Olivia Newman (Mi primer combate, 2018) dirige Where the Crawdads Sing, que se estrena el próximo 30 de septiembre de 2022. Un guion de Lucy Alibar a partir del bestseller de Delia Owens que tiene detrás a Hello Sunshine, la productora impulsada por Reese Witherspoon (Legally Blonde, 2001; En la cuerda floja, 2005). La piedra angular de La chica salvaje, este relato sureño de mediados de siglo, es Daisy Edgar-Jones (Normal People, 2020) como niña-lobo, una mujer tímida, una sospechosa de asesinato.
Crítica de 'La chica salvaje'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La chica salvaje
Título original: Where the Crawdads Sing
Reparto:
Daisy Edgar-Jones (Kya Clark)
Garret Dillahunt (Pa)
David Strathairn (Tom Milton)
Harris Dickinson (Chase Andrews)
Eric Ladin (Eric Chastain)
Taylor John Smith (Tate Walker)
Michael Hyatt (Mabel)
Ahna O'Reilly (Ma)
Luke David Blumm (Pequeño Tate)
Sterling Macer Jr. (Jumpin')
Blue Clarke (Pequeño Chase)
Jojo Regina (Pequeña Kya)
Jayson Warner Smith (Diputado Perdue)
Año: 2022
Duración: 126 min.
País: Estados Unidos
Director: Olivia Newman
Guion: Lucy Alibar Libro: Delia Owens
Fotografía: Polly Morgan
Música: Mychael Danna
Género: Intriga
Distribuidor: Sony Pictures Releasing de España
Tráiler de 'La chica salvaje'
Dónde se puede comprar la novela
- La chica salvaje / Where the Crawdads Sing: Edición en español de Where the Crawdads Sing
- Tipo de producto: LIBRO ABIS
- Marca: Vintage Español
- Color: Bronceado
- Owens, Delia(Autor)
Sinopsis
Una mujer que se crió en las marismas del sur profundo se convierte en sospechosa del asesinato de un hombre con el que una vez estuvo involucrada.
Dónde se puede ver la película en streaming
Del papel al fotograma
Uno de los atractivos de la novela de Owens es su estilo al enmarcar la narrativa, describiendo el cuadro, ensalzando los ambientes y las sensaciones personales. La autora traza el periodo entre las décadas de 1950 y 1960 como un contexto hostil para quien pertenezca a raza, género, clase o barrio diferente a la norma. Owens dedica innumerables párrafos a describir espacios, gastronomía y fauna local, si bien realiza un pobre desarrollo de los personajes que rodean a Kya. Los secundarios son simples satélites de Kya, solo destacan en función de ella, para que viaje hacia otro lugar. Las intenciones son transparentes.
En parte, esto es uno de las afecciones de su adaptación. Se mantiene el protagonismo de la fauna local; conchas, aves y cangrejos son temas de conversación. Así una pasión común, el estudio de la naturaleza, es el motor del romance entre Tate y Kya. La chica salvaje se balancea en dos tiempos: el desarrollo de Kya a lo largo de los años y el juicio por homicidio.
La chica salvaje sobrevive a la violencia y el abandono, resiste en los márgenes. Aunque el film no se extiende en exceso en la investigación, destacan los alegatos en base a la exclusión y la marginalidad. Cómo el nefasto trato social a los individuos más vulnerables les convierte en 'otredad'. Así el montaje también juega, de manera sencilla, con el espectador para que juzgue a ciertos personajes.
Desde el margen
La chica salvaje intenta retratar la sociedad de la época con todos sus prejuicios respecto al género, la clase social o la raza. La protagonista, de hecho, es conocedora de este prisma social y la concepción de lo que una mujer puede o no hacer, según las convenciones sociales. Porque ella, ante todo, es una observadora y estudiosa de los comportamientos de la fauna. Desarraigada de una familia o amistades de su edad, apenas un puñado de personas rodean el universo de Kya. Este cuestionamiento de las redes de afecto y del abandono se explora lo suficiente como para ofrecer una sombra más sobre los miedos de Kya, aumentando sus reparos al integrarse en la ciudad.
La chica salvaje estudia las conductas de emparejamiento en la naturaleza para comprender una sociedad que le resulta ajena, ofreciendo un contraste entre el orden social y la libertad de la marisma. Así Kya interroga a la naturaleza: «¿por qué una madre abandonaría a su cría?», una pregunta similar a la que Begoña Gómez se plantea en Las abandonadoras, un libro que comienza preguntando «¿Qué clase de madre abandona a su hijo?». Esta película ni se acerca a desarrollar esa tesis, solo la sobrevuela para centrarse en el romance.
La sociedad trata de definir a Kya como una cosa, ¿es una mujer-lobo? Quizás una niña arrastrada por la marea, que atrae al depredador, estudia la llamada de apareamiento de las libélulas, pregunta a la naturaleza y obtiene respuestas en sus acuarelas. Cuando arrestan a Kya, ya no es una niña abandonada sino una mujer que ha sobrevivido en soledad durante más de una década, y ha elegido una concepción propia del hogar y la libertad. Cae en manos de Chase por elección propia, por el deseo de la piel, de compartir; pero reconociendo que las manos de Chase son egoístas, toman sin dar a cambio.
Conclusión de 'La chica salvaje'
Daisy Edgar-Jones realiza un digno trabajo interpretativo, desde adolescente salvaje e ignorante hasta mujer superviviente, además de sospechosa tímida e introvertida cuando es observada. La chica salvaje lastra los desaciertos del libro que le da nombre, con secundarios y una narrativa poco profunda. Aunque la protagonista y la intriga sostienen la película de manera estable hasta el final, donde se oculta su secreto, allí donde cantan los cangrejos.
Reportaje de La chica salvaje en Días de Cine TVE
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