El pasado 15 de noviembre fue el estreno de la segunda temporada de la obra de teatro Miércoles que parecen jueves, de Juan José Millás. Después del éxito de su primera entrega, regresa al Teatro Quique San Francisco, hasta el 17 de diciembre. Nuevamente, Clara Sanchis se pone al frente como actriz de la obra. También cabe destacar que cuenta con la dirección de Mario Gas. Una producción de Entrecajas Producciones Teatrales y la propia Clara Sanchis.



Miércoles que parecen jueves en Teatro Quique San Francisco

Crítica de 'Miércoles que parecen jueves'

Ficha Técnica

Título: Miércoles que parecen jueves
Título original: Miércoles que parecen jueves

Reparto:
Clara Sanchis

Duración: 80 min. apróx.
Dirección: Mario Gas
Dramaturgia: Juan José Millás
Videoescena: Isabel de Ocampo
Producción: Entrecajas Producciones Teatrales y Clara Sanchis

Tráiler de 'Miércoles que parecen jueves'

Sinopsis de 'Miércoles que parecen jueves'

Cuando las fronteras entre la imaginación y la realidad saltan por aire, una mujer irrumpe en el teatro, a punta de pistola, para dar una charla de Juan José Millás. Acosada por la policía y el propio autor, su alegato es la demostración de una tesis a vida o muerte: Ella es él.

Quien domina las palabras, domina la realidad.

Miércoles que parece jueves, con humor y luminosidad, a través de un personaje fascinante, pone en escena los grandes temas del universo millasiano: La realidad y sus extravíos, el poder de la imaginación, la extrañeza como fuente de saber o el cuestionamiento de la propia identidad.

Un espectáculo en movimiento, a pie de calle y de la vida, que se nutre también de la mirada periodística del autor.

El teatro – templo de la palabra, origen de otro, en palabras del autor – es la naturaleza misma de esta historia trepidante. (TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO). 



Miércoles que parecen jueves obra
Foto de Entrecajas Producciones Teatrales y Clara Sanchis

Ficción y realidad

El éxito de una obra como Miércoles que parecen jueves radica, en una parte importante, en el texto que la acompaña. La razón no es otra que Juan José Millás regala a los espectadores un libreto lleno de comicidad, acidez y auténtica locura, que hace que el espectador quede atrapado desde el primer segundo. Gracias a ello, sin descuidar en ningún momento el lenguaje, trae frescura, elegancia y reflexión, dado que no busca la risa por la risa, sino que expone una reflexión sobre ficción y realidad exquisito. Por tanto, es una grata sorpresa ver la inteligencia que derrocha las palabras de Millás, que, sin duda, se entiende por qué es un referente de la palabra y aquí está su estilo.

Además, pese a la complejidad de algunos términos y el recorrido que hace sobre los distintos temas que expone sobre el escenario, los asistentes no desconectan en ningún momento, sino que atienden con gran interés sobre lo que explica. Las dosis de surrealismo y de extravagancia es lo que coloca un sello de identidad único, así como saber dónde colocar los puntos de interacción, rompiendo la cuarta pared, sin abusar de ello. Si la intención era homenajear a la palabra, lo consigue, pero también impresiona con ella y el significado de literatura. Una muestra de cómo lo elevado no está enfrentado con el humor, sino que se puede tener ambas vertientes. En este caso, Millás las unifica con maestría y la riqueza que se halla en la obra es de alta categoría. Pura magia.

Teatro Quique San Francisco
Foto de Entrecajas Producciones Teatrales y Clara Sanchis

Clara Sanchis, única

Nadie mejor que Clara Sanchis para protagonizar una obra como Miércoles que parecen jueves, en el que se necesita esa dosis de locura y al mismo tiempo dar consistencia al discurso y Sanchis lo hace. Para comenzar, su entrada es espectacular, pura energía, no tiene inconveniente de entregarse a esa locura desde el principio. Por ello, el público se queda obnubilado viendo su trabajo sobre la escena. Después, mantiene esa energía de principio a fin, lo que da coherencia y solidez a su personaje, ya que, incluso en pequeñas partes algo improvisadas, lo hace desde el personaje, no rompe en ningún momento la magia. Por lo que, indudablemente, demuestra todo el talento que tiene en su haber y hace gala de ello.

Si se ha tenido la oportunidad de ver trabajos anteriores de Sanchis en teatro, se puede comprobar que este personaje es totalmente diferente a lo que ha podido hacer en otros montajes. Con lo cual, muestra una faceta más de su amplio abanico dramático. Por otro lado, el movimiento y el dinamismo que explota sobre las tablas le permite dar ritmo al texto y que no se estanque en ningún momento. De esta forma, pese a estar sola sobre el escenario, no necesita de más, la acción la llena por sí sola. Sí es verdad que se apoya, durante algunas escenas, en el audiovisual, pero con total naturalidad y fluidez. Por último, indicar que Sanchis conoce el código de su personaje, donde ir con el acelerador y cuando ir más tranquila, en qué momento con el tono haya un poco de acidez y cuando sacar la artillería pesada. Magnífica.

Teatro Quique San Francisco
Foto de Entrecajas Producciones Teatrales y Clara Sanchis

Conferencias y locura

El ritual teatral que se extrae de Miércoles que parecen jueves comienza incluso antes de pasar las puertas del teatro. Previo a entrar, se puede ver un gran cartel donde se anuncia una conferencia de Juan José Millás, atención a este detalle, es una muestra de cómo es importante cuidar el contexto y realizar guiños simpáticos en sintonía con el desarrollo de la obra. Después, la ambientación utiliza el propio teatro, siendo el realismo lo que cubre la ficción como escenario, por lo que, la propia propuesta escénica es la unión entre los dos universos. La pistola es otro de los elementos imprescindibles, no se abusa de ello y es perfecto para dar golpes de efecto. No obstante, para aquellos sensibles a los sonidos fuertes, tal vez, sea importante tenerlo en cuenta.

El vestuario de Clara Sanchis está en sintonía con su personaje, así como la elección de los objetos que se ven sobre la escena. No se sobrecarga con elementos, es más, la gran parte de la pieza se apoya en un escenario desnudo, donde la acción y el movimiento son los verdaderos protagonistas. También se agradece que haya estímulos, como el espacio sonoro, dibujando una expansión espacial, que da un toque a la pieza. Asimismo, la proyección funciona de una manera muy orgánica, dado que la interacción con lo meramente teatral logra formar un buen tándem. El ritmo navega entre lo frenético a lo reflexivo, sabe equilibrar y ese es su verdadero éxito, dar una experiencia completa que no abusa de la rapidez y deja momentos de reflexión.

Miércoles que parecen jueves obra
Foto de Entrecajas Producciones Teatrales y Clara Sanchis

Conclusión

Miércoles que parecen jueves es una obra superlativa, llena de acidez, movimiento, una experiencia exquisita. Así, se apoya en una dramaturgia llena de inteligencia, con un humor mordaz y una reflexión muy interesante. Asimismo, Clara Sanchis es sinónimo de calidad, da una interpretación brutal, es perfecta para esta obra. La puesta en escena mantiene un equilibrio perfecto, con un minimalismo muy bien utilizado, con un ritmo que aprovecha los altos y bajos de una forma óptima. Una auténtica experiencia, el poder de la palabra, que demuestra que lo complejo también combina a la perfección con la comedia.

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