El pasado 9 de junio se estrenaban conjuntamente las dos últimas películas del siempre polémico Ulrich Seidl en Filmin. Rimini y Sparta operan como un díptico sobre la historia oscura de Europa, esa que, como sus protagonistas, está condenada a repetir los errores del pasado.

La primera de ellas nos presenta a Richie Bravo, un añejo cantante de hotel venido a menos que malvive entre actuación y actuación. Su descenso social empieza, en la película, con el retorno al hogar familiar, en Austria, por el fallecimiento de la madre. Allí, en su habitación de la infancia, entre pósteres y retazos de música, se erige como una figura detenida en un tiempo pretérito, a sus ojos, mejor. Tras el funeral, en el que realiza su primera muestra de patetismo al entonar una incómoda canción de despedida, regresa a su exilio voluntario en Rimini, la ciudad que da nombre a la película. Rimini se estrenó en el Festival de Berlín y ganó el premio a la Mejor Película de la sección Albar del Festival de Gijón.



Rimini

Crítica de 'Rimini'

Ficha Técnica

Título: Rimini
Título original: Böse Spiele

Reparto:
Michael Thomas (Richie Bravo)
Tessa Göttlicher (Tessa)
Hans-Michael Rehberg (Vater Ekkehart)
Inge Maux (Emmi Fleck)
Claudia Martini (Annie)
Georg Friedrich (Ewald)

Año: 2022
Duración: 115 min.
País: Austria
Director: Ulrich Seidl
Guion: Ulrich Seidl, Veronika Franz
Fotografía: Wolfgang Thaler
Música: Fritz Ostermayer, Herwig Zamernik
Género: Drama. Comedia
Distribuidor: Filmin

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Rimini'

Sinopsis

El controvertido realizador austríaco Ulrich Seidl presenta aquí la primera parte de su último y polémico díptico. Mediante una camuflada comedia de humillación protagonizada por un cantante melódico que actúa para ancianos entre cócteles de garrafón, construye un cínico y desgarrador retrato de personaje. El díptico es completado por "Sparta".

Richie Bravo, un antaño carismático cantante del género Schlager venido a menos, pero aún con su tirón para algunas mujeres maduras, verá cómo las vueltas de la vida le pondrán frente a sus propios prejuicios raciales. (Filmin)

Dónde se puede ver la película en streaming



Un retrato familiar podrido

La lente de Ulrich Seidl desmitifica la ciudad de Fellini al representarla en pleno invierno, cuando la costa italiana sobrevive a duras penas gracias al turismo de jubilados septuagenarios. En medio de la soledad que destila este tipo de lugares en temporada baja, Bravo se confunde en la omnipresente indiferencia del paisaje. Su despopularización como showman lo obliga a prostituirse, más que por necesidad económica por el deseo de volver a sentirse joven y admirado. Una urgencia casi primitiva por seguir siendo relevante a la mirada femenina, aun fuera del escenario, que se convertirá en su obsesión. Su cotidianidad se verá alterada por la disruptiva aparición de su hija Tessa, que viene a reclamar la manutención que le corresponde por derecho.

De nuevo, el patetismo de Bravo se refleja en ese primer encuentro entre ambos, donde, sin reconocerla siquiera, intenta ligar con ella. Ante esta nueva situación, tendrá que hacer malabares para poder recompensar económicamente las décadas de abandono y ausencia. Porque, no nos confundamos, más allá de explicaciones o la posibilidad de una reconciliación, lo único que ansía Tessa es el dinero.

Presentada esta narrativa familiar, entendemos de dónde viene el miedo primigenio de Bravo a quedarse completamente solo y desaparecer. También el porqué de su incapacidad de ser un buen padre, incluso cuando se le presenta la oportunidad de redención. Un vistazo atrás, a su antecesor, nos muestra el origen de las decisiones que lo han llevado adonde está. El gran Richie Bravo se mira en un espejo para devolvernos la imagen de su padre, un viejo nazi con demencia internado en un asilo. Incapaz de recordar a sus hijos, lo vemos entonando cánticos a favor del Reich y haciendo el saludo nazi frente a la cámara. Sin embargo, poco queda ya de él que, consumido por su propia carne, es el reflejo de la historia más aterradora protagonizada por Europa. Una historia de la que, al parecer, no hemos aprendido ninguna lección.

