Francesco Cocco realizó en 2018 su cuarto proyecto: Agua y jabón. Un drama social sobre el maltrato. De esta manera, el realizador se alejaba de las temáticas realizadas previamente y se introducía en el género dramático social desde una perspectiva diferente. Anteriormente, ha realizado tres cortometrajes: 'Mariquita', 'Llueve' y 'Violeta', ofreciéndole la satisfacción de ganar varios galardones.
Su carrera artística no se ha limitado al cortometraje. También ha trabajado en teatro con obras como 'Sexo total' y 'La urdimbre y la trama' en 2015, continuando con próximos proyectos. También se encuentra enfocado en la carrera docente como profesor de interpretación ante cámara, actualmente en la escuela Estudio V de Madrid. Cinemagavia ha tenido la oportunidad de entrevistarle sobre Agua y jabón y su visión del panorama audiovisual actual. Además, nos cuenta sus futuros proyectos y qué consejos le daría a los jóvenes realizadores del mañana.
Entrevista a Francesco Cocco
Resumen
Diego Da Costa/Cinemagavia: Lo primero, enhorabuena por el cortometraje. ¿Cómo se te ocurrió el enfoque de Agua y jabón con un tema tan sensible como es el maltrato?
Francesco Cocco: Quería tocar este tema desde hace tiempo pero era consciente que era un hombre queriendo contar una historia de maltrato. Por eso sabía que tenía que tratarla con un cuidado especial y con mucho respeto. Antes de empezar a escribir la historia me dije que si quería escribirla tenía que ser desde una perspectiva más cercana a mí y honesta.
Cuando terminé el guion lo envié a muchas mujeres, amigas y no, para que me dieran una opinión. Necesitaba un punto de vista femenino, mucho más cercano a este tema. Afortunadamente la recepción fue muy buena y eso me dio la seguridad para avanzar con el proyecto.
Duelo interpretativo a tres bandas
D.D./CG: La selección de casting de Agua y jabón es muy acertada, ¿cómo fue el proceso?
F.C.: Estoy contentísimo de haber trabajado con este reparto maravilloso. Rosa Álvarez fue la primera a entrar en el proyecto. Habíamos ya trabajado juntos en Mariquita, mi cortometraje anterior, y fue amor desde el momento que vino a hacer el casting. Tiene un gran talento natural y en pantalla tiene una fuerza descomunal.
Luego entró Jorge Cabrera, grandísimo actor con muchísima experiencia. Uno de los productores me habló de él y en cuanto lo vi no tuve ninguna duda. Era perfecto para el papel. Es un gran profesional con el cual espero poder trabajar más veces en el futuro.
Y gracias a él llegó la protagonista del corto, Irene Arcos. No es un misterio para nadie el grandísimo talento que tiene esta mujer. Así que imagínate mi felicidad cuando me dijo que iba a hacer el corto. Ya había visto Irene en 'Vis a Vis' y me acuerdo que me atrapó en seguida su gran talento. Cuando ella actúa, sus ojos transmiten una gran fuerza y a la vez una fragilidad que hace que todo lo que toca se convierta en algo precioso. Oro para cualquier director. No me extraña el éxito que está teniendo con 'El Embarcadero'. Muy merecido.
La enseñanza y avance del cine
D.D./CG: El cine es un medio de comunicación, ¿crees que los realizadores tenéis esa "obligación" de enseñar a través de vuestras obras?
F.C.: No creo que un director tenga que hacer una obra para enseñar algo al espectador. ¿Quiénes somos nosotros para enseñar algo a alguien? No puedo hablar por los demás directores pero lo que yo hago es simplemente compartir un punto de vista, o a veces una visión, o un sueño, o un miedo, o una perspectiva. Lo que el espectador decide sacar de una película es algo personal. Lo importante para mi es transmitir emociones.
D.D./CG: ¿Cómo ve el papel de la mujer en la ficción?
