El pasado 7 de mayo se estrenó en los Teatros del Canal la última producción de La_Compañía exlímite: Ficciones, escrita por Fernando Delgado-Hierro y dirigida por Juan Ceacero. El elenco está formada por Javier Ballesteros, Ángela Boix, Leticia Etala, Beatriz Jaén y Macarena Sanz. Una obra que indaga en torno a los límites de la realidad e invención. Cuarto proyecto de la compañía, tras éxitos como "Los Remedios" o "Cluster". Estará en cartel hasta el 19 de mayo.
Reparto: Javier Ballesteros
Ángela Boix
Leticia Etala
Beatriz Jaén
Macarena Sanz
Belén de Santiago
Duración: 125 min. apróx. Dirección: Juan Ceacero Dramaturgia: Fernando Delgado-Hierro Concepción: Juan Ceacero
Creación: Juan Ceacero, Fernando Delgado-Hierro y el elenco de La_Compañía
Escenografía: Pablo Menor Palomo
Vestuario: Ikerne Giménez
Iluminación: Rodrigo Ortega
Espacio sonoro: Daniel Jumillas
Ayudante de dirección y regiduría: Majo Moreno
Auxiliar de dirección: Inés Gasset
Coordinador técnico: Enrique Chueca
Asesor de movimiento: Ángel Perabá
Comunicación y vídeo: Inés Sánchez
Fotografías: Carla Maró
Cartelería y diseño gráfico: Estudio creativo [La dalia negra]
Asesor artístico: Gérard Imbert
Distribución: Iñaki Díez
Producción: María Martínez Rivas
Dirección de producción: Elena Martínez Producción: La_Compañía exlímite en coproducción con Teatros del Canal
Tráiler de 'Ficciones'
Sinopsis de 'Ficciones'
Vivimos envueltos en relatos, medias verdades, versiones tergiversadas de la realidad, de ahí la dificultad para desentrañar la verdad de la ficción y la tendencia a construir nuestras propias ficciones. El teatro es una de ellas.
El escenario es como un acelerador de partículas. Es el espacio donde emerge la ficción, pero al mismo tiempo siempre es una nueva oportunidad para preguntarse de qué está hecha, cuál es su sentido y naturaleza y, en última instancia, para qué la necesitamos. Crear una obra es volver a hacerse la pregunta acerca de por qué contamos historias mientras construimos una.
Ficcioneses un desfile desbocado y fragmentado de historias y personajes que se vale de la transformación y la máscara para reflexionar sobre la naturaleza de la ficción y sobre cómo esto incide en la construcción de quienes somos y de aquello en lo que creemos, en un mundo donde las fronteras entre realidad, ficción, verdad y mentira, se han diluido. (TEATROS DEL CANAL).
La influencia del bagaje cultural
No es fácil definir Ficciones al no tratar un único tema en cuestión, lo cual supone todo un reto para los espectadores. Sin duda, es una manera disruptiva de afrontar la creación teatral, estableciendo un relato que se compone de la propia reflexión de qué es la ficción. Gracias a ello, se levanta una obra que se sale de los parámetros habituales de la estructura clásica de teatro, mostrando distintas escenas que confluyen entre sí sin una cohesión aparente. Sin embargo, lejos de estorbar, elevan el resultado de la pieza, al hacer de esta locura su propia personalidad. Además, cabe decir que tras dos obras en las que se ha bebido de una autoficción completamente naturalista y cercana, es una ruptura bien ejecutada.
Desde el principio se puede ver una construcción en torno a los procesos, al propio ritual de materializar un espectáculo teatral, viéndose también la reflexión de cuánto es original y cuánto se bebe de otros artistas. De esta forma, consiguen poner sobre la escena un dilema complejo y exquisito. También debe mencionarse la comedia que se hace patente desde el primer minuto, son varios momentos en los que las carcajadas inundan el patio de butacas. No obstante, su principal inconveniente es no saber el límite y extenderse en exceso en duración. Por lo cual, da la sensación de poderse contar lo mismo de una forma más comprimida y efectiva. En consecuencia, hay partes en las que se produce cierta desconexión y la energía baja notablemente. A veces menos es más y en piezas de esta índole, se agradece ser efectivos en lo que se queda en el proyecto.
