En 1984 llegó a los cines uno de los clásicos de todos los tiempos del cine familiar: Gremlins. La película fue dirigida por Joe Dante y escrita por Chris Columbus. A día de hoy sigue siendo todo un referente en la cultura popular, en especial, por el diseño y creación de los propios Gremlins, de mano de Chris Wallas. Asimismo, su éxito en taquilla consiguió que se realizase una secuela: "Gremlins 2: la nueva generación", que llegaría 6 años después del estreno original. Entre los galardones que obtuvo, destacan los premios a mejor película de terror, dirección, música, efectos especiales y actriz de reparto en los Premios Saturn.
Año: 1984 Duración: 111 min País: Estados Unidos Dirección: Joe Dante Guion: Chris Columbus Música: Jerry Goldsmith Fotografía: John Hora Género: Fantástico Distribución: Warner Bros. Pictures
Gremlinsnos presenta a Rand (Hoyt Axton), un viajante que un día regala a su hijo Billy (Zach Galligan) una tierna y extraña criatura, un mogwai. El inocente regalo, sin embargo, será el origen de toda una ola de gamberradas y fechorías en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Todo empieza cuando son infringidas, una tras otra, las tres reglas básicas que deben seguirse para cuidar a un mogwai: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que le dé la luz del sol. (FILMAFFINITY).
Han pasado ya más de 30 años desde el estreno de Gremlins, una de las míticas películas de los años 80. Su mezcla de cine familiar con terror hace de ella un largometraje imprescindible para la historia del cine. A pesar del paso de los años, parece que este film de fantasía no pasa nunca de moda, siendo todo un torrente de diversión y entretenimiento tanto para grandes como para pequeños. Con un guion de Chris Columbus, al que también se conoce por “Los Goonies”, explora las vivencias de un pequeño pueblo que se ve invadido por unos seres muy singulares. Desde el principio, se puede ver una narración distendida y cercana. Además, sitúa el largometraje en las festividades navideñas, lo que permite que se haga un contraste entre lo que se desarrolla en el film y lo que transmiten este tipo de eventos.
Por otro lado, los personajes principales se mueven en un espíritu maníqueo, pero no desentona con la identidad propia de la película. Por lo cual, su evolución a lo largo del film se traslada más a la guerra llena de acción e, incluso, intriga que se fragua con el pueblo de telón de fondo. De esta manera, Gizmo es el que asume el principal protagonismo, ya que a mediante su incursión en la historia desemboca una aventura ardua y con tintes de tenebrosidad mágica. Esas pequeñas pinceladas de una madurez audiovisual menos edulcorada es lo que hace que se equilibre el film y termine triunfando por la dosis de energía que mantiene durante toda la cinta. Asimismo, hay que aplaudir el carácter socarrón de los villanos del film, que da un toque travieso y siniestro.
Una familia unida
Es innegable que la mayor atracción que se disfruta en Gremlins son estos míticos seres. Pero, sin duda, su elenco actoral real también influye en que las piezas pudieran encajar sin problema. Por lo tanto, hay que destacar la labor realizada por estos actores. Para empezar, Zach Galligan se convierte en el principal héroe de la ficción, junto con Gizmo. El actor se mete en la piel de Billy, yendo de menos a más a lo largo del largometraje. Por un lado, comienza con esa candidez impoluta, muy luminosa, e, incluso, tímida. Sin embargo, según va avanzando la película, se convierte en un héroe de acción juvenil perfecto para la ocasión. Su partenaire en la ficción es Phoebe Cates, como Kate. A diferencia de Galligan, su personaje va de una fuerza arrolladora a una acompañante más suave, lo que hace que Cates cumpla su función, pero no pueda lucirse.
Luego, el reparto adulto está formado por Hoyt Axton, Keye Luke, Polly Holliday y France Lee McCain, entre otros. En primer lugar, Axton es el principal artífice de esta locura fantástico. El intérprete sabe expresar a través de sus gestos y su forma de moverse en escena el tipo de hombre que es su personaje, un soñador. Por lo que, sigue esa estela a su alrededor, que simpatiza con el espectador. Después, Keye Luke, aunque no aparece demasiado en escena, propone ese misticismo a su alrededor que hace que sea recordable para la audiencia. Por otra parte, Polly Holliday está estupenda y triunfa como antagonista de la película, con una energía escénica perfecta. Por último, France Lee McCain es dulce y temple en su trabajo interpretativo, lo que hace que se palpe en el ambiente ese factor maternal.
El triunfo de la creatividad
Lo mejor de Gremlins, y una de las razones por las que se ha convertido en todo un icono es la propia realización de la película. Prueba de ello, es el diseño de los propios Gremlins, los cuáles en su momento supusieron todo una innovación y sorpresa para los espectadores. Aún a día de hoy, pese a las innovaciones tecnológicas, se sigue apreciando un diseño artístico muy bien hecho y con una creatividad excelsa. Asimismo, los efectos especiales en torno a estos seres tienen una fragancia a nostalgia, pero a la par se mantienen en un plano verosímil y compacto con la propia escena. Junto con ello, la propia ambientación de la película sigue una línea creativa muy cercana a las películas de la década de los 80, solamente que esa problematización de lo cotidiano con lo fantástico es lo que hace que sea un continuo divertimento.
El montaje de la película saca partido a las imágenes obtenidas, que aprovechan y muestran el gran trabajo de la dirección artística con distintos detalles durante la duración del film. Aunque la fotografía no goza de una innovación expresiva notoria, sí que hay una utilización del movimiento de cámara que mantiene vivo lo que sucede ante la pantalla. Por lo cual, consigue dar la sensación de dinamismo constante, de conservar la vitalidad y que los eventos que van ocurriendo no se desboquen. El ritmo es vertiginoso, en especial, en la última parte del largometraje donde se producen algunas de las secuencias más fuertes. Para terminar, hay que destacar que el uso de esa violencia más adulta puede resultar chocante en tiempos actuales, pero, la realidad es que la ejecución da en el clavo, lo que hace que esté justificado.
Conclusión
Gremlins es una aventura de fantasía y de miedo para todos los públicos. Chris Columbus supo crear un imaginario propio, con unos buenos matices, que mete al espectador en una continua montaña rusa de situaciones llenas de energía. Gracias a la forma de abordar estos seres, el film consigue ser eterno en el tiempo, ya que no envejece nada mal, sino que mantiene ese espíritu cada vez que se vuelve a él. El diseño de producción y los efectos especiales son lo mejor de la cinta, introduciendo al público en ese universo fácilmente. Es vertiginoso y con fuerza. El reparto actoral realiza una labor notable, aunque el mayor peso se lo llevan los propios Gremlins. Una batalla mágica y socarrona, que acierta en su mezcla entre cine familiar y terror, siendo todo un referente del cine de los 80.