Como veréis a lo largo de este post, no os voy a hablar de la genial película de Nolan, pero sí os voy a hablar del origen de las películas. No me refiero al desarrollo de las productoras, sino a cómo surge la idea cinematográfica, el origen que nos lleva a los autores a realizar un proyecto.

Cómo surge la idea cinematográfica

Aprovechando el desarrollo que actualmente estoy haciendo junto con mi equipo de uno de uno mis proyectos, Beyond Space voy a contar cómo surgen las ideas, de dónde nace ese impulso por crear un proyecto, en este caso de ciencia ficción ya sea para cine o televisión. ¿Cuál es el origen de la estas ideas?

Plasmar obras de arte

Prácticamente desde el inicio de los tiempos el hombre tiene la necesidad de expresar lo que ve, expresar las historias que diariamente le suceden, de modo que siempre ha usado de una forma u otra la expresión artística como medio.

Idea cinematográfica

Así surgieron las pinturas rupestres, y así se siguió evolucionando hasta crear orfebrería, escultura, pintura, fotografía y por supuesto nuestro tan amado séptimo arte.

Es aquí donde nos encontramos y donde los autores sienten esa necesidad de contar, ya sea una historia sucedida hace milenios, sea una historia fantástica o incluso historias de la vida cotidiana, con el fin de reivindicar ciertos aspectos sociales.

El inicio de una idea cinematográfica

Para los creadores de ideas, incluso antes de crear estas, es muy importante llamar a la inspiración. Haciendo esto siempre de diferentes formas ya que esto depende de cada autor.

Idea cinematográfica

Ya sea leyendo, viendo otras ideas previas, paseando, viajando u observando cualquier de las cosas cotidianas que nos rodean desde otro punto de vista, olores, paisajes, colores, o cualquier otra cosa que nos inspire, es de vital importancia madurar una idea, repetirla, ver las imágenes, los planos, un un sin fin de detalles antes de escribir.

Esto que es una cosa que en el pasado tomaba su tiempo se ha convertido en una carrera por ver quien es el primero que realiza su idea, por ver quien es el primero que vuelve a la gran pantalla, o por aquel quien tiene más obras expuestas.

Una carrera por el ego de mostrar historias, incluso las más humildes, o aquellas reivindicativas, esconden este tipo de egos por implantar ideas y formas de ver la realidad.

No es de extrañar por tanto que las ideas que presentan un mayor punto de desarrollo, estas ideas que llaman a la paciencia y el desarrollo bien organizado sean las que de verdad marquen de una forma u otra al espectador. Son estas ideas que hacen que nuestros compañeros al otro lado de la pantalla escriban buenas reseñas alrededor de ellas.

Con esta divagación quiero llevar a un punto en forma de lección que un buen día recibí de mi profesor de guión Fernando Cámara, y no es otra que “la idea está ahí, el desarrollo viene solo, el impulso que se le da a la idea no puede venir forzado, sino cualquier idea o cualquier forma de expresión quedará huérfana de sentimiento”.

De la idea al guion

Es por eso que la madurez de la idea es muy importante, lleve el tiempo que lleve. Vemos ejemplos como las películas que nos trae Jame Cameron, maduradas, pensadas, estudiadas, y realizadas con la paciencia necesaria.

Idea cinematográfica

Cada vez que este autor nos trae una película rompe con todo, rompe con los presupuestos, con la tecnología, con el diseño de producción, marca récords de desarrollo, pero sin duda y todos coinciden merece la pena ver esas obras en la gran pantalla.

Otro gran ejemplo de esta paciencia de maduración de las ideas, esta vez en el ámbito musical es la banda estadounidense Tool. Los componentes de este grupo no sienten la necesidad de sacar un disco cada año, no sienten la necesidad de subirse a un escenario cada fin de semana. Es por eso que cada vez que se sientan a crear rompen completamente los clichés, hacen una música que se distingue del resto y marcan la diferencia, tal y como en el ejemplo anterior de James cameron.

Con esta reflexión quiero decir que desde la idea al guión y las sucesivas revisiones, para mejorar acciones, personajes, diálogos etc, no debe haber fechas establecidas, debe fluir, debe hacerse todo con paciencia, incluso reescribiendo si vuelves a recibir inspiración divina de algún lugar.

Así es como una idea se convierte en un gran guión, y como un gran guion se convierte en un éxito del cine.

La carrera de producción

Una vez la chispa se produjo, la idea es válida y el guion está completamente cocinado es cuando se puede empezar a degustar la producción, es cuando la idea toma otra dimensión, ya que es en este momento los productores y técnicos de cine empiezan a devorarla para hacerlas parte de su trabajo, parte de su vida.

Idea cinematográfica

Es aquí cuando empieza la carrera por el desarrollo y cada uno aporta su grano de arena, incluso cambiando el guion sobre la marcha si es necesario. Ya que un guion debe ser un ente vivo, aunque sea una historia muy madura siempre debe tener es punto de flexibilidad e improvisación que pueden darle los actores u otros puntos de vista y que los hace únicos.

Hemos de recordar la famosa frase “Un guión se escribe en preproducción, se reescribe en producción y se vuelve a reescribir en postproducción”

En la gran pantalla

Y por fin llegó el momento en el que una simple idea, una simple chispa que un día se paso por la cabeza de un realizador, guionista, creador, loco o artista se convierte en una producción, grande o pequeña, pero al fin y al cabo en una obra artística y cinematográfica, que sin duda pasará la posteridad, siempre y cuando se haya tenido el cuidado y el mimo de hacer todas los procesos como son debidos.

Espero que os haya gustado esta pequeña reflexión que en este caso nos ha sacado del mundo técnico y que nos ha llevado por la filosofía de la idea y el desarrollo, de la inspiración y la creación de las obras que en algún momento nos marcan el presente, nos marcaron el pasado y nos marcaran el futuro. Hasta próximos post.

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