F.C.: Creo que la situación está mejorando, sobre todo, gracias a las luchas que las mujeres del cine sacan adelante cada día. Nosotros seguramente no le hacemos el camino muy fácil. Y no lo entiendo, la verdad. Los personajes femeninos tienen una fuerza enorme. Yo instintivamente quiero siempre ver primero películas con personajes femeninos protagonistas. Me interesan más. Me imagino que porque desde pequeño siempre conectaba mucho más con mujeres que con hombres.
Donde hay que luchar mucho aún es detrás de la cámara. Hay más mujeres que antes que trabajan como directoras, o directoras de fotografía, sonido, etc., pero aún estamos muy lejos de tener una igualdad.
El corto como antesala del largometraje
D.D./CG: El impacto que provoca Agua y jabón es esa mezcla de verosimilitud, lenguaje cinematográfico y una gran estética visual, ¿se valoran más estos elementos en el cine que en el cortometraje? ¿El corto es el futuro del cine?
F.C.: En general creo que sí. Una película te da la posibilidad de percibir la belleza y la complejidad del lenguaje cinematográfico en su totalidad. En el corto evidentemente hay más límites por razones lógicas de tiempo y de estructura de la historia. Pero esto también es un desafío muy estimulante y, si se sabe manejar, pueden nacer autenticas joyas en este formato.
A mí me encanta hacer cortos, quiero seguir haciendo muchos aunque tengo que confesar que sin duda me siento más un director de largometraje. Me gusta trabajar con personajes complejos y cocinarles a fuego lento y un largometraje te da esta posibilidad. Cada vez que termino un corto pienso que me hubiera gustado contar mucho más de ese personaje.
La inspiración en su obra
D.D./CG: ¿Se ha inspirado con Agua y jabón en algún sucesos real, ya sea cercano o desde una visión más externa?
F.C.: Afortunadamente ni mi familia ni yo hemos tenido que vivir algo parecido, pero tengo una amiga que vivió una situación de abuso. Y de alguna manera esto me impactó a mí también. Esa fue la inspiración para esta historia. Por eso que creo que Agua y jabón tiene tanta verdad. Porque cuento simplemente mi punto de vista sobre un tema que he podido tocar con la mano.
D.D./CG: En sus anteriores trabajos, 'Mariquita' y 'Llueve', muestra esa ansiedad del secreto, ¿le liberan artísticamente este tipo de líneas creativas?
F.C.: No sé, me imagino que de manera subconsciente lo hacen. Al final siempre proyectamos, de manera directa o indirecta, algo de nuestra vida o algo subconsciente que quiere salir de alguna manera. No quiero pensarlo demasiado porque, como siempre digo a los actores y a las actrices de la escuela de cine donde trabajo: en el momento que racionalizamos algo, ese algo pierde toda su fuerza.
D.D./CG: También coincide Agua y jabón con 'Mariquita', por ejemplo, en la importancia de las relaciones con los padres, ¿por qué esa presencia en sus obras?
F.C.: Sí, las relaciones paterno filiales se repiten constantemente en mis historias. He tenido la suerte de tener una familia maravillosa, sin duda peculiar, pero maravillosa. Y quizás esta tremendamente divertida peculiaridad es lo que me inspira y me hace explorar constantemente este territorio, aunque a menudo lo llevo a contextos muchos más oscuros.
Futuro en el cine
D.D./CG: Se está viendo una oleada de óperas primas en los últimos años, ¿hay alguna intención de ver el primer largometraje de Francesco Cocco?
F.C.: Por supuesto. Como dije me siento más director de largo que de corto. Tengo diferentes proyectos de largometraje y uno en particular que está avanzando bien. Es un thriller psicológico sobre el trastorno de dependencia de la personalidad.
D.D./CG: A los soñadores que quieren, realmente, trabajar en la industria, ya sea del corto o del largo, ¿qué consejo les daría? Y, ¿qué no deberían hacer?
F.C.: Pues imagino que no voy a parecer muy original porque es lo que dicen muchos. Sin duda, mucha, pero mucha disciplina. Muchos, pero muchos sacrificios y siempre mirando a vuestro camino, no al de los demás, que el éxito está en la autenticidad. Y rodearos de personas con mucha paciencia y dispuestos a aguantaros. Porqué vais a estar mucho tiempo metidos en eso.
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