Elza Kephart es una directora canadiense cuya última película, Slaxx, se estrenó recientemente en Filmin. Coescrita por Kephart y Patricia Gómez, esta divertida y sangrienta película trata un tema tan serio como lo es el impacto de la industria textil en países subdesarrollados. Cinemagavia ha tenido la oportunidad de hablar con Kephart acerca del mensaje de Slaxx, de sus futuros proyectos y de lo buena pareja que hacen el humor y la sangre.
Entrevista a Elza Kephart
Resumen
Slaxx
Esther Alvarado/Cinemagavia: Has coescrito Slaxx con Patricia Gomez Szlatar, con quien trabajaste anteriormente en Graveyard Alive (2003). ¿Qué os inspiró a escribir una historia acerca de unos pantalones asesinos?
Elza Kephart: Patricia y yo somos amigas desde los 19. Hace años, durante un viaje, no paramos de repetir "slacks" (pantalones en inglés) para hacer de rabiar a la otra amiga con la que viajábamos y que odiaba la palabra. De ahí surgió la idea de unos pantalones asesinos que hacen de las suyas en un instituto. Era una historia algo tonta.
Años después, Patricia trabajó en Gap y se le ocurrió que la acción debía transcurrir en una tienda de ropa, lo que tenía mucho sentido. Decidimos reescribir el guion en 2016, después de ver The True Cost (2015), que muestra los estragos causados por la moda rápida. De hecho, el personaje de la "influencer" lo incluimos en la película a raíz de ver el documental. A partir de ahí, todo se cristalizó y Slaxx se convirtió en una película que da voz a un odio que siento desde hace años hacia lo que yo llamo el fascismo corporativo.
De compras y a lo loco
E.A/CG: ¿Por qué decidiste combinar la seriedad del tema central con la comedia negra?
Elza Kephart: No lo hice de forma consciente. Siempre me ha gustado el cine de terror y el humor negro, que está muy presente en mis películas. Hay un género cinematográfico en el que el protagonista representa a un ángel vengador cuya misión es hacer justicia. No me di cuenta de que Slaxx entraba en esta categoría hasta después de escribir el guion.
Creo que tratar un tema serio desde el humor hace que la verdad sea más fácil de digerir. Puede que los espectadores que nunca han pensado en la moda rápida hasta ahora, viendo Slaxx, una película ridícula y nada moralizante, estén más receptivos al importante mensaje que transmite. Utilizar la ironía, la sátira y el humor es una muy buena manera de tratar injusticias sociales. El humor remarca las verdades más grotescas y cuando te ríes de eso, te sientes incómodo por encontrar divertido algo tan horrible. Ahí es cuando empiezas a hacerte preguntas.
E.A/CG: Después de ver Slaxx, puede deducirse que, para ti, ir de compras es algo serio. ¿Es así?
Elza Kephart: A los 10 años me di cuenta de la gran influencia que ejercen las grandes compañías sobre nosotros y cómo nos convencen de que debemos consumir para formar parte de un determinado grupo. De joven me encantaba ir de compras, pero a los 19 empecé a comprar también ropa de segunda mano. De todas formas, sigo comprando más cosas de la cuenta porque la ropa es extremadamente barata. Es muy difícil ser inmune a las grandes corporaciones, que gastan millones para convertirnos en consumidores. Lo único que puedo hacer es pensármelo dos veces antes de caer en la tentación.
Una pareja muy bien avenida
E.A/CG: Como demostraste en Graveyard Alive y ahora en Slaxx, la sangre y el humor hacen una muy buena pareja. ¿Por qué crees que esta combinación funciona tan bien?
Elza Kephart: Cuando se producen muchos momentos de catarsis en una película, necesitas una válvula de escape. Esa válvula puede ser el humor, que consigue liberar tensión y te permite volver a adentrarte en la historia y no desconectar por completo, que es lo que ocurre cuando los niveles de terror o angustia son muy altos. No podemos vivir en un estado constante de miedo. A mí, por ejemplo, me aterroriza el cambio climático, pero cuando me reúno con otros activistas para encontrar una solución a un determinado problema, también hay espacio para las risas.
