Colin Trevorrow ("Jurassic World"), recientemente despedido de la saga Star Wars, se aleja de las grandes producciones para sumergirse en el oscuro secreto un niño de once años que está dispuesto a hacer lo que sea por ayudar a los demás. El libro Secreto de Henry, protagonizada por rostros tan conocidos como el de Naomi Watts, busca hacerse un hueco en el ranking de aventuras cinematográficas destinadas a todos los públicos. ¿Lo conseguirá? Estreno el 8 de diciembre.



Crítica de El Libro Secreto de Henry

Ficha Técnica

Título: El Libro Secreto de Henry
Título original: The Book of Henry

Reparto:
Naomi Watts (Susan Carpenter)
Jaeden Lieberher (Henry Carpenter)
Jacob Tremblay (Peter Carpenter)
Sarah Silverman (Sheila)
Dean Norris (Glenn Sickleman)
Lee Pace (Dr. David Daniels)
Maddie Ziegler (Christina)
Tonya Pinkins (Principal Wilder)
Bobby Moynihan (John)
Geraldine Hughes (Mrs. Evans)
Maxwell Simkins (Tommy)
Jackson Nicoll (Morris)
Donnetta Lavinia Grays (Nurse Leah)
Joel Marsh Garland (Big Ed)
Wass Stevens (Gary)

Año: 2017
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Colin Trevorrow
Guion: Gregg Hurwitz
Fotografía: John Schwartzman
Música: Michael Giacchino
Género: Drama. Familia
Distribuidor:  Universal Pictures International Spain

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Sinopsis

Susan Carpenter (Naomi Watts) es una madre soltera que se ha encargado sola de la educación de sus dos hijos. El mayor, Henry (Jaeden Lieberher), es un niño superdotado que intentará ayudar a su compañera de colegio, Christina, quien está en serios problemas. Para ello, trazará un plan en el que su progenitora se verá directamente involucrada.

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El libro secreto de Henry a la estantería

“Cuando alguien lastima a otros, sí es asunto nuestro”. Este podría ser el mensaje que resume el argumento de la cinta que, con falsa apariencia de ser un drama familiar, se convierte en un crimen perfecto más descontrolado de lo normal donde, ojo, también hay cabida para una buena dosis de incoherencias y artificios. El problema del film, entre otros muchos, es la glorificación del héroe, dotando al personaje de una bondad inexistente que sólo hace más plano al personaje principal; es cierto que el público conecta más rápidamente con él, pero denota el poco riesgo, y originalidad, con el que cuenta el proyecto.

Partiendo de la premisa en la que tenemos que creernos que un dulce y más que racional adolescente es capaz de resolver todo el conflicto central de manera tan violenta, ¿es lógico todo lo que El Libro Secreto de Henry arrastra a su paso? Aun obviando ese dato, de gran peso, la cinta sólo encuentra el equilibrio en los ojos del que prefiere, o no percibe, sentirse engañado. Todo ello precedido por un completo chantaje emocional, como no, a través de la mirada infantil; lejos del brillantísimo tratamiento que pueden tener otras obras contemporáneas como "Verano 1993" (tampoco esperábamos gran cosa, no vayamos a engañarnos). Recuperando la escena sobre el legado de las personas en el mundo, me gustaría saber las opiniones de los espectadores sobre el futuro legado de la película en cuestión.

Reparto

Y es que, a pesar de su estelar reparto, entre el que se encuentra la aclamada bailarina de Chandelier (Maddie Ziegler), El Libro Secreto de Henry no destaca precisamente por sus desgarradoras interpretaciones; de hecho, quien consigue deslumbrar sin esfuerzo es el joven y talentoso Jacob Tremblay ("The Room") que enamora con su ternura natural. A la cabeza, Naomi Watts, a cara lavada si se precia, quien vuelve a encarnar ese personaje de madre superviviente de desgracias al que nos tiene tan acostumbrados; eso sí, muy lejos de la credibilidad de sus antiguas performances.

Conclusión de El Libro Secreto de Henry

Si bien es cierto que estamos ante un proyecto ambicioso, el guion resulta confuso consigo mismo, con falta de autocrítica y rodado con poca brillantez. La película intenta dar, equivocadamente en su forma, profundidad a un producto destinado a consumirse como un mero estándar. No niego que encontrará su hueco en la parrilla televisiva, aunque, por el momento, aconsejo a los lectores dejar El Libro Secreto de Henry en la estantería. Lo mejor, y más ridículo, del visionado ha sido ver cómo la propia película creía ser honesta.

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