La compañía La Joie de la Colina da un salto arriesgado. Tras ahondar en profundas reflexiones a través de lo cotidiano con ‘Ayer intenté suicidarme’ y ‘El barrio’, ahora esa mirada propia del cine de Éric Rohmer se lleva a lo fantástico, lo bucólico queda transformado en un episodio digno de la mítica seria ‘En los límites de la realidad’. Lo hace con El Lapso, una hipnótica propuesta que logra despertar la perplejidad entre el público y que está en funciones en la sala Lola Membrives del teatro Lara todos los sábados a las 18:15 horas.

La obra se va a la Asturias de los años 90, en una bonita zona rural, alejada del bullicio de grandes ciudades como Oviedo o Gijón. En esa zona, se ha instalado una pareja de treintañeros, Javier y María. Ambos son escritores de éxito y han decidido abandonar el mundanal ruido de Madrid para instalarse en la antigua granja familiar de Javier. Ambos buscan tener una vida más enraizada con la tierra, cosechando sus propias hortalizas, criando a sus animales.

La estampa no podría ser más campestre. Ambos están viviendo un delicioso momento como pareja, especialmente tras haber tenido una crisis en su época en Madrid. Pero ese apacible estilo de vida se interrumpe tras un suceso inexplicable que provoca una desaparición en la que no se deja rastro. No parece que haya sido una huida voluntaria, tampoco un secuestro. Es ahí cuando comienza el calvario de María.



Estreno de El Lapso

Crítica de 'El Lapso'

Ficha Técnica

Título: El Lapso
Título original: El Lapso

Reparto:
Laura Mayo (María)
Chema Coloma (Javier)
Alfonso Muñoz (Matías)
Pablo Blanco

Duración: 75 min. apróx.
Dirección: Diego Da Costa
Dramaturgia: Julio Viñuela Gavela
Producción ejecutiva: Diego Da Costa y Julio Viñuela Gavela
Ayudante de dirección:
Julio Viñuela Gavela
Composición musical y espacio Sonoro:
Julio Viñuela Gavela
Escenografía:
La joie de la colina
Diseño de iluminación:
José Carlos González
Audiovisuales:
Diego Da Costa
Construcción de efectos especiales:
José Daniel Pampliega
Fotografía:
José Ángel Fernández de Córdoba
Prensa y comunicación:
Amanda H C - Proyecto Duas
Colaboradores:
Sala Bululú 2120
Agradecimientos:
Juliette Pizarro y Luis Yunquera
Producción: La Joie de la Colina

Teaser tráiler de 'El Lapso' 

Sinopsis de 'El Lapso'

El Lapso nos lleva a Asturias. Años 90. Javier y María, dos escritores de éxito, viven felices en su casa del pueblo, alejados de la ciudad. Parece que están en su mejor momento, pero la tranquilidad no durará por mucho tiempo... Una desaparición cambiará todo. ¿Cómo se explica lo que va más allá de la lógica? ¿Se puede aceptar lo que no comprendemos? (TEATRO LARA). 



El Lapso
Foto de José Ángel Fernández de Córdoba

Llevando lo sobrenatural a las tablas

Escrita por Julio Viñuela Gavela, se trata de una apuesta en la que Diego Da Costa opta sólo por la dirección, siendo su primer proyecto en el que se limita a esta labor. Ya de por sí, la apuesta es atrevida, al querer llevar la ciencia ficción a las tablas. En los últimos años, el Lara ha querido acoger obras de terror o thrillers que buscan romper con el habitual binomio drama-comedia, como sucedió con ‘Oscuridad’ de Piñaki Gómez o la adaptación de ‘Extremo’, la obra de William Mastrosime.

En este caso, Viñuela Gavela combina suspense, ciencia ficción y terror psicológico en un escenario digno de una película japonesa de los años 90. La dirección de Da Costa juega mucho con los sonidos, la iluminación y los audiovisuales. Más allá de un texto fascinante y unas actuaciones notables, es su parte técnica la otra protagonista de la historia. Aquí, sucesos inesperados, el sonido de un portazo o voces distorsionadas juegan un papel tan fundamental como la de los intérpretes.

En ese sentido, aplauso más que destacado para José Carlos González, en el apartado de iluminación, y al propio Viñuela Gavela, encargado tanto de la composición musical como del espacio sonoro. Esa atmósfera atrapa y permite entrar de lleno en un relato que cautiva por cómo transforma lo que podría haber sido un canto poético a la vida rural en un auténtico infierno con múltiples lecturas.

La desaparición de Javier y sus consecuencias permiten mostrar las grietas que había previamente en el matrimonio. A ello se suma la paradoja entre lo intelectual de sus vocaciones (ambos eran escritores y vivían en una zona privilegiada y bohemia de Madrid) y lo salvaje (dado que Javier se dedica a la caza por temporada y María muestra una fe religiosa excepcional). Esas disonancias permiten miran a unos protagonistas que están a caballo entre el futuro y el pasado.

Teatro Lara
Foto de José Ángel Fernández de Córdoba

Un relato con toques góticos y que evoca al terror japonés

En ese tránsito de tiempo, la desaparición y lo que viene después provocan una serie de mensajes que son libres de interpretar para los espectadores. ¿Acaso es una advertencia del más allá? ¿La losa del peso del pasado incita a romper lazos ancestrales? ¿o acaso todo es solamente una mala jugada del destino?

La propuesta no pretende dar respuestas, sino dejar un misterio con el que el público disfrute y empatice con su protagonista femenina a través de la angustia y desesperanza que padece. En ese sentido, Laura Mayo se lleva un sonoro aplauso. Ella es el principal sostén de la pieza y la que provoca esa sensación de incertidumbre, de intuir que se está ante una narradora poco fiable.

En ese sentido, bien se pueden ver ciertas reminiscencias de la fabulosa ‘Otra vuelta de tuerca’ de Henry James, una de las obras más emblemáticas de la novela gótica y de terror. El ambiente literario y la percepción de seres sobrenaturales influyen esa sensación, con la que Viñuela Gavela debuta en solitario en la dramaturgia. Mayo logra transmitir todas esas sensaciones con una interpretación fabulosa.

Por supuesto, no es la única. Aunque es ella la que lleva casi todo el peso de la historia, meritorio es también lo de Chema Coloma. El actor tenía el reto de tener una transformación radical, de marido afable y afectuoso a hombre paranoico que va entrando en una espiral de autodestrucción. Aplauso también para Alfonso Muñoz, en el papel de guardia civil con cierto toque del cine de los Coen, recordando físicamente a Bastien Bouillon en ese formidable thriller llamado ‘Solo las bestias’. Por otro lado, está Pablo Blanco, cuya presencia da, valga la redundancia, otra vuelta de tuerca al relato.

El Lapso
Foto de José Ángel Fernández de Córdoba

Conclusión

El Lapso es un hipnótico thriller que explora las paranoias más profundas de sus protagonistas. Una experiencia que mantiene la tensión hasta su momento final. Un interesante salto al género por parte de La Joie de la Colina, con la que muestran una prometedora versatilidad.

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