El extraño viaje es una inclasificable película dirigida por Fernando Fernán Gómez, convertida con el devenir de los años en una auténtica obra de culto, tras su paso casi inexistente por las salas de cine en el momento de su estreno. La amalgama de géneros es realmente notable, participando del drama, del humor negro e incluso del terror. El reparto incluye, entre otros, a Rafaela Aparicio (Mamá cumple cien años, Ana y los Lobos), Jesús Franco (más conocido por su faceta de director de cine pulp) o Carlos Larrañaga (Las verdes praderas, Luz de domingo). En la conmemoración del centenario de Fernán Gómez es de recibo recordarle con una de las películas que, a la postre, más han acabado calando como uno de sus trabajos más destacados en su faceta de realizador.
Crítica de 'El extraño viaje'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El extraño viaje
Título original: El extraño viaje
Reparto:
Carlos Larrañaga (Fernando)
Tota Alba (Ignacia Vidal)
Lina Canalejas (Beatriz López)
Jesús Franco (Venancio Vidal)
Rafaela Aparicio (Paquita Vidal)
Sara Lezana (Angelines)
María Luisa Ponte (Doña Teresa)
Teresa Gisbert
Luis Marín (Pepe)
Goyo Lebrero (Félix)
Año: 1964
Duración: 98 min.
País: España
Director: Fernando Fernán Gómez
Guion: Manuel Ruiz Castillo, Pedro Beltrán. Argumento: Luis García Berlanga
Fotografía: José Fernández Aguayo (B&W)
Música: Cristóbal Halffter
Género: Intriga. Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'El extraño viaje'
Sinopsis
En un pequeño pueblo de provincias, cercano a la capital, vive una familia compuesta por tres hermanos: la dominante y severa Ignacia y los tímidos y retraídos Paquita y Venancio. La monotonía de la vida del pueblo sólo se rompe los sábados cuando llega un conjunto musical de Madrid para amenizar con sus canciones el fin de semana. Un sábado de tormenta, Paquita y Venancio, que son muy miedosos, oyen ruidos y van buscando protección a la habitación de su hermana. Allí ven a alguien, pero Ignacia lo niega rotundamente.
Dónde se puede ver la película
Crónicas de un pueblo asfixiante
El extraño viaje comienza de una forma enormemente elocuente en lo tocante a uno de los discursos de la película. El contraste entre dos formas de vida en constante pugna dentro de un ambiente rural. Vemos, en una sala de fiestas de un innominado pueblecito castellano, a una orquesta tocando animadamente. Angelines (Sara Lezana), una joven del pueblo, baila un twist mientras unas viejas enlutadas la observan con reprobación. Angelines representa el único resquicio de modernidad, de libertad, de aperturismo en el viciado y asfixiante ambiente rural propuesto por la película
Lo que podría haber sido un pasaje anecdótico, animado, como entradilla para abrir boca, representa muy bien el paradigma en el que se asienta la historia. Apenas ha bastado un baile para significar el espíritu de una época y para presentarnos la esencia del pueblo. En otro vértice de la historia, El extraño viaje fija su atención en la casa de los Vidal. Allí residen tres hermanos. De un lado la dominante hermana mayor, Ignacia (Tota Alba), y de otro Venancio (Jesús Franco) y Paquita (Rafaela Aparicio), los más pequeños. Ignacia tiene una personalidad tiránica y dominante con la que somete a Venancia y a Paquita.
Estos últimos, si bien son adultos, parecen tener una edad mental inferior a la que les corresponde, fruto quizá de algún desarreglo cognitivo. Esto les hace ser algo ingenuos e infantiles. Mientras el resto del pueblo va a su aire, estos tres hermanos viven enclaustrados en su casa, sin contacto con el exterior. Una noche de tormenta, Venancio y Paquita tienen miedo y acuden buscando la protección de hermana mayor. En la habitación de ésta creen ver a alguien, pero ella lo niega rotundamente. A partir de entonces, el ambiente de casa de los Vidal se enrarece a marchas forzadas.
Una película difícil de clasificar
A El extraño viaje conviene no acercarse con el talante de un entomólogo, dispuestos a clasificar con precisión el género de la película. La conjunción de todos ellos es sorprendentemente amplia y armónica. El espíritu de la película está bañado en una negritud que no nos es desconocida en España. Está en lo grabados de Goya o en los esperpentos de Valle-Inclán. Se trata de una versión grotesca y algo lúgubre del costumbrismo. El ambiente del pueblecito castellano es un cúmulo de hipocresías, apariencias y beatería santurrona. En este aspecto la película recoge el testigo de, por ejemplo, alguna película de Bardem como Calle Mayor (1956) o Nunca pasa nada (1963).
El interior de la casa de los Vidal, por ambientación y por argumento, flirtea casi con el terror. Como referencia podríamos hacer notar la de Hitchcock, y concretamente Psicosis (1960). Se nota en detalles como en el aspecto siniestro de la morada, o en el pájaro disecado que preside una de las estancias. Por no mencionar la enfermiza relación entre Ignacia, que aunque es hermana mayor ejerce casi de madre, y Paquita y Venancio. Es en esta parte donde la película sugiere un enigma, un secreto cada vez más acuciante para los hermanos pequeños, resuelto de una manera inquietante y bien filmada. A destacar los largos movimientos de cámara que consiguen un suspenso mantenido.
Además hay un componente de thriller policíaco, que se basa en un crimen real llamado "El Crimen de Mazarrón", convertido en argumento por Luis García Berlanga y guionizado por Pedro Beltrán. Toda mención a la localidad murciana de Mazarrón quedó prohibida por la censura, en base al perjuicio que podría suponer para el turismo del pueblo una historia tan negra. Finalmente la película fue rodada en el pueblo madrileño de Loeches.
