"For the Sake of Vicious": Una home invasion sin concesiones

En For the Sake of Vicious es Halloween. Romina regresa a casa después de su turno en el hospital y se encuentra a Chris, un maníaco triste, que se esconde junto a Alan, un rehén lleno de moratones. Romina se encuentra atrapada entre los dos, a cual más sospechoso. Una ola de intrusos violentos llega al vecindario: la única manera de salir de la situación será volverse tan violento como los demás. (FILMIN).

Donde se puede ver la película

Una home invasion salvaje

Fue una de las sensaciones de las maratones nocturnas del Festival de Sitges 2020. For the Sake of Vicious gustó mucho porque cumple todos los requisitos necesarios para ese tipo de sesiones. Mucha sangre, diversión y poca necesidad de estrujarse el cerebro. A la película le sienta bastante peor verla fuera de ese entorno, ya que la historia es incongruente y el desarrollo de personajes nulo.

La primera secuencia nos mete de lleno en el meollo del asunto. Estamos en la noche de Halloween (noche predilecta para situar pelis de terror). La protagonista llega a su casa tras un turno agotador en el hospital donde trabaja como enfermera. La primera sorpresa de esa larga noche será encontrarse dentro a un hombre que está torturando a otro en una silla. Es un inicio típico para una home invasion o eso creemos. Durante la primera parte de la película, asistiremos a una trama de intriga y acción, con elementos de torture porn. Se iniciará un juego extraño donde el espectador intentará dirimir entre la culpabilidad e inocencia de cada uno de los integrantes del trío protagonista.

Pero For the Sake of Vicious aún reserva alguna sorpresa. A partir de la mitad, se vuelve totalmente loca. La home invasion inicial es interrumpida por otra home invasion aún más salvaje. Prepárate para una lucha encarnizada por la supervivencia donde la sangre brotará a borbotones delante de la pantalla. El argumento se deja completamente de lado y los guionistas se concentran en regalarnos acción pura.

Acción con sabor a cine setentero de Serie B 

For the Sake of Vicious es un compendio de muchas cosas que nos remitirán al cine grindhouse y exploitation que se hacía en los 60-70-80. Desde esa banda sonora repleta de música de sintetizador hasta algunos elementos escénicos. Que suceda durante la noche de Halloween, permite integrar sin problemas a esa banda de psicópatas enmascarados. No creo que sea casualidad que algunos de ellos sean motoristas (de hecho el póster de la película se concentra en el casco de uno de ellos). Últimamente ya ha habido otras películas recientes como la lisérgica Mandy (Panos Cosmatos, 2018) que colocaban a el mal encima de una moto.

Eso me devuelve al imaginario del cine de género que se hacía en los 60-70-80, donde había muchas películas protagonizadas por motoristas asesinos como Motor Psycho (Russ Meyer, 1965) o Psychomania (Don Sharp, 1973), e incluso otras añadían un aspecto sobrenatural al convertirlos en vampiros o hombres lobo. Creo que los directores de For the Sake of Vicious, Gabriel Carrer y Reese Eveneshen, debieron crecer alquilando en su videoclub cintas VHS de las estanterías dedicadas a la Serie B.

Conclusión

For the Sake of Vicious es una home invasion más cercana al género de acción que al terror, escrita y dirigida por Gabriel Carrer y Reese Eveneshen. Ellos mismos se ocupan de otras funciones en la película que van desde el montaje, la música, el vestuario y hasta los títulos de crédito. La multifuncionalidad de sus autores nos hace ver que estamos ante una película pequeña y de bajo presupuesto, que se rodó en apenas dos semanas y casi exclusivamente en el interior de una casa, con efectos especiales realizados a la vieja usanza.

Ese rodaje de guerrilla que tuvo la película, casa muy bien con un estilo de propuesta que inevitablemente nos remite al cine exploitation y la Serie B de la factoría Corman que se hacía durante los años 60-70. Con litros de sangre y pocas páginas de guion, For the Sake of Vicious es una apuesta festiva y salvaje que te hará pasar un buen rato, siempre que evites analizar lo que sucede en pantalla.

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