El pasado 11 de noviembre se estrenó Los puentes de Madison, el musical, en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid. Protagonizado por Nina y Gerónimo Rauch, revive el clásico cinematográfico de 1995, recogiendo el testigo a Meryl Streep y Clint Eastwood, quién también dirigió la cinta. Además, es uno de los proyectos que cierran la temporada musical de este 2022. La dirección musical ha corrido a cargo de Gerardo Gardelin, mientras que la dirección escénica está a manos de Alberto Negrín. Se representará hasta el 28 de febrero de 2023.



Estreno de Los puentes de Madison el musical

Crítica de 'Los puentes de Madison, el musical'

Ficha Técnica

Título: Los puentes de Madison, el musical
Título original: The Bridges of Madison County, The Musical

Reparto:
Nina
Gerónimo Rauch
Julia Möller
Carlos Solano
Manu Rodríguez
Marta Valverde
José Navar
Nando González
Inma Mira
Paula Mori
Franco Yan
Rubén López
Alba Roben

Duración: 135 min. apróx.
Dirección escénica: Alberto Negrín
Dirección musical: Gerardo Gardelin
Escenografía: Alberto Negrín
Dirección técnica:
Marc Bartoló
Dirección musical residente:
Pablo Citarela
Diseño de iluminación:
Felipe Ramos
Videoescena: Álvaro Luna
Diseño sonido: Germán Schlatter
Movimiento escénico: Mercè Grané
Jefa Regiduría: Julia Bofarull
Dirección de actores:
Jaime Pujol
Dirección musical residente:
Pablo Citarela
Jefa de producción:
Lola Alonso
Producción:
Gustavo, Yankelevich y Víctor González
Producción ejecutiva:
Enrique Salaberria y Víctor Fernández
Proyect Leader:
Matías Baraviera
Producción:
Mad Bridge

Canción de 'Los puentes de Madison, el musical'

Sinopsis de 'Los puentes de Madison, el musicla'

Las criadas una de las historias más emblemáticas del cine de todos los tiempos, llega a España convertida en un gran musical, que se estrena en noviembre del 2022 en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid.

Esta producción adapta al español, por primera vez, el libreto original que Marsha Norman creó en 2014 para su estreno en Broadway, y la composición musical de Jason Robert Brown, que fue galardonada con dos Premios Tony a la Mejor Composición Original y Mejor Orquestación.

El musical, que está basado en la exitosa novela de Robert James Waller y que Clint Eastwood llevó al cine en 1995, enfoca la historia desde un prisma diferente. Esta versión de Los Puentes de Madison se aleja de la visión nostálgica del amor fallido que plantea la película y aborda, desde la historia de amor entre una ama de casa y un fotógrafo viajero, una reflexión sobre el destino, la libertad de tomar decisiones y la valentía y generosidad de amar. La acción, ambientada en 1965, se desarrolla durante tres días en Iowa, un mundo rural que alberga un mítico puente que tomará mucha simbología. (WEB OFICIAL). 



Los puentes de Madison el musical
Foto de Web Oficial Smedia

Un clásico difícil

En 1995 se estrenó uno de los clásicos más románticos del séptimo arte, que cuenta con una de las interpretaciones más recordadas de Meryl Streep. Después de más de 25 años, llega a los escenarios madrileños con Los puentes de Madison, el musical, una adaptación española llevada al teatro musical. La base principal de la narración mantiene los principales elementos de la historia original, por lo que no será complicado reconocer la historia de amor entre sus dos protagonistas. Asimismo, se presentan algunos matices en torno a la vida de Francesca, como su hermana y su prometido, los cuales logran darle mayor consistencia a lo que se va exponiendo ante el espectador. Por tanto, tiene los ingredientes principales para ser una versión fiel y que cause el mismo efecto que el largometraje dirigido por Clint Eastwood.

Sin embargo, a pesar de su insistencia en mantenerse fiel, el libreto no goza de la misma emoción o efecto lacrimógeno, sino que se plantea desde una óptica que no produce esa empatía. Por lo cual, al simplificarse varias partes y escenas, se comprende la relación entre los dos personajes principales, pero no consigue fabricar esa línea directa con los asistentes. Por ende, al ser su mayor baza el recurso dramático que logró que el film pasase a la historia, al no forjar la misma aceptación y recepción, deja una sensación más fría. Habría que haber buscado una estrategia que pudiera exponer la fuerte conexión entre sendos personajes. Le falta más consistencia, una emoción más descarnada, real. En consecuencia, al quedarse a medio gas, se convierte en una experiencia insatisfactoria.

