Camila Urrutia se estrena en el largometraje con Pólvora en el corazón, una película que aborda la violencia sexual en Guatemala. La joven realizadora ha obtenido una presencia acentuada en diversos certámenes de cine, destacando su carácter visceral en el film. Además, refleja la aún presente sociedad machista que vive el país americano. Por otro lado, se alzó con el premio a mejor actriz para sus dos protagonistas, Andrea Henry y Vanessa Hernández, en el Festival de Cine Latinoamericano de Huelva y en el Icaro-Festival de Cine y Vídeo en Centroamérica. Este 2021 llega a Madrid de mano del Festival LesGaiCineMad 2021, siendo uno de los títulos que forma parte de la Sección Panorama.
Pólvora en el corazónnos presenta a Claudia y María, que deambulan en moto por las calles de Ciudad de Guatemala. Es un lugar de caos, corrupción y ruido, pero también de rincones y personajes entrañables. Claudia vive con su abuelo, un ex guerrillero, de manera temporal. María en un barrio deprimido de la periferia con su madre. Una fatídica noche cambia todo para ellas. Claudia tendrá que decidir si acompaña a María en sus planes de venganza o, si por el contrario, encuentra una salida pacífica siguiendo los consejos de su abuelo. (LESGAICINEMAD 2021).
La violencia intrínseca
Cada vez son más voces en el mundo del arte que se levantan en contra de un sistema en el que todavía se registran multitud de desigualdades. Camila Urrutia aborda el machismo y la violencia explícita hacia las mujeres, en este caso, en Guatemala. A partir de un guion que habla de la inseguridad ciudadana, se muestra las consecuencias del trauma derivado de una sociedad amparada en esta lacra social. De esta forma, se sumerge en un guion que no busca florituras, sino exponer las heridas de una población que se siente cansada de normalizar estas situaciones. Además, ofrece dos visiones que parten de un mismo punto. Por un lado, la justicia del ojo por ojo, y, por otra, aquella que busca la superación personal. En ambos casos, no se juzgan, se busca la comprensión entre ellas.
La relación entre las dos protagonistas no goza de la ambigüedad con la que se presenta en el film, sino que desde el principio viene marcado por el deseo. Por lo tanto, ese juego de poder se desarrolla en la atracción y en el sentimiento, siendo esa la verdadera dicotomía entre ellas. En ese sentido, se obtiene algo de interés, que emerge de la naturaleza de esta unión romántica. Sin embargo, el verdadero leitmotiv se halla en la venganza, siendo el estandarte del film, que logra sublimarse en el transcurso de la película, llegando a un final que se resuelve con un realismo descarnado. No obstante, hay una gran parte del film en la que hay una sensación de reiteración constante, de no terminar de salir de ese bucle narrativo, por lo que, le cuesta seguir hacia adelante.
Dos mujeres contra el patriarcado
Andrea Henry y Vanessa Hernández son las principales protagonistas de Pólvora en el corazón, siendo el alma de este film y sosteniendo su factor dramático. En primer lugar, Andrea Henry parte de una apuesta que crea cierta extrañeza en los espectadores. Hay momentos en los que se valora esa expresividad ingenua y urbana, pero en otras se mantiene dentro de esa personalidad sin cambiar, por ejemplo, el lenguaje de su cuerpo o de su expresión facial. Por ende, da la sensación de mantenerse en un solo tono, lo que provoca que se eche en falta un mayor despliegue de emoción y de matices. Aun así, conserva una química fluida junto a su compañera, solventando las flaquezas en su trabajo personal en su labor en conjunto. Gracias a ello, se crece en las secuencias donde comparte escena.
Vanessa Hernández completa esta dupla sentimental, dando vida a María. Desde el principio se ve una energía angelical a su alrededor, que le sirve para reconvertirla en una ironía de lo que ejecuta su personaje. Con lo cual, explota ese factor y lo utiliza para sorprender a los espectadores. No hay que confundirlo con que halla una visión negativa en torno a ella, sino que, dentro de su naturalidad, se ve el poso de destrucción que hay en el interior de su personaje. Únicamente, como detalle, podría mejorar la potencia en algunas secuencias, donde se echa en falta más pasión en ellas. Por otro lado, los actores de reparto no logran una exposición suficiente, aunque, en algunos de ellos, como Mauricio González, se ve cierto encorsetamiento. Por tanto, se pierde la esencia costumbrista más natural que hay en sus dos protagonistas.
Sucia realidad
La artesanía de la cámara de Paolo Girón es uno de los grandes aciertos de Pólvora en el corazón. La dirección de fotografía se aleja de adornos, para traer un retrato que atrapa por la exposición marginal que realiza de esta parte de Guatemala. No obstante, no hay que pensar que este retrato tiene como fin provocar lástima a través de esta estrategia estética, sino que remueve por sentir esa violencia ya en su propia imagen. Gracias a ello, la manera de encuadrar cada escena permite sacar valor a ese aspecto urbano y decadente, que casa con el sello de identidad que fabrica del propio film. También se hace uso de ese carácter amateur, en una estrategia en la que abundan una cámara inestable, movimiento continuo del plano, metiéndose en el interior de las escenas, haciendo sentir las percepciones de una manera más directa.
Por otra parte, destacar el uso de color, una selección cromática de ocres apagados, aportando mayor énfasis en esa realidad dura que desean transmitir. Recuerda a otros films, como “Las mil y una”, que parten de una estética que refleja ese mundo más transgresor. Luego, el montaje logra realizar una composición con un ritmo bien definido, lo que permite que el espectador pueda ir navegando por las vivencias de las protagonistas. Sin embargo, durante la segunda parte del film, las escenas no tienen su propio espacio, por lo que se suceden de una manera excesivamente rápida y repetitivas. Así terminan por no ser determinantes, a pesar de que su contenido sí lo es, como el encuentro sexual principal de la cinta. Igualmente, para ser un debut cinematográfico, son detalles a pulir que indican un ejercicio cinematográfico plausible.
Conclusión
Pólvora en el corazón es una bala contra el machismo y la violencia contra la mujer en Guatemala. Mediante las vivencias de las dos protagonistas, se da un golpe en la mesa sobre el hartazgo de este tipo de delitos. Además, consolida esa visión cruda y descarnada de este ambiente hostil. No obstante, hay partes en las que entra en un bucle reiterativo. Después, las interpretaciones cumplen con su labor, con momentos realmente buenos, pero no llegan a toda la potencia a la que podrían optar. Por otra parte, a nivel técnico y artístico, se valora la dirección de fotografía, que realiza un retrato eficaz y oscuro de esta realidad amarga. Las muertes a causa del machismo toman forman en el trauma y en la apertura de una caja de Pandora que sirve para reflexionar.