Lo que hay dentro (It's what's inside) es una mezcla de thriller, ciencia ficción y comedia negra dirigida por el debutante en largometrajes Greg Jardin. Entre el reparto encontramos a Brittany O´Grady (El consultor, White lotus), David Thompson (Blue ruin, The boys), o Nina Bloomgarden (La idea de tenerte, El resort). La película tuvo su premiere en el último Festival de Sundance, donde Netflix mostró un interés que se tradujo en una compra de 17 millones de dólares. Es precisamente en esta plataforma donde mundialmente se estrena el 4 de octubre de 2024.
Crítica de 'Lo que hay dentro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Lo que hay dentro
Título original: It's What's Inside
Reparto:
Brittnay O'Grady (Shelby)
James Morosini (Cyrus)
Gavin Leatherwood (Dennis)
Nina Bloomgarden (Maya)
Alicia Debnam - Carey (Nikki)
Reina Hardesty (Brooke)
Devon Terrell (Reuben)
David Thompson (Forbes)
Año: 2024
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Director: Greg Jardin
Guion: Greg Jardin
Fotografía: Kevin Fletcher
Música: Andrew Hewitt
Género: Ciencia ficción. Thriller
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Lo que hay dentro'
Sinopsis
Una fiesta preboda acaba siendo una pesadilla psicológica para un grupo de amigos cuando un invitado inesperado aparece con una maleta misteriosa. (Netflix)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una reunión de amigos
El punto de partida de Lo que hay dentro (It's what's inside) pertenece a un subgénero particular como el de las reuniones de amigos que acaban fatal. Puede ser al compás de la ciencia ficción cerebral de Coherence (2013), al de la comedia negra de Perfectos desconocidos (en cualquiera de sus versiones de distintas nacionalidades), o a la manera de terror indie sarcástico de Muerte, muerte muerte (2022). De este modo, un grupo de jóvenes se reúnen para celebrar las inminentes nupcias de un miembro de la pandilla de los de toda la vida.
Uno de los invitados, al que en realidad nadie espera, es Forbes (David Thompson) un viejo camarada del instituto que tuvo un último encuentro con ellos algo violento. Pero para sorpresa de todos allí aparece, con un misterioso maletín que contiene algo que convertirá la velada en algo inolvidable. La película, como suele ocurrir en estos casos, se desarrolla en pocos escenarios, recurriendo a una unidad de acción muy fuerte. En este caso el casoplón del chico que va a casarse.
Una característica esencial de la película es el fulgurante montaje, que dota a Lo que hay dentro de un ritmo muy veloz. De hecho, a ratos, demasiado veloz. Hay algo de puesta en escena del estilo Tik, Tok o Instagram y redes sociales en general. Lo cual también aparece en el propio guion. Particularmente en los primeros momentos de metraje, y que constituyen el armazón de la perspectiva irónica de la película, que casi siempre tiene que ver con la superficialidad y el culto a la imagen.
Que comience la fiesta
Lo que hay dentro (It's what's inside), al menos rompe el molde de la producción estándar que suele estrenar Netflix con frecuencia. Visualmente Greg Jardin trata de aportar cierto estilo, bien recurriendo al estilo de la redes sociales (tal como decíamos), con una cámara vivaz y ágil que se mueve como un invitado más a la celebración y con unos cuantos detalles diseminados aquí y allá. Eso sí, hay que tener en cuenta que más que una producción propia como tal, Netflix pago la nada desdeñable cifra de 17 millones de dólares tras captar su atención en Sundance. Parece una cifra ligeramente alta para una comedia indie que tampoco está destinada a ser un evento cinematográfico.
Dentro del nicho de reuniones de amigos donde la amistad salta por los aires, el guion tiene ciertas trazas de originalidad. El desencadenante para que el argumento se ponga en marcha es tan sencillo como loco. Casi como la sci fi de los años cincuenta o sesenta, de series como La dimensión desconocida o Rumbo a lo desconocido. Y antes de caer en la parte más oscura de la trama, la historia tiene un punto jugón, divertido, fresco, que, aunque trata de mantenerse durante toda la película, solo perdura a ratos.
