Espontánea (Spontaneous) es la ópera prima de Brian Duffield, guionista de películas como ‘La venganza de Jane’ (Gavin O'Connor, 2016) o ‘Underwater’ (William Eubank, 2020). La película es una adaptación de la novela para adolescentes de Aaron Starmer, ‘Spontaneous’. Está protagonizada por Katherine Langford (‘Por 13 razones’ (serie creada por Brian Yorkey), ‘Puñales por la espalda’ (Rian Johnson, 2019)), Charlie Plummer (‘Todo el dinero del mundo’ (Ridley Scott, 2017), ‘El asesino del nudo’ (Duncan Skiles, 2018)), Piper Perabo o Chelah Horsdal entre otros. Producida por Awesomeness Films y Jurassic Party Productions. Estreno en Movistar+ el 4 de febrero.
Crítica de 'Espontánea (Spontaneous)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Espontánea
Título original: Spontaneous
Reparto:
Katherine Langford (Mara)
Charlie Plummer (Dylan)
Piper Perabo (Angela)
Chelah Horsdal (Denise)
Rob Huebel (Charlie)
Kaitlyn Bernard (Skye)
Hayley Law (Tess)
Yvonne Orji (Agent Rosetti)
Laine MacNeil (Jenna)
Año: 2020
Duración: 97 min.
País: Estados Unidos
Director: Brian Duffield
Guion: Brian Duffield, Aaron Starmer
Fotografía: Aaron Morton
Música: Joseph Trapanese
Género: Ciencia Ficción. Fantástico
Distribuidor:
Tráiler de Espontánea
Dónde se puede comprar la novela
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Sinopsis
Una estudiante de último año de secundaria descubre que ella y sus compañeros de clase pueden explotar en cualquier momento.
Dónde se puede ver la película
Carpe diem contemporáneo
Espontánea (Spontaneous) es una película de ciencia ficción que gira en torno al concepto ‘’carpe diem’’. La historia comienza cuando en la clase de Mara, una adolescente de ‘’segundo de bachillerato’’, explota una compañera. A partir de ese momento les sucederá lo mismo a otros alumnos, en distintas situaciones y sin explicación alguna. El film pasa por encima de los temas principales sin realmente adentrarse en ellos.
La cinta trata en clave de ciencia ficción temas como la pérdida de un ser cercano, la revolución hormonal en la adolescencia y los grandes temas tratados en todas las películas de adolescentes actuales, el consumo de drogas, la relación con unos padres enrollados o el amor contemporáneo. Las metáforas son bastante evidentes, pudiendo relacionar las explosiones espontáneas con las hormonas o con el estrés que provoca no saber qué hacer con tu vida más allá del instituto.
Espontánea (Spontaneous) sucumbe a los clichés de este género que tanto se ha popularizado en la plataforma Netflix. En esta, podemos ver discursos más americanizados, como en ‘Por 13 razones’ o más actuales y cercanos a los adolescentes reales, como en la serie ‘Sex education’, que mantiene un discurso más maduro. De esta forma, la obra se acerca sin acierto a las generaciones actuales, en un momento en el que el ‘’carpe diem’’ se ha normalizado.
‘’Bomba’’ estandarizada
Con Espontánea (Spontaneous), Brian Duffield reflexiona sobre aspectos que afectan a la sociedad actual, pero de una forma que ya hemos visto antes. En el inicio es capaz de conectar con el espectador durante a penas treinta minutos y se acerca directamente a los personajes, con un montaje acelerado y variedad de recursos estilísticos que aportan dinamismo a la trama. Sin embargo, el segundo acto se convierte en una sucesión de obstáculos similares con escenas que no hacen que la trama avance.
Las actuaciones no son un punto fuerte de la cinta, puesto que, Katherine Langford, realiza un papel parecido al de la serie ‘Por 13 razones’, no aportando volumen al personaje. Además, tiene unos padres muy enrollados, que siguen los pasos de su hija sin hacer nada, simplemente actuando bajo una serie de clichés.
En Espontánea (Spontaneous), la guinda del pastel llega cuando el clímax es emocional y la resolución, anticlimática. Esto deja al espectador totalmente planchado después de haber aguantado 97 minutos de metraje. Una ruptura de la cuarta pared pésima que alecciona al espectador, como si de alguien corto de miras se tratase. Deja un mensaje verbalizado, lleno de obviedades que hemos podido ver a lo largo de la película.
Conclusión de ‘Espontánea’
Espontánea (Spontaneous) es la ópera prima de Brian Duffield que no parece dejar un buen sabor de boca al final de la película. Esto se debe a la sucesión de escenas similares, la reiteración de obstáculos y una fotografía al más puro estilo Netflix, sin llegar a ser un producto de la plataforma. Los clichés de género inundan un guion limitado en cuanto a acontecimientos.
Una de las pocas cosas que hace bien Espontánea (Spontaneous), son esos primeros treinta minutos en los que el espectador está enganchado en busca de diversión y ciencia ficción con toques cómicos. El ‘’carpe diem’’ nunca muere, aunque echo en falta la necesidad de películas que reinventen este concepto y se supere esa irrealidad inconsciente, llevando a tierra una generación que sufre por el desempleo, la desigualdad y los numerosos problemas psicológicos creados por el capitalismo actual.
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