La combinación de terror y humor puede causar también un mayor impacto en el espectador. El mensaje se queda grabado en nuestra memoria porque tenemos dos sentimientos encontrados. Después de todo, te estás riendo de algo que es horrible.
Colaboraciones
E.A/CG: Hasta la fecha, has escrito o coescrito todos los proyectos que has dirigido. ¿Por qué es tan importante para ti estar involucrada en esta parte del proceso creativo?
Elza Kephart: Empecé a escribir guiones cuando tenía 15 años. De hecho, llevo escribiendo más tiempo del que llevo haciendo películas. No fue hasta hace poco que empecé a colaborar con otros guionistas y cineastas. Creo que es una muy buena forma de unir fuerzas. Al fin y al cabo, ellos tiene puntos fuertes que yo no tengo y viceversa, lo que ayuda a acelerar el proceso de escritura. También me gusta hacer colaboraciones porque, aunque me me llevó años encontrar mi propia voz, ahora tengo la confianza necesaria para expresar mi opinión. Aun así, al principio de los proyectos que inicio yo, me gusta trabajar en el guion por mi cuenta para familiarizarme con los personajes y conectar con la historia.
E.A/CG: Después de trabajar durante más de 20 años en el mundo del cine, ¿Qué aspecto de la industria te resulta el más atractivo?
Elza Kephart: Como no podía ser de otra forma, me encanta dirigir, crear mundos. Pero también me atraen la dirección artística y la búsqueda de localizaciones. Algo tiene que ver que mi padre sea arquitecto y haya inculcado ese interés en mí. Me encanta pasar horas investigando hasta dar con el aspecto o localización perfectos que consigan elevar la película y hacerla más real. En Quebec, no tenemos una gran tradición de películas con un diseño espectacular, pero tuve la oportunidad de trabajar en grandes producciones estadounidenses como Juego de honor (2005) o X-Men: Apocalipsis (2016) y descubrir más acerca del proceso de diseño.
Proyectos de futuro de Elza Kephart
E.A/CG: ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Elza Kephart: Tal vez esté trabajando en demasiados... El más avanzado es mi primer proyecto en francés, que está inspirado en una historia de fantasmas que le contaron a Stephan Deroucroix, con quien estoy escribiendo el guion. Se llama Chair Obscure. Es un giro del chiaroscuro, el concepto de iluminación italiano, pero en vez de chiaro (claro) es Chair Obscure, como carne oscura. Trata acerca de una mujer que se muda a una casa que está poseída por el espíritu de su anterior propietario, el cual tiene la capacidad de reencarnarse en otros cuerpos. Cuando la protagonista descubre que tiene una enfermedad terminal, esta intenta aplicar ese mecanismo de transferencia para escapar de su enfermedad. Trata de las zonas grises de la moralidad, del precio que seríamos capaces de pagar por sobrevivir. Es un comentario muy sutil sobre el individualismo y el hipercapitalismo.
También estoy trabajando con Patricia Gómez en una historia de vampiros para la televisión y en dos proyectos más con Stephan Deroucroix. Una de ellas es una fábula mítica basada en la explotación y nuestra responsabilidad como seres humanos. El otro tiene como protagonista a un ángel vengador que quiere hacer pagar a los causantes de la crisis climática por sus acciones.
Películas con mensaje
E.A/CG: Está claro que tu cine tiene importantes mensajes que transmitir.
Elza Kephart: Desde hace unos años, me he dado cuenta de que mis películas deben contener un elemento de activismo. Ahora que soy consciente de los muchos problemas sociales que necesitan solución no puedo simplemente escribir por diversión. Podría decirse que mis películas son un tipo de propaganda que se opone a la forma de vida que, durante años, nos han hecho ver como algo normal. Mi intención es deconstruir esa creencia y no se me ocurre un mejor medio que el cine para replantearnos nuestras vidas.
Perfil de Elza Kephart en IMDB
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