Fahrenheit 451 es una novela de ciencia ficción distópica escrita por Ray Bradbury en 1953. En ella se nos presenta un futuro de miseria intelectual donde la literatura está proscrita y los bomberos en lugar de extinguir incendios, queman libros (Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel) y persiguen a sus dueños. De la la novela existen dos adaptaciones cinematográficas, siendo la dirigida por Truffaut en 1966 la más celebrada. Hasta el punto de considerarse un clásico cinematográfico y ,como curiosidad, el único film del director francés rodado en inglés. Fue nominada al León de Oro en Venecia y al Bafta a la mejor actriz (Julie Christie) En 2018 HBO produjo un telefilm de no mucho recorrido con Michael B. Jordan al frente del reparto. Para la crítica nos basaremos en la primera y clásica adaptación.
Crítica de Fahrenheit 451
Resumen
Película. Fahrenheit 451
Ficha Técnica
Título: Fahrenheit 451
Título original: Fahrenheit 451
Reparto:
Julie Christie (Clarisse / Linda Montag)
Oskar Werner (Guy Montag)
Cyril Cusack (Capitán Beatty)
Anton Diffring (Fabian)
Jeremy Spenser (Hombre con la manzana)
Ann Bell (Doris)
Alex Scott (Persona del libro: 'La vida de Henry Brulard')
Bee Duffell (Mujer libro)
Caroline Hunt (Helen)
Anna Palk (Jackie)
Año: 1966
Duración: 108 min.
País: Reino Unido
Director: François Truffaut
Guion: François Truffaut, Jean-Louis Richard (Novela: Ray Bradbury)
Fotografía: Nicolas Roeg
Música: Bernard Herrmann
Género: Ciencia Ficción
Distribuidor: Universal Pictures International Spain
Tráiler de Fahrenheit 451
Donde comprar la película
- Julie Christie, Oskar Werner, Cyril Cusack (Actores)
- François Truffaut (Director)
- Calificación de la Audiencia: Pendiente de calificación por edades
Sinopsis
François Truffaut dirige la adaptación al cine de la célebre novela de Ray Bradbury, un contundente alegato contra el totalitarismo analfabetizador. Imprescindible.
Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel de los libros. Guy Montag, un disciplinado bombero encargado de quemar los libros prohibidos por el gobierno, conoce a una revolucionaria maestra que se atreve a leer. De pronto, se encuentra transformado en un fugitivo, obligado a escoger no sólo entre dos mujeres, sino entre su seguridad personal y su libertad intelectual. (Filmin)
Premios
- Festival de Venecia: Nominada al León de Oro. 1966
- Premios BAFTA: Nominada a Mejor actriz británica (Julie Christie). 1966
Novela. Fahrenheit 451
- Tapa blanda: 176 páginas
- Editor: DEBOLSILLO (2 de julio de 2019)
- Idioma: Español
- ISBN-10: 1644730537
- ISBN-13: 978-1644730539
Donde comprar la novela
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Reseña del editor
Guy Montag pertenece a una extraña brigada de bomberos. Su misión, paradójicamente, no es la de sofocar incendios sino la de provocarlos para quemar libros. Ha sido bombero durante más de 10 años, y siempre le gustó su trabajó. Nunca cuestionó nada --ni la emoción de las salidas a medianoche ni el placer de ver las hojas arder-- hasta que conoció a una niña de diecisiete años que le mostró un pasado en el que la gente no tenía miedo y a un profesor que le habló de un futuro en el que la gente podría ser libre. Y al fin Montag comprendió lo que tenía que hacer.
Fahrenheit 451, la novela más célebre del maestro de la ciencia ficción, nos presenta un futuro perturbador: un mundo en el que los libros y la lectura están prohibidos. Porque leer obliga a pensar, y en ese mundo está prohibido pensar. Porque leer impide ser ingenuamente feliz, y en ese mundo hay que ser feliz a la fuerza.