Más allá de su componente lúdico, el guion tiene un regusto de mala baba, de colmillo retorcido. Abre el melón de la hipocresía y del fariseísmo que pueden poblar las relaciones personales. Nos habla también de envidias, de rencores larvados, de frustraciones vitales, y de la ponzoña que podemos ir acumulando con el devenir de los años. En ese sentido aprovecha la confusión de identidades para mostrar cómo son realmente algunos de los protagonistas, con la treta de identificar a la verdad utilizando una mentira. Y es que a ratos también es un poco whodunnit.
El estilo de 'Lo que hay dentro'
Lo que hay dentro, se ha vendido desde diversos ámbitos como una película de terror, como un elemento más de los que preparan el camino a Halloween. No creo que sea una película que participe del terror, salvo alguna escena levemente escabrosa. Aunque la parte central sí que acumula tensión, lo hace de forma más acorde a un thriller, con algún momento cerebral de ciencia ficción rebajado con humor juvenil. Digo cerebral porque hay que estar muy atento a la secuencia de acontecimientos, ir tomando nota mental y no perder un detalle. Los continuos giros y regates del guion hará que casi nos perdamos en la historia, sin muchas posibilidades de hacer pie.
Esto le puede impeler al espectador a tratar de coger el hilo a toda costa, casi como si fuera un desafío, o por otro lado puede hacerle desertar y desconectar del todo. Esto está apunto de ocurrir más veces de lo deseable, pero no solo por la cantidad de giros y variables a entender. También por un ritmo demasiado alocado, donde una pausa hubiera venido de perlas. Y eso ya es cuestión también de montaje, uno de los atractivos de Lo que hay dentro, y a su vez uno de sus principales defectos.
De una forma, a veces desenfada y otras veces más tensa, no es un guion que nos pretenda mostrar unos personajes bullentes de buenos sentimientos y bonhomía. De hecho, todos tienen su ración de mordacidad, su peculiaridad imperfecta y objeto de sátira. Y es que dentro de nosotros podemos portar material oscuro, aunque nuestra encarnación exterior sea de simpatía y encanto.
El elenco
No hay que buscar nombre conocidos en el reparto de Lo que hay dentro. Es un reparto joven, sin mucha experiencia en cine y que en algunos casos también pueden sonar por algún pinito como cantante. El mayor peso puede caer sobre Brittany O'Grady y James Morosini, como Shelby y Cyrus. Ellos son una pareja donde el entusiasmo por mantener la relación está repartido de forma desigual, que acaparará una buena cantidad de momentos, y será el núcleo de varios conflictos. También se puede mencionar a David Thompson en el papel de Forbes, y sus maneras un poco de nerd inquietante con muchas zonas grises.
Sin embargo, es difícil juzgar la labor del elenco en su identificación con sus respectivos papeles. La historia se basa en la confusión e intercambio de identidades, pero en líneas generales se distinguen varios arquetipos. Tenemos a la aficionada a las redes sociales, la mística, el bueno que resulta no ser tan bueno, el nerd... .Es como una visión poco amable de la generación centenial y de sus tribulaciones en el paso a una adultez plena.
No hay ninguna actuación que acabe de destacar. Hay un esfuerzo colectivo por adecuarse al ritmo efervescente de la película, que al final es el verdadero protagonista de la misma.
Conclusiones de 'Lo que hay dentro'
El debut de Greg Jardin como director de largometrajes arroja el resultado de una filigrana con un importante afán de diversión, que se ve empañada por un montaje atropellado y esquivo. La cantidad de giros de Lo que hay dentro (It's what's inside) puede ser mareante. No obstante, no es una mala adquisición para el catálogo de Netflix. Indicada para los que disfrutan al alimón de una comedia indie un poco gamberra, premisas de ciencia ficción de serie b, y los thrillers con muchas idas y venidas.
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