Gastos incluidos nos acerca a una realidad imposible a simple vista. Sin embargo, a medida que avanza, nos implanta dudas y sospechas de que, quizás, no estamos tan lejos de esa realidad. Se encuentra entre los nominados a mejor cortometraje en los Premios Goya 2021.
Crítica de 'Gastos incluidos
Resumen
Ficha Técnica
Título: Gastos incluidos
Título original: Gastos incluidos
Reparto:
Roberto Cabrera (Joaquín)
Ramón Barea (El otro)
Helena Lanza (Chica Tinder)
Nata Moreno (Empleada inmobilaria)
Peter McGiver (Maestro Hindú)
Año: 2019
Duración: 21 min
País: España
Dirección: Javier Macipe
Guion: Javier Macipe y David Manjón
Fotografía: Álvaro Medina
Género: Drama
Distribución: El Pez Amarillo
Tráiler de 'Gastos incluidos'
Sinopsis de 'Gastos incluidos'
Cláusula 5: El arrendatario se compromete a ignorar la existencia de "el otro", de tal manera que ambos habiten la vivienda como si de una de uso individual se tratase. En Gastos incluidos están prohibidas las conversaciones entre sí y el contacto físico de toda índole, así como el mero contacto accidental y visual; y en definitiva, toda aquella manifestación que conlleve el reconocimiento por parte del arrendatario de que comparte el uso de la vivienda con "el otro".
¿Ficción o futuro cercano?
Gastos incluidos, el cortometraje de Javier Mancipe nominado a los premios Goya 2021, sorprende tanto como asusta. Es toda una declaración de principios morales en una sociedad cada vez más distanciada entre sí.
Las dificultades para vivir dignamente es algo que desde hace una década preocupa cada vez más en nuestra sociedad. Un futuro incierto se estrella contra nuestros sueños. Ese pavor tan interiorizado es la clave de Gastos incluidos. La trama que nos presenta nos genera dos preguntas: "¿Llegaremos a esto?" y "¿podría cumplir con esa cláusula?".
¿Estamos preparados?
Javier Mancipe recrea un escenario que bien podría ser el simulador de un hogar. Parece acogedor por sus objetos cotidianos y sus muebles de madera dignos de esa buhardilla humilde pero con personalidad con la que todos hemos soñado alguna vez. La realidad es que desde nuestro asiento aspiramos el aire cargado de la tensión. Y es que el ser humano está hecho para relacionarse.
Así lo reivindica Gastos incluidos. Por mucho que la evolución de la sociedad en conjunto nos esté empujando a situaciones similares (incluso peores), el ser humano, como individuo, sigue siendo el mismo. El mismo saco de emociones que, sin poder evitarlo, insiste en no perder, precisamente, la humanidad. Mientras haya empatía, quedará esperanza.
Humanos deshumanizados
Roberto Cabrera, nuestro protagonista, nos muestra una evolución que, sin remedio, le redirige al punto de partida. Interpretado con soltura, pasará de la sorpresa contenida a la que raya el miedo. Pasará por esa fase familiar para todos de adaptarse a las circunstancias, pues las mismas obligan. En paralelo a nuestras propias emociones, guion y actor saben acompañar al espectador haciéndole sentir partícipe. Tanto es así, que Nata Moreno, quien interpreta a esa intermediaria que se nos antoja despiadada, acaba por ser una villana a nuestros ojos, que miran a través de los de Cabrera.
Nata sabe reflejar a la perfección la otra cara de la moneda. Ella ya ha asimilado, ya saca partido, ella ya es parte del entramado que a muchos sorprende. Su actuación muestra a una mujer aséptica, ya deshumanizada. Roberto Cabrera dirige de modo minucioso los primeros minutos de metraje con los que situarnos rápidamente. Con sutileza y naturalidad nos presenta en apenas unos pocos gestos y actitudes el lugar de cada personaje y, en eso, Nata Moreno está impecable.
Ni futurista ni ficción
Es imposible no acordarse de "Black Mirror" al ver Gastos incluidos. Las historias de esta serie de ciencia ficción nos muestran, una y otra vez, un mensaje similar. El ser humano, pese a todo, siempre será humano. Los sentimientos siempre predominarán, pese a la evolución social y tecnológica y pese a que ambas suelen ir de la mano.
El personaje más humano resulta ser el rebelde del rebaño, así como en tantos largometrajes de ficción. Pero Gastos incluidos va más allá, pues no nos muestra el fin del mundo, coches voladores ni máquinas que se revelan. Lo realmente impactante es que muestra una situación de la que no estamos tan distanciados en el tiempo como pensamos, algo que bien podríamos vivir mañana. Quizás parece ficción, aunque por momentos se nos antoje una historia de terror demasiado real.
Conclusión
Pasarán días y Gastos incluidos seguirá sobrevolando nuestras mentes. Incita a comentarla, a escudriñar su mensaje, a debatir sobre unos personajes y otros. Este cortometraje toca nuestra fibra más temerosa y eso siempre impacta, lo que lo convierte en una jugada maestra. Una joya de la que disfrutar como espectador y en la que pensar como individuo en sociedad.
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