"Prima Facie": Ad Honorem

Prima Facie nos presenta a Tess, que está en el pico de su carrera. Una de las abogadas más exitosas del país, está acostumbrada a ganar todos los casos a los que se enfrenta. Pero un impactante acontecimiento hará que su vida cambie para siempre. Y que se enfrente a todo lo que ella ama para buscar justicia. (TEATROS DEL CANAL). 

Un texto poderoso

Uno de los estrenos más llamativos de la nueva temporada teatral 2023 – 2024 es Prima Facie, adaptación a manos de Juan Carlos Fisher del éxito del West End y Broadway de Suzie Miller. Este texto goza de una brillantez en su desarrollo, explorando un monólogo en el que han sabido darle el espacio a la humanidad que demanda. Además, se une la verdad y el poder que otorgan las palabras ante una denuncia no solo de las agresiones sexuales contra las mujeres, sino la complicidad de un sistema que todavía las deja desprotegidas y cuestionadas ante la sociedad. Gracias a ello, a pesar de ambientarse en una corte británica, logra ese carácter universal, que hace que la emoción y la fuerza inunde el patio de butacas. Asimismo, la fragilidad del personaje hace que sea imposible evitar la lágrima, viéndose esa dicotomía entre lo meramente narrativo frente a lo sentimental.

A partir del suceso clave que cambia la realidad de la protagonista, se suceden dos líneas temporales que se quedan en la mente del espectador. Por un lado, las horas después, llenas de humanidad, crudeza y rabia, el espectador empatiza completamente con lo que se está viendo sobre el escenario. Hay momentos realmente abrumadores, acompañados de una selección de palabras muy bien escogida. Después, por el otro, se establece un paso del tiempo, donde confluyen las realidades de la protagonista. A partir de ahí, se suceden varias escenas que culminan en un alegato imprescindible y que todavía retumba en el teatro. Magistral. Únicamente, como apunte, la introducción y el camino hasta llegar al suceso principal se hacen algo densos. La razón es una sobreexplicación que complica en algunos momentos seguir el hilo.

Desde las entrañas

Vicky Luengo ha demostrado ser una de las actrices que más despunta en el panorama artístico español. Cine, televisión y teatro, ninguno de los tres formatos se le resiste. Y es lógico, una muestra de por qué se puede ver en Prima Facie. La actriz realiza un tour de force en el que se desangra sobre el escenario emocionalmente, trayendo una interpretación absolutamente sincera y llena de matices. El dolor, la pesadumbre, la humillación frente al orgullo, el poder, la búsqueda de perfección, sabe retratar todos los estados por los que transcurre su personaje. Por ello, se puede decir sin ningún tipo de problema que esta actuación va a dar que hablar durante toda esta temporada. Un reto actoral que supera con creces, dejando sin palabras a gran parte de la audiencia.

El lenguaje no verbal, la corporalidad, la expresión facial, logra unificarlos para exponer sobre las tablas la realidad que viven, desgraciadamente, miles de mujeres alrededor del mundo. Asimismo, la presencia escénica de Luengo, unida a la fuerza con la que encarama las partes más viscerales, hacen que se convierta en una de las razones por las que este montaje es tan exquisito. No es nada fácil retratar el infierno personal y Luengo ha sabido llegar hasta el fondo. Durante la primera parte, más distendida, calienta sobre las tablas, ofreciendo una actuación menos lustrosa. Sin embargo, es la antesala ante toda la vorágine que luego se va a experimentar con su trabajo en el escenario. Con lo cual, es una estrategia perfecta para dar un golpe de efecto al espectador.

La cárcel interior

Alejada completamente, por lo menos, a nivel estético de su versión primigenia, esta Prima Facie se sostiene en una estructura blanca, de gran dimensión, donde su significado va cambiando según lo demanda el texto. Dentro de esa pureza, también se identifica la frialdad, un perfecto sinónimo artístico en torno a la conclusión que se extrae del sistema judicial expuesto en la pieza. Estéticamente, es llamativa, aunque potencia más su efecto con el diseño de luces. Tanto por las sombras y los enfoques realizados, como las tonalidades moradas, que realizan un cambio para no mantenerse excesivamente estático. Después, el minimalismo de los objetos, así como de los cambios de vestuario, es un acierto, dado que así subraya más la importancia de la acción, del trabajo dramático de la actriz.

El vestuario expone la personalidad de su protagonista, para, luego, con pequeños cambios, se vea la evolución de éste de una forma visual. Asimismo, ocurre lo mismo con el maquillaje y la peluquería, demostrando que a veces menos, es más. La banda sonora acompaña desde un plano envolvente, genera tensión, da mayor cuerpo a las partes del monólogo que lo necesitan y encaja a la perfección con el tono de la obra. Una composición sobria, que destaca por la sinergia que genera en el montaje. Por último, el ritmo de la pieza se encalla durante su introducción, pero una vez se llega ante el punto clave, coge velocidad y dinamismo, logrando que se deje sin aliento a los espectadores. Una obra sobrecogedora, potente, impresionante, siendo una propuesta de gran calidad.

Conclusión

Prima Facie va directa a las entrañas, una obra imprescindible, un golpe en la mesa contra un sistema que todavía juzga y pone en entredicho la violencia sexual contra las mujeres. Por tanto, se sostiene sobre un texto muy poderoso, con una complejidad y profundidad de alto vuelo. Además, no se limita a exponer las heridas de un suceso traumático de tal calibre, sino también un grito contra un sistema que debe cambiar. Vicky Luengo ofrece una interpretación magistral, llena de verdad, que emociona y sobrecoge a partes iguales. Impresionante. Por otro lado, la propuesta escénica apuesta por un minimalismo bien seleccionado, que se une a un dinamismo que levanta una introducción algo más densa. El cuestionamiento a una víctima de agresión sexual se pone en la palestra a través de una propuesta desgarradora, visceral y contundente.

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