Donde se puede ver la película
Un futuro tenebroso
Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, es todo un clásico de la ciencia ficción distópica donde, por lo tanto, se nos habla de un futuro pesimista cuya ensoñación sirve como aviso para corregir un rumbo que el autor considera nocivo para la sociedad. Quizá junto con Un mundo feliz, de Aldoux Huxley, y 1984, de George Orwell, se trate del ejemplo perfecto del género. En todos ellos hay una manipulación, por parte del poder, del individuo que, sometido a todo tipo de servidumbres acaba siendo una especie de esclavo feliz, alienado y a menudo conformista. En 1984 se utiliza la vigilancia omnipresente sobre el ciudadano y una cuidada manipulación y desfiguración de la realidad. Para Un mundo feliz el ser humano se convertirá casi en un producto de cadena de montaje que a su vez es condicionado para el consumo.
En Fahrenhet 451 el enemigo es el libro. Todo lo que representa. El protagonista es Guy Montag, un bombero que, como todos los de su gremio en este futuro, se dedica a localizar libros y reducirlos a cenizas a base de lanzallamas y queroseno. Tiene un buen futuro en su trabajo, pero poco a poco se nos va mostrando que percibe que hay algo en el mundo que no está bien. Esta toma de conciencia también es clásica de este tipo de novelas, pudiéndose ver en el caso de Winston Smith en 1984 y de Bernard Marx en Un mundo feliz.
Conceptualmente Truffaut es fiel al mensaje de Ray Bradbury, si bien presenta alguna particularidad en lo que a personajes se refiere. Quizá el director francés aporta un toque más pop, colorido y psicodélico, que en principio podría imaginarse lejano a la novela pero que finalmente no es más que una elección visual sin merma de las ideas.
Cuestión de personajes
Tanto en la novela como en la película el personaje de Montag es bastante parecido. En el celuloide es interpretado por Oskar Werner, que ya había colaborado con Truffaut en Jules y Jim (1961), y capta el tono de héroe normal, de trabajador cotidiano que con su lucidez y sensibilidad percibe el mundo como realmente es. Otros personajes sufren variaciones. Uno fundamental en la novela es Clarisse McClellan, una joven idealista y algo infantil que supone una rara avis para el mundo en el que vive. Su ingenuidad hará mella en Montag y servirá de catalizador de su nueva visión de la realidad.
En la película, Clarisse, si bien es joven, es un personaje mucho más adulto. De hecho trabaja de maestra. La interacción con Montag será mucho más de tú a tú, y más prolongada a lo largo de toda la historia. Está interpretada estupendamente por Julie Christie (Doctor Zhivago, Amenaza en la sombra), que hace que subyazca un encanto más sensual que en la novela, aunque quizá menos lírico.
Un personaje importante en libro y película es la esposa de Montag (Linda en la película y Mildred en la novela). Es un arquetipo del ciudadano perfecto, abúlico, alienado y conformista. Se pasa el día viendo una especie de televisión interactiva, tomando píldoras (a veces excesivamente) y sin preocuparse absolutamente por nada. Con ella Bradbury y Truffaut nos hacen un resumen perfecto de la sociedad de Fahrenheit 451. Truffaut se sirve del cine para que Linda y Clarisse tengan la misma cara, porque de hecho a ambas las interpreta Julie Christie. De este modo nos muestra a las dos mujeres como las dos caras de una misma moneda. El tour de force de Julie Christie es muy potente, siendo lo más destacado desde el punto de vista actoral.
¿Por qué quemar libros?
¿Pero por qué se persigue con tanta saña a los libros en Fahrenheit 451? Libro y película coinciden en los fundamental, aunque la novela se explaya un poco más. Según un superior de Montag los libros hacen arrogantes a las personas, las hace creerse superiores por haber leído tal o cual cosa. Son fantasiosos y antisociales. De modo que desde el poder se impone astutamente un rasero de mediocridad que inhabilita al ciudadano para cuestionarse problemas realmente básicos. Así el pueblo vive en una falsa realidad estupefaciente, alimentada además por triviales programas de televisión y píldoras adormecedoras.