Teatro EDP Gran Vía
Foto de Diego Da Costa

Julia Möller, una estupenda Francesca

A pesar de ser Nina y Gerónimo Rauch el principal reclamo de Los puentes de Madison, el musical, Julia Möller y Carlos Solano son los alternantes oficiales de Francesca y Robert. En primer lugar, aplaudir la interpretación de Julia Möller, está espléndida, realiza una labor expresiva de máxima calidad, unida a una sensibilidad muy bien traída. Gracias a ello, dota de una humanidad bien resuelta, que adereza con una vocalización a la altura. Asimismo, hay que destacar su gran nivel vocal, siendo una de las mejores cantantes de la obra, lo que indica una elección brillante como Francesca. Después, Carlos Solano cumple con su labor, se encuentra suelto y cómodo. No obstante, podría ser que se esperase un Robert distinto. A pesar de ello, aceptándose la nueva personalidad del personaje, embadurna la escena con una ternura considerable.

Marta Valverde ya tiene tras de sí una amplia experiencia en el teatro musical, por lo que no se podía esperar otra cosa que una labor más que solvente por su parte. Así, se mete en la piel de Marge, dando pequeñas pinceladas de comedia, siendo el desahogo de la historia principal. Es una pena que no se aproveche más su presencia en el escenario. Aun así, exprime su papel en este espectáculo. Mención especial a Manu Rodríguez y José Navar. Uno de los aspectos que más llama la atención es comprobarse que no es un reparto muy numeroso. Pese a poder comprenderse la decisión de ello, al tratarse de una producción de gran formato, se queda algo desangelado en algunos números musicales. Además, hay algunos intérpretes que deberían seguir evolucionando en su labor artística.

Teatro EDP Gran Vía
Foto de Web Oficial Smedia

La inestabilidad de los puentes

Cuando se suele hablar de musicales, se tiene en mente los grandes decorados, escenografías que llevan al público ante ese lugar de ensueño. En Los puentes de Madison, el musical hay un diseño bastante atractivo, en concreto, en el hogar de Francesca y Marge. También se valora cómo ha sabido confeccionar el famoso puente, habiendo unos cambios en el escenario muy interesantes. Sin embargo, no logra la misma lucidez el cambio de escena y el movimiento, así como un sentimiento de poca estabilidad en la estructura que soporta el espacio del dormitorio de Francesa. Por ende, da una sensación de no estar forjado técnicamente de una manera más sólida, aunque seguramente esté todo absolutamente probado y asegurado, pero no es lo que llega al patio de butacas. Es más, la sensación crea distracción entre los asistentes, pasándole cierta factura al montaje.

El ritmo de la pieza tampoco logra una fluidez que exponga un dinamismo que potencie su espectacularidad, sino que va navegando por un tono excesivamente lineal donde se echan en falta más aristas y golpes de efecto. Por ende, acaba por ser un musical en el que no consigue llenar de color, de magia y de majestuosidad el espacio teatral, pero tampoco logra darle la otra cara de la moneda, que sería la propia intimidad. Pese a ello, hay números musicales que se disfrutan, sobre todo si son acompañados de la voz de Möller. El vestuario y el maquillaje cumplen con su labor, agradeciéndose sobre todo en los personajes secundarios, donde se revela una mayor gama de indumentarias. En conclusión, una producción que promete más de lo que finalmente se produce, donde no explota ni su contenido ni su estrategia estética o visual.

Los puentes de Madison el musical
Foto de Web Oficial Smedia

Conclusión

Los puentes de Madison, el musical basa su fuerza en la historia original y en su respectivo fenómeno cinematográfico homónimo. Sin embargo, se queda a medio gas, trayendo una historia que no consigue emocionar ni embadurnar de romanticismo el escenario. Aun así, tiene a una excelente Julia Möller como Francesca, así como un tierno Carlos Solano. Por otro lado, a nivel técnico, se agradecen algunas canciones, aunque sufren los espectadores con algunos movimientos en la escenografía que no parecen seguros. Una historia de amor que pasa de ser un golpe al corazón a un café descafeinado que no resulta tan memorable como sus predecesoras.

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí