, denota una enorme destreza a la hora de generar en su personaje esa dualidad que exige su desarrollo narrativo: de cara a la galería y como instinto de supervivencia siempre se apura en cierto histrionismo, cuando su mirada revela una profunda tristeza por lo que tiene que vivir.

El falsificador de pasaportes película
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Conclusión de 'El falsificador de pasaportes'

Sinceramente creo que El falsificador de pasaportes puede llegar a pasar desapercibida para mucha gente, y su precisión en la narración, el tratamiento y las interpretaciones no merecería tan agrio destino. Maggie Peren hace un trabajo espléndido guionizando y dirigiendo una película que trata de lo que ya hemos visto tantas veces pero que ahora suena distinto. Asimismo, Louis Hofmann está espléndido.

Reportaje de El falsificador de pasaportes en Días de Cine TVE

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