La explicación del libro añade algunos elementos de interés. Beatty, el superior de Montag, le cuenta que fue la propia gente la que fue dejando los libros de lado al ir obteniendo otro tipo de estímulos cada vez más efímeros e hipnotizadores. Radio, prensa y televisión (cuando se escribió el libro no se podía prever la informática como hoy es) se fueron potenciando hacia el consumo de masas, de tal modo que la gente solo respondía a mensajes rápidos y fugaces. La literatura pasó a ser obsoleta e incómoda.
El poder encontró una magnífica oportunidad de homogeneizar y narcotizar a la población. Eliminando los libros se eliminaba la reflexión. Bradbury introduce un matiz bastante actual. Beatty dice textualmente en la novela: ¿"A la gente de color no le gusta El negrito Sambo? Quémalo ¿A la gente blanca no le gusta La Cabaña del Tío Tom? Quémalo. ¿Alguien escribió una obra acerca del tabaco y el cáncer pulmonar¿ ¿Aflige a los fumadores? Quémalo (...) No aflijamos a los hombres con recuerdos. Que olviden." Es decir, se impuso cercenar la parte de la realidad que no gustaba, sin conocimiento ni contexto que sirviese de matiz. Unos hechos que nos resultan desconcertadamente contemporáneos y vigentes.
Bradbury y Truffaut. El estilo de Fahrenheit 451
Ray Bradbury utiliza una ciencia ficción de estilo sencillo, pero a ratos altamente lírico. Tanto en sus relatos, como en Fahrenheit 451, hay una sensibilidad particular que lo diferencia de otros autores del género. Asimov, Clarke o Lem, sin duda grandes escritores, pueden ser más certeros desde el punto de vista tecnológico/científico pero Bradbury llega más fácilmente a la emotividad. Como libro, Fahrenheit 451 es accesible y rico en ideas. No es muy largo en extensión y utiliza varias digresiones internas de Montag que Truffaut convierte en diálogo y acción. Se echa de menos en la película el personaje de Faber, un anciano ex profesor de literatura que se convierte en el mentor de Montag y despierta en él cierto impulso revolucionario.
Si había un director apropiado de la nouvelle vague para dirigir Fahrenheit 451, ése era François Truffaut. No solo por compartir cierto aliento lírico con Bradbury, sino porque en otras manos la audacia formal y la experimentación hubieran podido colisionar con el mensaje. Basta con fijarse en lo que hizo Godard con la ciencia ficción en Lemmy contra Alphaville (1965). Lo cual no quiere decir que la forma de rodar sea enteramente clásica. Hay, por ejemplo, algunos cortes de montaje, elipsis y zooms que recuerdan al estilo novedoso de la nouvelle vague.
Otros alicientes
Hay que destacar también algunos ilustres compañeros de viaje con los que contó Truffaut. La banda sonora corre a cargo Bernard Hermann, el compositor fetiche de Hitchcock. Lo cual no puede ser casual si tenemos en cuenta la rendida admiración que sentía Truffaut por el británico. La fotografía es de Nicolas Roeg, quien a la postre se convertiría en director de culto merced a obras como Amenaza en la sombra (1973) o Contratiempo (1980). El diseño de vestuario corresponde a Yvonne Blake, vieja conocida de nuestro celuloide y Presidenta de la Academia de la Academia de Cine hasta su muerte en 2018. Lo que significa que contribuyó al particularísimo aspecto de Fahrenheit 451. Totalmente acorde con el colorido sesentero y psicodélico de la época. Hoy quizá puede parecer un poco kitsch, pero tiene personalidad y en realidad no estorba el disfrute de la película.
Conclusiones de Fahrenheit 451
No hay mucho conflicto entre libro y película. Quizá para la literatura de ciencia ficción la obra de Ray Bradbury sea más significativa que la de Truffaut para el cine. No obstante, la tesis de la obra literaria está bien trasvasada al cine en lo esencial, y las imágenes creadas, más allá de lo coyuntural de la época, dan fe casi notarial de lo querido expresar por Bradbury. Si acaso el escritor estadounidense da un tono más oscuro y menos optimista, pero no es tan significativo en el resultado final. Conviene, por lo tanto, disfrutar de los dos formatos. Ambos Farenheit 451 son lúcidos y accesibles.
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