"Lorca por Saura": Homenaje a dos grandes leyendas

Lorca por Saura narra la vida de Federico García Lorca a través de los ojos de una mujer de nuestro tiempo, que recreará los momentos clave de su vida, desde su infancia en la vega de Granada hasta su fusilamiento durante la guerra civil.

Para ello se juega con fragmentos de las obras escritas por Lorca combinados con otros escritos completamente exnovo por el autor de la obra, recreando ese estilo y ese lenguaje poético. El espectáculo incorpora el cine, la música, la fotografía, el baile y la pintura, convirtiéndolo en un montaje artístico que engloba diversas disciplinas. (TEATRO INFANTA ISABEL). 

Desde el respeto

Dos figuras indispensables de la cultura española se unen en Lorca por Saura y no solo por su título, sino por el legado que dejan tras de sí. Además, desgraciadamente, su estreno en Madrid viene acompañado de un adiós lleno de respeto hacia Carlos Saura, quién dirigió esta pieza, siendo su último trabajo en el teatro. No obstante, el libreto corre a cargo de Natalio Grueso, el cual inicia un camino vital en torno a la figura de Federico García Lorca, una biografía desde su niñez en Granada hasta su cruel destino conocido por los espectadores. Por un lado, destacan los distintos destellos que se hayan en el relato, momentos llenos de ternura, como la visita de Dalí, hasta llenos de emoción como el último acto. Con lo cual, se puede disfrutar de una parte importante de la pieza.

Sin embargo, al tratarse del último trabajo en el que estaba envuelto Saura, puede ser que se esperase algo más magnánimo, con más aristas y con una profundidad más apabullante. A pesar de convertirse en un relato accesible para todos los públicos, no se halla información que no se conociera ya del famoso poeta y dramaturgo. En consecuencia, se forma un dejà vu que no logra encumbrar la obra. Asimismo, se escriben algunos pasajes desde una sencillez que hace que no se aprovechen todas las posibilidaes que se pudieran. Por ende, la historia no consigue la grandeza que se espera ya solo por el título. A pesar de ello, se ve en su enfoque el gran respeto y admiración que Grueso siente tanto por Lorca como por Saura, siendo esta su mayor baza.

Cantares

India Martínez es la gran protagonista de Lorca por Saura, convirtiéndose en su debut teatral, donde se mete en la piel del propio Lorca a través del tiempo. En primer lugar, aplaudir la gran capacidad vocal de la cantante, fiel a su estilo, llega a emocionar en varios momentos. Además, en ninguna parte flaquea, en sus escenas musicales, una delicia escucharla sobre la escena. También destaca la presencia corporal, la manera de pisar el escenario, siendo un recurso muy atractivo a ojos del público. Únicamente, a nivel actoral todavía está por madurar. Se ven los esfuerzos de la cordobesa por dar lo mejor de sí interpretativamente, pero todavía se encuentra menos orgánica, no logra la naturalidad y exigencia que se le demanda dramáticamente. A pesar de ello, se compensa gracias a su buen hacer musical.

Junto a Martínez, se encuentran Alberto Amarilla y Saturna Barrio. Por un lado, Alberto Amarilla realiza un trabajo estupendo, sabiendo sacarle partido a cada momento y disfrutando de esa comedia que le acompaña en gran parte del montaje. Se valora muy positivamente la búsqueda de dar a cada personaje su personalidad, cuidando detalles como el acento, la postura, incluso, la expresión facial. Por lo que, indudablemente, su trabajo es uno de los elementos escénicos más reconocidos por la audiencia. Después, por otro lado, Saturna Barrio embadurna su labor con autenticidad, sencillez, cercanía, mostrándose cómoda y haciendo disfrutar al espectador por esa energía tan lúcida que presenta. Por último, Antonio Bejarano acompaña al piano, siendo un intérprete efectivo y aportando su granito de arena como respiro cómico en algunos pasajes de la obra.

Culto a un adiós

La propuesta artística de Lorca por Saura se fundamenta en un rito que combina distintos lenguajes artísticos: lo teatral, lo audiovisual y lo musical. Por tanto, no solo se homenajea artísticamente a Lorca, sino que se hace mediante los vehículos creativos con los que estaba emparentado Carlos Saura. No es extraño que se vean propios extractos de su carrera, como escenas de su famosa “Carmen”. Estos momentos toman mayor nostalgia por el tiempo en el que está siendo representada, llenándose la sala de auténtica emoción. Asimismo, la música, las canciones elegidas, es un condimento espectacular, que junto a un diseño de iluminación lleno de potencia, se convierte en auténtico arte en movimiento. El audiovisual emerge a través de dos estructuras de grandes dimensiones, llamando la atención desde el primer minuto del espectador.

La selección de imágenes, recursos gráficos y colores que se ven en las pantallas que adornan la escena son exquisitas. No obstante, se podrían cuidar algunos detalles del montaje audiovisual, como una estandarización de imágenes verticales y horizontales, evitando las famosas franjas negras, que pueden dar algo de aspecto amateur. Asimismo, con dichas posibilidades, se podría haber dado mayor espectacularidad al montaje y a la combinación de lo digital con lo presencial. Después, por otro lado, el diseño de la escenografía es minimalista, pero efectivo, cumple con su función en el montaje. Por último, destaca un ritmo que no decae, que mantiene atento a los espectadores ante las tablas, al saber intercalar momentos de pura calidad con aquellos pasajes menos brillantes. Una obra que ha sabido equilibrarse.

Conclusión

Lorca por Saura es un homenaje a dos grandes figuras del mundo de la cultura española, dos maestros que dejan tras de sí un legado magnífico. Por tanto, Natalio Grueso realiza una dramaturgia donde se ve el respeto y admiración por ambos. No obstante, el relato no logra la profundidad y las expectativas que se pueden esperar, siendo un libreto más sencillo de lo que debiera. Después, Alberto Amarilla y Saturna Barrio realizan una labor estupenda, acompañando a una India Martínez que brilla en su aspecto musical. Por otro lado, a nivel técnico y artístico, sobresale la selección del material, el color, el diseño de iluminación, las escenas musicales y haber sabido encontrar el equilibrio. Un adiós lleno de consideración y reverencia, que une el imaginario de dos leyendas que perdurarán siempre en el tiempo.

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