Un elenco impresionante
Se puede decir sin problema que Ficciones cuenta con un reparto brillante, cada uno de los intérpretes estás sembrado. En primer lugar, una magnífica Ángela Boix, que demuestra un poder expresivo de alto nivel. Sabe dar a cada personaje su lugar, su espacio, su tono, su movimiento… Es una auténtica artesana del arte de la interpretación, ofreciendo un trabajo impoluto. Magnífica. Seguramente, sea una de las mejores actrices de su generación. Después, Javier Ballesteros se sumerge de lleno en esta locura, con un control del lenguaje corporal, el movimiento, los gestos, los detalles, que hacen que se comprenda el gran profesional que es. Está pletórico. Leticia Etala tiene una personalidad muy especial sobre las tablas, que explota virtuosamente. Su papel de María Callas es exquisito, contrastando con otros perfiles que se ven en escena.
Beatriz Jaén regala frescura sobre las tablas, aprovechando completamente su naturalidad y una cercanía que permite que el espectador conecte fácilmente con ella. Además, tiene momentos muy álgidos, como cuando da vida al director. En este sentido, se ve una confianza y una solidez en su trabajo, que hace que se ejecute sin ningún problema. Para terminar, Macarena Sanz completa el reparto, con una labor salvaje, comenzando desde un prisma más sutil y delicado para ir sorprendiendo a la audiencia con personajes completamente rocambolescos. Se divierte y transmite eso al patio de butacas, lo cual anima y aporta vida a la propuesta. En resumen, el conjunto goza de un alto nivel interpretativo y una química perfecta.
La paella de lo histriónico
La_Compañía exlímite avanza en su labor como creadores artísticos en Ficciones, donde apuesta por una puesta en escena de mayor envergadura que producciones anteriores. Por ello, se valora positivamente la creación de una escenografía ambiciosa, recreando lo que sería un salón de bodas. Asimismo, se aplaude el cuidado del audiovisual, bien empastado con los elementos físicos, que permiten disfrutar al mismo tiempo de lo que se proyecta que de lo que se ve en escena. Otro de los puntos a destacar es el vestuario, el cual va transformándose según las necesidades y mediante diseños muy llamativos, uniéndose que no son pocos los cambios de vestuario en escena. El diseño sonoro bebe de esas referencias pop, que encajan con la personalidad de la pieza.
La iluminación apuesta por una selección de colores atrayentes, que, junto con el diseño general de la pieza, obtiene un resultado más que favorable. El movimiento escénico es otro de los aspectos a subrayar de la propuesta, dado que los actores se encuentran continuamente deambulando por el espacio. Es innegable que la dirección ha sabido unir las distintas piezas de este puzzle y artísticamente fluyen de una forma muy orgánica. Sin embargo, el ritmo es algo irregular, hay tantos estímulos, que muchas veces se ven descompasados. En consecuencia, hay escenas de gran dinamismo, mientras que otras llegan a hacerse algo lentas. Por tanto, la lucidez del concepto se ve algo afectado por esta sensación. La duración tampoco le ayuda, al tener la sensación de extenderse en exceso en el tiempo, sería más eficaz o concretar la locura o hacerlo en menos tiempo.
Conclusión
Ficciones es una locura teatral, que irrumpe en la cartelera mediante una propuesta original y rocambolesca. El guion no busca reflexionar sobre algo en concreto, sino que mediante la pregunta que se formula, se establece una sucesión de escenas que ilustran lo abstracto que supone responderla. El elenco es brillante, unos intérpretes maravillosos, destacando unos impolutos Ángela Boix y Javier Ballesteros. Por otro lado, la puesta en escena es ambiciosa, cautivadora y se ve un avance en la producción de la compañía. No obstante, el ritmo es algo irregular, así como la búsqueda de durar más y más, que no siempre supone ser un acierto. Aun así, el resultado es llamativo y fuera de lo común. La invitación a un vodevil moderno y teatral, que explora la ficción desde una vertiente alocada y artística.