Silvia Munt dirige Las buenas compañías, un tributo a las mujeres valientes y libres de una generación, la de finales de los años 70. Ganadora del Premio Jurado Joven de la UMA al Mejor Largometraje de la Sección Oficial de la 26 edición del Festival de Cine de Málaga. Ambientada en hechos reales, en el escenario del País Vasco a finales de los años 70, donde se respiraban aires nuevos de libertad. Un grupo de mujeres de Rentería  (Guipúzcoa) luchó para cambiar la oscura realidad en la que vivían. Ayudaban a pasar a Francia a las mujeres para interrumpir su embarazo dignamente, si no querían morir en lamentables condiciones antihigiénicas y terribles. Estreno el 5 de mayo de 2023 en salas de cine españolas.



Las buenas compañías película

Crítica de 'Las buenas compañías' 

Ficha Técnica

Título: Las buenas compañías
Título original: Las buenas compañías

Reparto:
Alícia Falcó (Bea)
Elena Tarrats (Doncella)
Itziar Ituño (Feli)
Ainhoa Santamaría (Belén)
María Cerezuela (Toto)
Nagore Cenizo (Asun)
Ivan Massagué (Rafa)
Heren de Lucas (Maite)
Mikel Laskurain (Juan Mari)
Sara Barroeta (Pili)
Mikel Tello (Julián)
Miguel Garcés (Juanjo)
Itziar Aizpuru (Sagrario)
Garazi Urkolaver (Nekane)

Año: 2023
Duración: 93 min.
País: España
Director: Sílvia Munt
Guion: Sílvia Munt, Jorge Gil Munárriz
Fotografía: Gorka Gómez Andreu
Música: Paula Olaz
Género: Drama. Adolescencia
Distribuidor: Filmax

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Tráiler de 'Las buenas compañías'

Sinopsis 

Verano de 1976. Bea tiene 16 años y se suma a los aires de cambio que recorren el país, colabora con un grupo de mujeres para visibilizar la causa feminista y ayudar a abortar en condiciones dignas. La rebeldía que siente en la sangre se mezclará con un sentimiento inesperado: se enamora de una chica algo mayor que ella y de buena familia. Lo que no sospecha es que esta chica, Miren, guarda un secreto que obligará a Bea a adentrarse sin tapujos en el doloroso mundo de los adultos. (Filmax)

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En busca de los derechos de la mujer

¿Por qué le resulta tan difícil conseguir a las mujeres sus derechos? ¿Por qué han sido relegadas desde la antigüedad al papel de sumisas, obedientes, silenciadas en todos los ámbitos? Habría mucho que escribir sobre ello y no es momento ni lugar.

Tendría que ser al término de la Primera Guerra Mundial cuando en Inglaterra, por ejemplo, la mujer obtuvo el derecho a votar, siempre y cuando fueran mayores de 30 años. O en España en las elecciones generales de 1933, durante la Segunda República y antes de la Guerra Civil. Tras la victoria de Francisco Franco, ni mujeres ni hombres pudieron votar hasta las elecciones nacionales de 1977, dos años después de su muerte.

Otro polémico asunto es el de la interrupción voluntaria del embarazo. Un tema tabú en según qué sociedades. Las buenas compañías es un reconocimiento al derecho que deberían de tener las mujeres que así lo consideren oportuno. Silvia Munt, al igual que han hecho otras directoras de cine como la norteamericana Phyllis Nagy, se atreve a mostrar este escabroso tema. En su película, "Todos somos Jane", interpretada por la gran Sigourney Weaver (Un monstruo viene a verme), habla sobre un colectivo que ayudaba a ponerlo en práctica en la clandestinidad, en la ciudad de Chicago desde 1969 hasta 1973.

Las buenas compañías película
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Una España rancia y gris

En Las buenas compañías se presenta el necesario cambio de la injusta situación de las mujeres, sometidas a las humillantes costumbres machistas en aquella España nefasta.

Por cierto, fueron mujeres auténticas las que compartieron sus experiencias con las actrices y diversos hechos que ocurrieron en realidad. Una valiosa fuente de primera mano para ser más fidedigna esta entrañable, aunque dramática historia. Con muchas ganas de vivir y las cosas muy clara

Su manera radical de ver las cosas, el sentido del humor, las ganas de explotar sin pensar en las consecuencias son algunas características que se han perfilado maravillosamente. Momentos políticos difíciles y muy complejos que velaron las protestas e intervenciones de aquellas mujeres. Eran invisibles, porque realmente no significaban ningún peligro o complicación en aquel momento.

