Katie Found realiza su ópera prima con My First Summer, film que muestra el descubrimiento personal y sexual de una joven aislada de la sociedad. Esta película ha contado en su reparto con Markella Kavenagh, Maiah Stewardson, Steve Mouzakis, Katherine Tonkin y Edwina Wren, entre otros. Además, estuvo nominada en los Premios de la Academia de Artes de Cine y Televisión Australiana, en la categoría de mejor película indie. En el Festival LesGaiCineMad 2021 opta al Gran Premio de la Sección Oficial.
Año: 2020 Duración: 80 min País: Australia Dirección: Katie Found Guion: Katie Found Fotografía: Matthew Chuang Género: Drama Producción: Noise & Light
My First Summernos presenta a Claudia, de 16 años, que ha crecido aislada del mundo exterior. Perdida tras la muerte de su madre, se sorprende cuando Grace, una enérgica adolescente local, aparece en el jardín como un espejismo, un soplo de aire fresco. Entre ellas encuentran el apoyo, el amor y la intimidad que necesitan, y se enseñan mutuamente el poder restaurador de la conexión humana. Pero su paz idílica es frágil a medida que el mundo de los adultos se acerca y amenaza a su amor secreto de verano. (LESGAICINEMAD 2021).
Descubrimiento social
No son pocas las películas que abordan el descubrimiento personal y sexual durante la adolescencia, recogidas dentro del género coming-of-age. My First Summer pertenece a este tipo de largometrajes, donde sus protagonistas realizan un recorrido experimental en torno a sus propias vidas. Sin embargo, en este caso, viene precedido por dos contextos trágicos, donde se mezclan la muerte, el trauma, y una familia desestructurada. Asimismo, goza de unas pinceladas interesantes en torno a un sujeto que ha vivido de forma marginal del resto de la sociedad, permitiendo que esa exploración con el mundo exterior, a través del personaje de Grace, sea otra línea argumental atrayente. Esa forma de descubrir detalles tan banales de la cotidianidad, hace que se plantee un prisma tierno y dulce al propio film, sin perder de vista la intención principal de la cinta.
La creación de los personajes se profundiza, sobre todo, en Claudia y Grace, las dos adolescentes que son el eje principal de la acción. Mientras que Claudia es el reflejo de un aislamiento forzado, Grace busca esa evasión del mundo exterior. Esa dicotomía que se formula entre ambas, permite que se creen anclajes que provoquen la sonrisa en el espectador. Además, se adereza con una inocencia e ingenuidad pertinentes para la edad que representan, así como un tratamiento de las relaciones sexuales con un realismo certero. Únicamente, hay un exceso de edulcorado en el tratamiento de varios temas de gran complejidad, que se resuelven con una facilidad que quita verosimilitud a la problemática. La razón no es otra que la elegancia con la que se cimienta todo ese universo personal, que pierde fuerza al abordarse de esta forma.
Algo más
A pesar de tener un reparto coral algo numeroso, la acción de My First Summer recae especialmente en Markella Kavenagh y Maiah Stewardson. Ambas dan vida a Claudia y Grace, respectivamente. Para comenzar, Markella Kavenagh cuenta ya con cierta experiencia frente a la pantalla, lo que le permite desarrollar la sensibilidad de su personaje sin problemas. Ese puzzle de emociones, formado por el miedo, la sorpresa y la felicidad, se desarrolla fervientemente en su expresividad corporal y facial. La actriz maneja sin problemas este torbellino emocional y lo transmite con una fragilidad y elegancia estupendas. Además, en todo momento se mantiene en coherencia con la personalidad que ha ido mostrando ante la pantalla. También hay que destacar la excelente formulación en torno al carácter juvenil y luminoso que necesita su personaje.
Maiah Stewardson, en cambio, es un torrente de energía desde sus primeras escenas, comprendiendo cuál es el tono de su personaje en todo momento. Gracias a ese movimiento que presenta en su interpretación, se halla un equilibrio con la energía más pausada y lúgubre que plantea Kavenagh desde su personaje. Igualmente, transfiere toda esa ingenuidad y descubrimiento, lo que permite que se explote esa vertiente realista sobre la etapa que está abordando. Por tanto, entre las dos actrices se fabrica una sinergia muy bonita, que culmina en esa atracción adolescente que consolida la química que se crea entre sendas intérpretes. Por otro lado, mencionar el trabajo de Katherine Tonkin, quien se convierte en la efímera Veronica Fox. A pesar de no estar presente en la mayor parte del film, su esencia hipnótica logra ser captada delante de la cámara.
La naturaleza y el hogar
La magia de los espacios abrazados por la naturaleza y la fuerza que conlleva ambientarlos en estos lugares hace que la presentación visual sea favorable. Con lo cual, My First Summer sigue esta estrategia visual, donde la mayor parte de la acción se transfiere a ese pequeño oasis rural, donde parecen no ser envenenados por la idiosincrasia de la sociedad civilizada urbana. Sin embargo, cabe mencionar que el protagonismo lo tiene realmente la propia casa, por lo que este impacto visual no se explota tanto como se pudiese. Aun así, esa ambientación de perderse entre árboles sigue estando vigente, dando la posibilidad de mantener ese carácter más fresco y sencillo. Además, hay que aplaudir varias de las decisiones de la dirección de fotografía, que logra apostar por planos que son un auténtico frenesí emocional.
Sin embargo, uno de los inconvenientes que tiene el film es un ritmo menos dinámico de lo que podría ser. A pesar de mantener una ligereza en una parte consistente de la acción, hay momentos en los que se halla un prolongación excesiva en torno a una escena que podría resumirse. En consecuencia, da la sensación de dilatarse en el tiempo, lo que deja una sensación de excesiva recreación en algunas partes del film. Aun así, luego lo suple con maestría en otras secuencias, como, por ejemplo, la del acto sexual, la cual se construye sobre un candor y naturalidad excelsa. De esta manera, indica un buen gusto cinematográfico, siendo la espontaneidad y la sencillez su principal arma. Por tanto, Katie Found logra con su ópera prima sentar una idea del progreso que se avecina en su carrera como realizadora.
Conclusión
My First Summer es una historia de descubrimiento vital, donde se mezclan la sexualidad, la tragedia, la cotidianidad y la ausencia. De esta forma, se plantea un oasis entre tanto ruido visceral, lo que explota una vertiente más dulce, luminosa y agradable. Así, desarrolla su potencial en torno a una exposición coherente con la etapa que presenta y la personalidad de sus personajes. De la misma manera, Markella Kavenagh y Maiah Stewardson realizan dos interpretaciones que mantienen esa esencia ingenua del film. Por otra parte, la realización artística y técnica obtiene su fuerza de la naturaleza y esa metáfora de la evasión, mientras que pierde algo de fuelle en el aletargamiento excesivo en algunas partes del montaje. La ruptura de un aislamiento social, que encuentra su principal baza en la ternura de la exploración emocional.