Tras la explosión en redes sociales de la noticia de que Sydney Sweeney había producido su próxima película, ¿quién no tendría ganas de verla? Immaculate (2024) está dirigida por Michael Mohan, quien ya había colaborado con Sweeney en su anterior película, 'Los Voyeurs'. La religión, la concepción de la mujer y el body horror se unen en esta película de terror que se estrena en salas de cine españolas el 1 de mayo de 2024.
Crítica de 'Immaculate'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Immaculate
Título original: Immaculate
Reparto:
Sydney Sweeney (Hermana Cecilia)
Álvaro Morte (Padre Sal Tedeschi)
Simona Tabasco (Sor María)
Benedetta Porcaroli (Hermana Gwen)
Giampiero Judica (Doctor Gallo)
Dora Romano (Madre superiora)
Giorgio Colangeli (Cardenal Franco Merola)
Niccolò Senni (Aduanero)
Año: 2024
Duración: 89 min.
País: Estados Unidos
Director: Michael Mohan
Guion: Andrew Lobel
Fotografía: Elisha Christian
Música: Will Bates
Género: Terror
Distribuidor: Diamond Films España
Tráiler de 'Immaculate'
Sinopsis
Cecilia (Sidney Sweeney), recién llegada de Estados Unidos, ingresa como novicia en un convento de la remota campiña italiana. Allí es recibida por el Padre Sal Tedeschi (Álvaro Morte), quien la introduce en las rutinas religiosas. Un día descubre que está embarazada y lo que parecía un milagro, por conservar aún su virginidad, resulta ocultar un siniestro secreto que hará que busque salir de aquel lugar desesperadamente. (Diamond Films España)
Dónde se puede ver la película en streaming
Incubadora del mal
La religión siempre ha sido un componente inherente a lo terrorífico precisamente por la subversión de la divinidad, de la bondad. El director de cine Hideo Nakata ('The Ring', 'Dark Water', 'Juego Prohibido') decía en una entrevista para el periódico digital Donostitik que «terror y religión tienen el mismo origen: la muerte».
El miedo es un buen reactor de emociones, pero también es un canal mediante el cual transmitir conceptos, inquietudes y realidades. Immaculate se aprovecha de las circunstancias que rodean la trama y las empapa de actualidad. Toma la religión o, mejor dicho, la doctrina religiosa que siguen en ese convento italiano, como precedente para comprender el mundo. De esta manera, se establece una relación entre la sociedad en la vida real y en la ficción.
La reclusión forzada es símbolo del mantenimiento del poder patriarcal. La imposición del embarazo convierte a Sweeney en una incubadora sagrada, pura y casta como el dogma de la Inmaculada Concepción declama. El feto tiene una relación directa con "lo masculino". No es baladí que ella no tome decisión alguna en cuanto a su cuerpo y que todo lo predispongan los hombres que habitan o trabajan en el convento. Aquí resuena el lema pro-elección o pro-choice "mi cuerpo, mi decisión", relativo al discurso en torno a los derechos de interrupción del embarazo. La maternidad debe ser deseada.
Siguiendo esta lógica, la huida, el parto y el infanticidio (si ya ha nacido no puede considerarse aborto, ¿no?) sirven como una clara declaración de intenciones.
Terror corporal e influencias
Son multitud las películas de terror religioso ya existentes, algunas con más relevancia que otras. Aún así, hay cineastas que consiguen reavivar el género y aportar proyectos nuevos, interesantes y originales. Mohan no se moja, se sumerge en el terror corporal. De este modo, revierte una trama quizá más predecible de un halo sangriento bastante insospechado.
Immaculate bebe del nuevo extremismo francés con películas como 'Trouble Every Day' (Claire Denis, Francia, 2001), 'Al interior' ('À l'intérieur', Alexandre Bustillo y Julien Maury, Francia, 2007), 'Mártires' ('Martyrs', Pascal Laugier, Francia, 2008) o 'Frontière[s]' (Xavier Gens, Francia, 2007), entre otras. Las películas circunscritas dentro de esta categoría desprenden una fuerte preocupación por el cuerpo humano, sometiéndolo a innumerables alteraciones y escenas de sangre y repugnancia que provocan rechazo al mismo tiempo que generan preocupación e interés.
Asimismo, otro fuerte precursor del terror en la película es el miedo a la otredad, a lo desconocido. Aquello que al personaje de Sweeney se le descubre como un milagro divino se torna terrorífico en cuanto se da cuenta de que es una imposición y no una decisión propia para conseguir un propósito. La coacción no suena especialmente bondadosa, ni siquiera cuando proviene de un sacerdote. Este miedo al más allá, a lo que desconocemos, es puramente intrínseco a las religiones. Necesitamos que alguien o algo calme nuestras inquietudes y de respuesta a las grandes preguntas cosmogónicas. Parece que la hermana Cecilia ha decidido que ella misma puede hacerlo, quizá ese es su destino divino.
La decisión de Sydney
Si hay algo que destaca dentro de Immaculate, aparte de ese brutal final —con ecos de la crueldad de 'Cuando acecha la maldad'— que parece no tener ningún miedo ni reparo a exponerse, es la actuación de Sydney Sweeney. En general, el reparto es bastante acertado. Inesperado, también, teniendo en cuenta que aparece tanto Álvaro Morte ('La Casa de Papel'), Simona Tabasco ('The White Lotus' temporada 2), Benedetta Porcaroli ('Baby') y Dora Romano y Giorgio Colangeli, dos habituales de la televisión y el cine italiano. La combinación italo-española-estadounidense funciona bastante mejor de lo esperado, consiguiendo la tensión necesaria para que las interpretaciones resulten creíbles y consonantes al resto de aspectos del filme.
Sweeney, por su parte, domina la pantalla con una entrega máxima. Muy disfrutable ver la gracia y el disfrute con los que sale de su zona de confort y consigue dirigir la película hacia sus deseados derroteros. Es totalmente comprensible el por qué luchó tanto por sacar adelante el proyecto, ya que como protagonista lidera la imagen.
Conclusión de 'Immaculate'
Immaculate es, sin duda, todo un descubrimiento. Tanto por su más que interesante concepto como por la incursión en el terror de su reparto. En cuanto a aspectos técnicos, hay margen de mejora: tiene los elementos, únicamente le falta conseguir mezclarlos más profundamente para que todo quede perfectamente integrado. Se apoya demasiado en los jumpscares y en los efectos de sonido de manera innecesaria. Lo poco agrada, lo mucho acaba cansando.
Cualquier amante del terror es capaz de apreciar cuando se sirve una buena y visceral ración de violencia. Aunque no es una película redonda, tiene muchos aspectos destacables. Lo que queda más que certificado es que Sweeney debería seguir indagando y encontrando su propia voz dentro del cine y del terror.
Reportaje de Immaculate en Días de Cine TVE
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