Para Silvia Munt ha supuesto contar unas vivencias personales muy parecidas. Revelarse contra todo aquello que te quieren imponer. Con aspectos ambiguos, tales como los que dan pie las relaciones entre madres e hijas, las relaciones eróticas, las relaciones familiares.

La ambientación, las localizaciones, son algo muy cuidado en Las buenas compañías. Por ejemplo, los colores grises del cielo vasco y el característico verde de las paredes interiores de las viviendas de los 70. La incómoda cercanía de los vecinos en los patios de las casas. El crucifijo colgado en la pared del dormitorio encima de la cama y la asistencia a misa diaria, son otro peculiar rasgo de aquella época rancia y oprimente.

Las buenas compañías película
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Montando la película

Colocar equilibradamente toda la información y testimonios en Las buenas compañías es algo evidente y muy bien llevado por Silvia Munt. Ofrecer la información justa para que el espectador vaya descubriendo por sí solo el hilo de la trama, es sinónimo de una excelente dirección. Así como, también lo es encontrar a los actores adecuados para representar a cada personaje. El casting fue exhaustivo.

Para la protagonista, Bea, Alicia Falcó, va a suponer un verano esencial y definitivo para encontrarse a ella misma y a la sociedad que la rodea. Por un lado, tomará conciencia de la parte social bajo la mirada dolorosa de aquella realidad de las mujeres. Por otro, se enamorará, a pesar suyo, de una persona sabiendo que le acarreará más sufrimiento que bienestar. También abrirá los ojos y descubrirá a su madre, no como una víctima, sino como a una mujer.

La protagonista debía de ser muy especial. Debía de ser alguien muy joven, para reflejar la ternura, la inocencia, la rabia y el rasgo andrógino que la caracterizan. A Alicia Falcó la descubrió Silvia por la calle. Cuando la vio, supo que era ella. Bea.

Rodada en lo posible con plano secuencia, permitiendo desarrollar a los personajes dentro de su situación, dificulta en todos los sentidos el trabajo, pero el resultado no podía ser mejor.

Alicia Falcó
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Mujeres duras, sin rastro de sentimientos

Confesiones como "las madres de mi familia no han querido a sus hijas" o "los hijos son prestados", quizás denotan una sequedad, un triste desapego de las madres vascas, de las madres en general. En cierto modo, una educación adquirida, misógina e intransigente de la época del franquismo. Con miedo a demostrar debilidad si se daban muestras de cariño.

Personajes con contradicciones y una parte oscura, como la puede tener cualquiera ser humano, aparecen en Las buenas compañías. Sobrevivir a la falta de amor y necesitar un abrazo lo ha tenido en cuenta Silvia Munt. Los personajes masculinos también están muy bien perfilados

Sin embargo, hay un sentimiento más profundo que predomina sobre otros y es la del apoyo que se ofrecen las mujeres, ver la transparencia de la fragilidad de ellas. Y no olvidar que lo que consiguieron es algo que hay que seguir haciendo. Luchar por los derechos de las mujeres.

La relación lesbiana entre las protagonista es muy sutil, muy fina e inteligente, más bien como platónica, nada obvia o romántica. Una relación que no se ha enfocado como una historia de amor, sino como algo inevitable.

Alicia Falcó
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Conclusión de 'Las buenas compañías'

Las buenas compañías es una estupenda película en la que se habla de muchas cosas sin decirlas, en la que se cruzan cómplices miradas significativas. Para Silvia Munt ha supuesto contar unas vivencias personales muy parecidas. Revelarse contra todo aquello que te quieren imponer.

Ambientada en hechos reales, en el escenario del País Vasco a finales de los años 70, donde se respiraban aires nuevos de libertad. Un grupo de mujeres de Rentería  (Guipúzcoa) luchó para cambiar la oscura realidad en la que vivían. Ayudaban a pasar a Francia a las mujeres para interrumpir su embarazo dignamente, si no querían morir en lamentables condiciones antihigiénicas y terribles.

Reportaje de Las buenas compañías en Días de Cine TVE

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