Diego Puertas y Luis Sánchez-Polack se unen como director y guionista, respectivamente, para crear Pozo, cortometraje producido por Eye Slice Pictures, en coproducción con 39 Escalones Films. Un proyecto en el que se pone sobre la mesa temas vitales como el perdón y el concepto de libertad. Un cortometraje visualmente poderoso. Protagonizado por Jorge Cabrera, verá la luz en 2020.
Crítica de 'Pozo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Pozo
Título original: Pozo
Reparto:
Jorge Cabrera
Año: 2020
Duración: 10 min
País: España
Director: Diego Puertas
Guion: Luis Sánchez-Polack
Música: Iván Palomares
Fotografía: Olmo Sobrino
Género: Thriller
Distribuidora: YAQ Distribución
Tráiler de 'Pozo'
Sinopsis de 'Pozo'
Un hombre despierta en las profundidades de un pozo. No recuerda cómo ha acabado allí. Trata de subir con las manos desnudas, pero todas sus intentonas terminan haciéndole caer de nuevo al agua. Entonces, una silueta se asoma a la boca del pozo... (EYE SLICE PICTURES)
Relatividad narrativa
Construir una historia como Pozo es un ejercicio creativo complicado. Es una historia que apenas se apoya en el diálogo, de forma que hace que el hilo narrativo se focalice en la descripción de cómo se comporta el personaje principal en el contexto que se expone. Por lo cual, se puede ver un planteamiento interesante, que se aleja de convencionalismo, para ofrecer un retrato distinto de la desesperación y de la supervivencia. Sin embargo, Luis Sánchez-Polack no se queda en el reflujo superficial, sino que expande la historia hasta encontrar la motivación que hay detrás. Sí es cierto que al tratarse de un formato corto, no le permite explayarse lo que pudiera y se echa en falta mayor duración del conflicto. Aun así, lo resuelve de una manera perspicaz y triunfa en su resolución.
El personaje se plantea sin mayor trasfondo que la ambientación y la construcción de los sentimientos y sensaciones que recorren su mente. El protagonista se mete de lleno en una vorágine de contradicciones y, sobre todo, de incredulidad. Es por ello, que se convierte en el perfecto vehículo conductor de la historia y mantiene la atención del espectador. Sin embargo, Sánchez-Polack ha sabido jugar con las primeras impresiones y eso hace que la percepción varíe desde el principio hasta el final. Además, los giros de guion no se dan marcados y rechazan la facilidad narrativa, se exponen para que sea el espectador el que le dé su significado a cada escena. Por lo cual, es una manera de hacer partícipe al público y mantenerlos en vilo hasta que sean ellos mismos los que sentencien lo que ocurre en pantalla.
Solo ante el peligro
Jorge Cabrera es el encargado de llevar todo el peso dramático del cortometraje. El actor llega a este Pozo emocional y físico y lo convierte en su escaparate de emociones. Mientras que durante la primera parte da rienda suelta a una energía dinámica, que transmite toda esa tensión interna, durante la segunda se encuentra comedido y sabe llevar ese movimiento desgastado hacia el espectador. Una transformación interpretativa sutil, pero vital. Si no hubiera esos matices, la riqueza del resultado habría menguado, pero, por suerte, ha sabido dar esas pinceladas y esa metamorfosis. Tiene una fuerza en escena, que el espectador termina cayendo en la atmósfera que crea. Por lo tanto, a través de su trabajo actoral dota de significado a la ausencia de palabras y hace de ello un elemento imprescindible para la historia.
A nivel técnico es impoluta y tiene una calidad de imagen excelente. La manera en la que mete al público dentro de esa cárcel física y personal, consigue que se provoque el ambiente asfixiante. Por lo que, se mueve lo sensitivo en pos del thriller y la tensión que debe depositarse en ella. La dirección fotográfica es brillante, tiene momentos realmente espeluznantes. Por otro lado, el montaje ha sabido exprimir la ligereza del guion, en cuestión de palabras, para llevarlo a la complejidad a través de la imagen. A causa de ello, el corto habla más por lo que se muestra visualmente, que por lo que se dice. Un planteamiento atractivo, que se convierte en lo mejor del corto. Por lo tanto, hay una realización técnica espectacular y es lo que hace que el proyecto prospere.
Conclusión
Pozo es un cortometraje lleno de tensión y de acción. El guion se combina con una realización técnica exquisita, lo que hace que forme un combo diferente y sea lo visual lo que tome más importancia. La historia se entiende sola, sin necesidad de la palabra. Por otro lado, Jorge Cabrera está inmenso, tiene una potencia escénica brillante. Los colores y la imagen son impolutas y saben llevar la atmósfera a un prisma dinámico y atractivo. Una bajada a los infierno que es un disfrute al espectador, aunque deja las ganas de saber más de la historia.
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