El Teatro Lara tiene un compromiso con Cádiz, una obra sobre la amistad que comenzó en la sala Lola Membrives y ha sido trasladada a la sala grande debido a su éxito. Protagonizada por Nacho López como Adrián, Arturo Venegas y Bart Santana se reparten el papel de Miguel y Fran Nortes como Eugenio. Que además este último es el escritor de la obra. Casi dos años en cartel y una pandemia de por medio, pero Cádiz, dirigida por Gabriel Olivares, continúa al pie del cañón con una puesta en escena sencilla pero muy dinámica, que permite que los 3 actores sean los auténticos protagonistas de la obra.
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Crítica de Cádiz
Resumen
Ficha Técnica
Título: Cádiz
Título original: Cádiz
Reparto:
Fran Nortes (Eugenio)
Arturo Venegas / Bart Santana (Miguel)
Nacho López (Adrián)
Duración: 90 min. apróx.
Dirección: Gabriel Olivares
Dramaturgia: Fran Nortes
Diseño de escenografía: Asier Sancho
Género: Comedia
Producción: Teatro Lara, Escena y La Candela
Entrevista al reparto de 'Cádiz'
Sinopsis de 'Cádiz'
La masculinidad frágil
Tres hombres de masculinidad frágil, que siguen hablando de motos, mujeres y alcohol. Tres amigos desde, probablemente la EGB, que no muestran sus sentimientos, que aparentan que todo está bien, pero sobre todo aparentan que siguen siendo amigos, cuando claramente tienen que hacer un sobresfuerzo por dirigirse la palabra. Y es que la vida los ha desvinculado tanto que ya no tienen nada en común, bueno una cosa sí. El pasado. El pasado de niños, de adolescentes, de borracheras y fiestas, de vacaciones en en Los Caños de Meca, veranos en la playa conociendo a chicas y creciendo juntos, aprendiendo y equivocándose juntos como mejores amigos. Y es que mi pregunta es: ¿Serían amigos si se hubiesen conocido ahora con 40 años?
Cádiz explora los sentimientos de una generación donde a los chicos se les ha obligado a comportarse como “hombres”, y no se les ha permitido llorar y ahora, tienen problemas para poder gestionar sus emociones. Todos tenemos en nosotros un poco de ellos tres. Me sentí ese hombre maduro que vemos en Eugenio, ese personaje que piensa en el futuro y que se preocupa por su bienestar. O Adrián, interpretado de forma tan natural y real, ese hombre que vive el presente y quiere vivir cada momento de forma tan intensa. Y, por último, Miguel, un personaje que enamora, que deseas que sea tu amigo y que recuerda cada instante vivido juntos en el pasado.
La madurez
Todos fingen que la vida es maravillosa, ninguno quiere aparentar ser débil al lado de sus amigotes, pero poco a poco vamos viendo que eso no es verdad y que en algún momento todo eso tiene que romper por algún sitio. Aun así, la obra está tan bien escrita que, aunque te lo veas venir desde el principio, percibes los giros que da la trama de forma inesperada. Y es que Cádiz no fue la obra que me esperaba, fue mucho mejor.
Todos tenemos problemas como los que tienen estos tres “machotes”. Problemas que cuando teníamos 20 años se arreglaban con una noche de fiesta, pero ¿ahora qué? ¿Cómo arreglamos estas cosas?
La familiaridad de la obra
Una puesta en escena muy funcional donde una puerta dispuesta de un modo u otro presenta lugares distintos. La verdad, un medio muy ingenioso de resolver los diferentes espacios escénicos. Un ritmo muy frenético, sin tiempo a desconectar y una música fácilmente reconocible que me recordaba a los domingos con mi familia. Todo junto hace que sea imposible aburrirse con esta obra.
Gabriel Olivares, un director profesional que ha dirigido más de 20 obras pasando por comedia, drama y hasta musical, ha sabido plasmar de forma ingeniosa la relación de estos personajes. Sus discusiones y sus palabras de amor. Ha convertido un texto, que ya sería bueno solo leyéndolo, en una comedia divertida donde te ríes por la realidad de los personajes y donde cualquiera se puede sentir identificado. En Cádiz la cuarta pared se rompe en ocasiones, para crear una conexión con el público, pero, siendo sincero, no hace falta, ya que, como espectador, ya te sientes parte de la obra.
Conclusión
Todos los actores de Cádiz viajan por una gran serie de registros y nos regalan toda su energía en el escenario. Especialmente Fran Nortes, un actor tranquilo que ha construido un personaje claro y sin cabos sueltos, que emociona y te hace reír a partes iguales. Cuando sales de ver Cádiz piensas en tus amigos de la infancia, los que ya no son amigos tuyos y los que el destino ha querido que sigan a tu lado.
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