"Las Asambleístas (Las que tropiezan)": Aristófanes homeopático

Las Asambleístas nos presenta a nuestras protagonistas que llevan años y años, siglos, tropezando una y otra vez con las mismas piedras, los mismos errores. Unos errores causados en su gran mayoría por las leyes creadas por los hombres.

La diosa Némesis, harta de contemplar esta injusticia, decide hechizar a las mujeres para que se unan y tomen conciencia.

Lideradas por Praxágora, juntas deberán robar la ropa de los hombres y colarse en la asamblea para conseguir así cambiar las leyes establecidas por otras más justas e igualitarias.

Pero solo tendrán el tiempo de una noche para atravesar el gran bosque que lleva hasta la colina donde se celebra la asamblea al despuntar el día. Y la oscuridad del camino está llena de peligros y espejos en los que verán reflejadas sus propias vidas.

Enfrentándose a ellas y a sus miedos, deberán resolver qué leyes son las que realmente harán que todo cambie por fin, de una vez por todas y para siempre.

Estas asambleístas nos harán reflexionar a golpe de risa sobre nuestro papel en la sociedad, obligándonos a implicarnos y tomar partido queramos o no. (TEATRO LA LATINA). 

De la utopía clásica a la comedia domesticada

Las Asambleístas (Las que tropiezan), de José Troncoso, narra la historia de un grupo de mujeres que, empujadas por la diosa Némesis, deciden infiltrarse en la asamblea para cambiar las leyes injustas. En su accidentado camino a la asamblea, conocemos las vicisitudes de las vidas de cada una de las protagonistas.  Cada una representa un cliché: el ama de casa frustrada, la que recibe críticas por vivir su vida, la que se anula por amor…

José Troncoso toma como punto de partida la obra de Aristófanes para crear un texto nuevo en el que poco podemos encontrar de la radicalidad y la provocación del ateniense. Tan solo en los minutos finales atisbamos el eco de la obra original y, como digo, con unas ideas bastante simples y manidas. Lejos de la utopía que algunos han definido como protocomunista, Troncoso opta por una versión domesticada. Se fundamenta, sobre todo, en el humor procaz que ya estaba en Aristófanes y que sigue funcionando hoy. También reconocemos algunos rastros del antiguo coro y de la parábasis, la ruptura de la cuarta pared en la que el coro interactuaba directamente con el público.

La puesta en escena de comedias griegas hoy es tremendamente problemática y entendemos que es necesario adaptar los textos hacia problemas actuales. Sin embargo, Troncoso no toma riesgos y desaprovecha la oportunidad que el material original ofrece para realizar una crítica verdaderamente interesante e incisiva.

Color y comedia

El decorado, formado por paneles de franjas blancas y negras, tampoco aporta significado al montaje ni ayuda a generar una atmósfera coherente con la historia. Cierto es que sus varias alturas dan dinamismo a las escenas. Pier Paolo Álvaro ha optado por un solo color, el fucsia, para el vestuario, adaptando los atuendos a las personalidades de cada personaje. Este contrasta con el negro de las chaquetas masculinas que las protagonistas usan para disfrazarse.

Si algo sobresale en la propuesta es su elenco. Silvia Abril, Gabriela Flores, Rocío Marín, Maite Sandoval, Maribel Salas y Pepa Zaragoza demuestran un gran talento para la comedia. Consiguen que el espectáculo resulte divertido y dinámico. La música a cargo de Mariano Marín y la coreografía de Nuria Legarda aportan personalidad al montaje y se meten al público en el bolsillo. Generan un ambiente festivo que las actrices saben aprovechar para expresar físicamente los caracteres de sus personajes.

Conclusión

Las Asambleístas (Las que tropiezan), de José Troncoso, es una comedia musical entretenida sobre la igualdad de género. Aunque cuenta con un estupendo elenco, encabezado por Silvia Abril y con momentos divertidos, está lejos de la radicalidad del original de Aristófanes. En un momento en que somos cada vez más conscientes de las injusticias en materia de género, estas Asambleístas se decantan, sin embargo, por un enfoque liviano del problema.

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