Mope es una comedia negra estadounidense dirigida por Lucas Heyne, que también escribe el guion junto a Zack Newkirk. Se inspira en hechos reales y cuenta la historia de dos actores que quieren triunfar en el mundo del porno, sufriendo todo tipo de humillaciones que desembocan en un trágico incidente.
Está protagonizada por Nathan Stewart-Jarrett (Misfits, Utopia), Kelly Sry (La chica invisible), Brian Huskey (Veep), David Arquette (Scream), Max Adler y Tonya Cornelisse. La película pudo verse el año pasado en el Festival de Sundance y en Sitges 2019. Se estrena en España de la mano de Filmin a través de su plataforma VOD el día 8 de octubre de 2020.
Crítica de 'Mope'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Mope
Título original: Mope
Reparto:
Nathan Stewart-Jarrett (Steve Driver)
Kelly Sry (Tom Dong)
Brian Huskey (Eric)
Max Adler (Chris)
David Arquette (Rocket)
Tonya Cornelisse (Tampa)
Año: 2019
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Lucas Heyne
Guion: Lucas Heyne, Zack Newkirk (Historia: Michael Louis Albo, David C Hill)
Fotografía: Bryan Koss
Música: Jonathan Snipes
Género: Comedia
Distribuidor: Filmin
Tráiler de Mope
Sinopsis
La trágica historia real de dos mejores amigos, Steve Driver y Tom Dong, actores de baja estofa en el mundo del porno que buscaron fama pero solo ganaron infamia.
Mope es el término que la jerga del porno reserva para los actores que ocupan la posición más baja y degradante en la industria. Por más que lo intentaron, Steven Driver y Tom Dong nunca lograron quitarse dicha etiqueta de encima, pero dejaron huella por una serie de razones mucho más bizarras, dando pie a uno de los episodios más sórdidos, delirantes y trágicos de la historia de la pornografía, que Mope dramatiza con forma de comedia extrema. (Festival de Sitges). (Filmin)
Dónde se puede ver la película
Dos pringados queriendo hacer porno
La palabra Mope (se podría traducir al castellano como "pringado"), se emplea en la industria de cine para adultos para denominar a los actores que ocupan el escalafón más bajo y degradante. La película cuenta la historia verídica de Stephen Clancy Hill y Herbert Hin Wong, con los alias fálicos de Steven Driver y Tom Dong, dos amigos que quisieron convertirse en actores porno famosos y solo lograron la atención mediática tras protagonizar en 2010 un escabroso crimen real, así como un lugar prioritario en las estanterías del videoclub.
La película se inicia como una comedia negra. La primera secuencia nos muestra a un grupo de hombres en una habitación bañada con una luz roja infernal. Están en silencio, amontonados y semidesnudos, manoseándose sus miembros a la espera de ser llamados para participar en un bukkake. En ese contexto, surgirá una amistad inquebrantable entre los dos protagonistas. El director, Lucas Heyne, afronta su ópera prima con valentía, pero eludiendo lo explícito para salvaguardarse de la censura.
Esa escena de apertura utiliza como banda sonora La Cabalgata de las Walkirias de Richard Wagner, recreada por el compositor del filme, Jonathan Snipes, que la rebautiza irónicamente con el nombre de Ride of the Bukkake Boys. La intención cómica de darle un tono épico a la consumación de las eyaculaciones sobre el rostro de una chica, no evita que se afronte con una sordidez casi enfermiza. Mope jugará constantemente con esto. Aunque esté catalogada como una comedia negra, nuestra risa permanecerá congelada ante el patetismo de las situaciones que se plantean.
El lado perverso del sueño americano
No es casualidad que los protagonistas de Mope sean un afroamericano y un joven de ascendencia china. Son dos parias de la sociedad estadounidense que no encuentran su lugar en el mundo. Creen encontrar una salida a su mediocridad dedicándose al cine para adultos, pero en realidad tampoco destacan en eso. El paisaje desolador del porno podría fácilmente extrapolarse al cine comercial de Hollywood u otras profesiones donde la fama y el dinero son el objetivo primordial de los jóvenes. Un peligroso estereotipo para medir el éxito en la vida.
Mope nos habla del sueño americano. De su lado oscuro y perverso. Nos muestra sin tapujos la deriva hacia los bajos fondos y la pérdida de la dignidad en esa búsqueda de un sueño irreal y ficticio. Vivimos en una sociedad que endiosa a las estrellas de cine, pero a menudo nos olvidamos de todos aquellos que se quedaron por el camino. Stephen y Herbert dieron con sus huesos en los estudios de la productora fetichista Ultima DVD.
El paseo de bienvenida por las instalaciones, es otra muestra de esa combinación entre comedia y patetismo. Los cochambrosos estudios de grabación sirven de alojamiento para varias personas convertidas en despojos que malviven con los pocos dólares que les pagan por tener sexo frente a una cámara digital casera. En esta secuencia se vuelve a utilizar el recurso de la ópera clásica con La Gazza Ladra (The Thieving Magpie) de Gioachino Rossini. El contraste de tan bella música con las imágenes del filme, produce una sensación contradictoria en el espectador, algo similar a lo que le sucedía a Alex DeLarge con Beethoven en La Naranja Mecánica.
Conclusión de 'Mope'
Mope es la ópera prima de Lucas Heyne. Una comedia negra que deriva hacia el drama criminal y que está inspirada en hechos reales. Nos introduce en el mundo del porno fetichista, lo que la emparenta de algún modo con Boogie Nights de Paul Thomas Anderson, pero sustituyendo los neones por fluorescentes de bajo coste.
Mope es una película incómoda que reflexiona sobre la fama y la degradación del ser humano cegado por conseguirla. También nos habla de una masculinidad mal entendida que debe demostrarse degradando a una mujer. El protagonista está obsesionado con demostrar una heterosexualidad que su mediocridad pone en entredicho. En ese sentido, la película hubiera ganado enteros si se hubiera profundizado en alguno de los personajes femeninos que aparecen. Las mujeres son las que más humillaciones sufren en la industria del porno, al tratarse de un negocio dirigido principalmente hacia los hombres. Muchas jóvenes que buscan ganar dinero rápido, acaban convertidas en juguetes rotos con problemas psicológicos, de drogadicción e incluso algunas acaban suicidándose.
Mope propone un reflejo sin concesiones de todo eso, bajo su apariencia desenfadada. Es como ver la trastienda del sueño americano, donde la mugre cubre las paredes y te impide ver la salida. Además de la buena interpretación de Nathan Stewart-Jarrett y una pequeña aparición de David Arquette, destaca la selección de la banda sonora. Además de la música clásica, suena un tema de Pino Donaggio como homenaje a Doble Cuerpo de Brian de Palma (que se ambientaba tangencialmente en el mundo del porno) y cierra con el Mister Superstar de Marilyn Manson. Esos créditos finales acaban como una cinta VHS gastada y ultrajada, cubriendo de drops toda la pantalla. Un final tremendamente simbólico.
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