La galería de personajes de El extraño viaje
El extraño viaje tiene una de sus bazas en unos personajes que son insólitos y costumbristas a un mismo tiempo. El pueblo en sí mismo es un personaje grupal, encerrado en sí mismo y entrometido. Los hombres se muestran rijosos y calenturientos y no apartan la mirada de las jóvenes como Angelines. Las mujeres son unas beatas fiscalizadoras de la moral local y vigilantes de cualquier acción que burle a su puritanismo. Y en general todo el pueblo es un hervidero de hipocresía y entrometimiento. Véanse si no, como pasan revista a los que no han ido a misa.
Doña Teresa (María Luisa Ponte) es el exponente del sector más intransigente del pueblo. Regenta una mercería y no duda en denunciar al párroco o a las autoridades cualquier desviación de su código. La versión amable, aparte de la jovialidad de Angelines, es el romance entre Beatriz (Lina Canalejas), una mujer local, y Fernando (Carlos Larrañaga), uno de los músicos que vienen desde Madrid todos los fines de semana para tocar con la orquesta. Y ni siquiera este noviazgo está exento de maquinaciones y secretos.
Los personajes más llamativos son los Vidal. Ignacia bajo su aspecto severo y áspero guarda otra cara que sus hermanos desconocen. Las actuaciones de Rafaela Aparicio, Jesús Franco y Total Alba son magníficas. Particularmente meritorias son las dos primeras, que plasman una pareja de seres ingenuos, pero debido a la fuerza de las circunstancias también inquietantes.
Ambientes enrarecidos
La dirección de Fernando Fernán Gómez es excelente. Sabe dotar a la casa de los Vidal de un ambiente tétrico, casi alarmante. La factura es digna, en este aspecto, de los exquisitos terrores góticos de la Hammer en combinación con un sentido a lo Hitchcock. Las secuencias largas y los prolongados movimientos de cámara nunca son usados con otro fin que no sea el narrativo. Lo mismo en tan lúgubre casa que en la sala de fiestas.
La presencia del sexo también es importante en El extraño viaje. Evidentemente de una forma sugerida, pero, aun así, atrevida para la época. Temáticamente se materializa en el clima de represión, donde cualquier pulsión, o muestra ligeramente salida de tono es tomada como un libertinaje inaceptable. Todos los actos de los habitante de este aciago pueblo están sometidos al escrutinio, al ostracismo o a la burla cruel. Hay, por otra parte, un fetichismo muy clásico de Luis García Berlanga que, recordemos, fue el primer instigador del guion.
El argumento parece discurrir por varias historias independientes dentro de este microcosmos rural, pero de una manera insospechada y misteriosa todos los elementos irán convergiendo en uno. Siendo el resultado final un extraño viaje (aunque el título no proviene de ahí) donde se juntan costumbrismo, crimen y humor negro. Todo ello plasmado de una manera insólita y genial por Fernando Fernán Gómez.
El arte de Fernando Fernán Gómez
Fernando Fernán Gómez fue un hombre singularmente creativo y particularmente talentoso. Su magisterio se extiende entre el cine, a todos lo niveles como el interpretativo o el directoral, la novela y el teatro. Como testimonio de ello tenemos la excelente novela El viaje a ninguna parte, también estupenda película, o la obra de teatro Las bicicletas son para el verano. También conviene mencionar su autobiografía El tiempo amarillo.
En el cine, su faceta como director, quizá no tan conocida como la de actor, es una área en la que demostró numerosas y variadas muestras de talento. Su obra más famosa en este aspecto es la adaptación de El viaje a ninguna parte (1986), la tragicómica historia de una compañía teatral itinerante durante la posguerra, no exenta de melancolía, que le valió un Goya a Mejor Director. De Fernán Gómez podemos decir que tuvo una carrera arriesgada, síntoma de que fue todo un autor.
Un autor insólito
Particularmente en los años 60 la osadía le costó sonoros fracasos a cuenta de la censura, que hizo que obras como la crudísima El mundo sigue (1963), o El extraño viaje, apenas tuvieran distribución. Ésta última solo pudo verses cinco años después de rodarse y apenas en un puñado de cines. Se trata de dos películas ferozmente incómodas, tremendistas, negrísimas. Otro perro verde cinematográfico es ¡Bruja, más que bruja! (1977), un inenarrable musical (o antimusical) a ritmo de zarzuela y con un humor surrealista casi precursor de Amanece que no es poco. Hablando de humor, su adaptación de La venganza de don Mendo (1961) casi prefigura a los Monty Python de Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1975).
No podemos olvidar otras obras como La vida por delante (1958), La vida alrededor (1959) y, a título personal, Siete mil días juntos (1994); otra comedia negrísima que podría ser el émulo patrio de La guerra de los Rose (1989). Y así, en fin, podemos encontrar una retahíla de títulos más insólitos de lo que parece, muestra de la creatividad inagotable de un hombre cuyo talento hay que celebrar por lo alto en su centenario.
Conclusión de 'El extraño viaje'
El extraño viaje es la genial, y casi imposible, unión entre el cine costumbrista, el esperpento valleinclanesco y la vena inquietante de Alfred Hitchcock. Un aguafuerte de una época y un lugar proclive a estampas grotescas y a curiosas crónicas negras. Incómoda, extraña, pero a la vez curiosamente juguetona, afortunadamente esta obra maestra de Fernán Gómez ha encontrado, o está en ello, el estatus que se merece.
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