La galardonada actriz Marta Nieto dirige La mitad de Ana, ópera prima que adapta y amplía su propio cortometraje 'Son'. A través de una narrativa contenida e intimista, la cineasta se aproxima a la maternidad y los conflictos personales que sufre el personaje principal, interpretado por ella misma. La historia de una madre volcada a la causa de su hijo trans en busca de su propia identidad y porvenir. Se estrena en salas de cine españolas el 10 de enero de 2024.
Crítica de 'La mitad de Ana'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La mitad de Ana
Título original: La mitad de Ana
Reparto:
Marta Nieto (Ana)
Noa Álvarez (Hija)
Nahuel Pérez Biscayart
Sonia Almarcha
Berta Sánchez
Gerard Oms
Paula Foncea (Elena)
Juan Pino Rodil (Padre)
Lorena López
Pablo Alamá (Pau)
Año: 2024
Duración: 89 min.
País: España
Director: Marta Nieto
Guion: Marta Nieto, Beatriz Herzog
Fotografía: Adrian Foulkes
Música: Julián Elizalde
Género: Drama
Distribuidor: Elástica Films
Tráiler de 'La mitad de Ana'
Sinopsis
Ana compagina su trabajo de vigilante de sala en un museo con el cuidado de Son, su hija de ocho años. Separada desde hace tiempo, su rutina se rompe con el inicio del curso escolar cuando Son inicia una exploración de identidad.
Desorientada, Ana empezará a ver las cosas de otra manera y poco a poco tendrá que reencontrarse con la mujer que fue antes de ser madre. Para poder acompañar a su hija, Ana tendrá que volver a ser Ana. (Elástica Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Marta Nieto rebosa arte delante y detrás de las cámaras
La murciana, conocida por obras como 'Tres' o 'Madre' (por la que consiguió alzarse con el premio a mejor actriz en la Mostra de Venecia), es considerada una de las intérpretes más talentosas de nuestro país. Por ello, no es de extrañar que finalmente decidiera dar el salto a la dirección con un título cuya mirada se entrelaza con la protagonista del conocido cuadro “Muchacha en la ventana” de Salvador Dalí.
Al igual que Ana, la mujer de la obra observa una realidad con la que no se siente identificada, de la que necesita evadirse. Esta pintura, que actúa como hilo conductor del film, cobra vida ante el personaje principal, que trabaja como vigilante de sala en el Museo Reina Sofía, y plantea una simbiosis entre conceptos como maternidad, arte e identidad.
Y es que La mitad de Ana decide no centrarse únicamente en la conciencia de Sonia (Noa Álvarez) al no sentirse cómoda en su género asignado ni en el conflicto que supone con el entorno, sino en la madre y sus numerosos frentes. De ahí la importancia de la mujer en el cuadro y la búsqueda de nuevos enfoques para su vida. De este modo, el texto ahondará en las dos transiciones de Ana y Son. Y, si bien es cierto que la premisa resulta original y estimulante, no termina de cohesionar adecuadamente durante el visionado.
'La mitad de Ana' se pierde por el camino
Sin duda, no encuentro mejor analogía para describir La mitad de Ana que la acertada fotografía de Julián Elizalde, cuyos encuadres trabajan con el desenfoque simulando dibujos abstractos que se tornan en manchas y colores frente a siluetas definidas. En este sentido, uno puede pensar que el primer largometraje de Marta Nieto se plantea como un film sin cuerpo definido.
Aunque va ganando fuerza con los minutos, un inicio inconexo y un desarrollo de la misma guisa entorpecen una idea que podría haber acabado en buen puerto. Y a pesar de querer y tener la necesidad de diferenciarse de otras películas, no consigue desvincularse de ciertos tópicos. Eso sí, conviene destacar algunas escenas de verdadero logro discursivo como la negativa de Son al desnudarse ante el médico o la presentación del personaje de Ana.
Conclusión de 'La mitad de Ana'
Indudablemente, la gran flaqueza del film que nos ocupa es su incapacidad para gestionar todos los elementos presentados. Precariedad laboral, el inicio de la transición, una batalla por la custodia del niño, el papel del arte frente a la realidad y la vida… Y es que quien mucho abarca poco aprieta.
Mientras que los elementos de realismo mágico que hemos comentado anteriormente no sabotean el ritmo ni el discurso de la cinta, las escenas más poéticas solo sirven para restar verdad a La mitad de Ana. Por el contrario, se echan en falta escenas más reales y cercanas sobre la relación madre e hijo.
Aun así, la ópera prima de Marta Nieto busca desmarcarse de títulos conocidos como 20.000 especies de abejas cambiando el foco de atención y se hace un hueco con un film emotivo donde brillan especialmente las interpretaciones de sus protagonistas.
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