Rimini película
Copyright Filmin

El estudio de un personaje ridículamente patético

Rimini es, sin ninguna duda, un minucioso y mordaz estudio de personaje, que tiende a la sátira y a la humillación reiterada de su protagonista. Richie Bravo representa la bajeza moral del ser humano, ese tipo de personas cuyo ego, lejos de provocar enfado, despierta una risa colectiva. Rimini es, también, una crónica de la soledad que antecede y amenaza a Bravo. Todo, desde el paisaje neblinoso plagado de hoteles decadentes hasta las escenas intercaladas que tienen lugar en la residencia de su padre, refuerza esa sensación de soledad. La maldición de Bravo reside en el ritual de patetismo autoimpuesto que Seidl explora desde un humor incomodísimo y seco que, en realidad, apunta hacia nosotros.

En este paisaje no hay lugar para la empatía, sí para una especie de regocijo y vínculo emocional hacia el final del largometraje. Por fin, Richie Bravo recibe un buen balde de justicia poética al tener que acoger en su casa —atestada de viejos y obsoletos recuerdos de lo que un día fue— a unos migrantes a los que desprecia. Un racismo que, durante el metraje, se vislumbra en las palabras, gestos y miradas de su protagonista. La sombra del padre nazi se alarga hasta alcanzar a su hijo.

Böse Spiele filme
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Ulrich Seidl, el “pornógrafo social”

Seidl se sirve de sus recursos habituales —el plano fijo y general, la ausencia de música extradiegética— para construir, visual y metafóricamente, un marco concreto al que no se asoma. Él solo se encarga de captar una serie de imágenes sin digresiones, creando un efecto de realidad a través del cual es el público quien reflexiona. Su filmografía da cuenta de ello: en Animal Love, Modelos y Paraíso: Esperanza se lleva a cabo un ejercicio crítico acerca de la soledad y el egoísmo; en Paraíso: Amor y Safari la esclavitud se disfraza de “turismo sexual”; y el fanatismo religioso se esconde tras Paraíso: Fe. Su última película supone, por tanto, la consolidación de un estilo y unas intenciones discursivas que lleva años puliendo.

En Rimini, el austriaco nos obliga a mirar, a no apartar la vista de su protagonista: un perdedor rechazado por la sociedad, condenado al ostracismo. A nosotros, en nuestro papel de voyeur, no nos queda más remedio que ser partícipes del ridículo más exponencial en cada escena.

Rimini película
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Conclusión de 'Rimini'

Aunque pueda parecerlo, Rimini no es solo la historia de un cantante de schlager caído en el olvido, tampoco es el estudio de la muerte chabacana de una carrera que, quizá, nunca fue brillante. Seidl dibuja una parábola escalofriante sobre los pecados del padre que se convierten, inevitablemente, en los castigos del hijo. La balanza moral acaba inclinándose, a través de las generaciones, hacia las sombras que llevan décadas amenazando con resurgir.

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CINEMAGAVIA
8 / 10
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Cristina Rosales García
Graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Málaga (UMA). Cursé el Máster en Gestión del Patrimonio Literario y Lingüístico Español en la misma institución. Trabajo como correctora ortotipográfica. Actualmente, soy doctoranda y mi línea de investigación versa sobre la relación entre cine y literatura.
rimini-pelicula-critica-estreno-filminAunque pueda parecerlo, Rimini no es solo la historia de un cantante de schlager caído en el olvido, tampoco es el estudio de la muerte chabacana de una carrera que, quizá, nunca fue brillante. Seidl dibuja una parábola escalofriante sobre los pecados del padre que se convierten, inevitablemente, en los castigos del hijo. La balanza moral acaba inclinándose, a través de las generaciones, hacia las sombras que llevan décadas amenazando con resurgir.

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