Keanu Reeves (“John Wick”) y Ana Ularu (“Inferno”) protagonizan Siberia, el segundo largometraje de Matthew Ross (“Frank and Lola”). Esta historia de amor con toques de suspense está escrita por Scott B. Smith, ganador de un Óscar al mejor guion adaptado por “Un Plan sencillo”, y por Stephen Hamel, quien también produce la cinta. Estreno 20 de julio.
Crítica de Siberia
Resumen
Ficha Técnica
Título: Siberia
Título original: Siberia
Reparto:
Keanu Reeves (Lucas Hill)
Molly Ringwald (Gabby)
Aleks Paunovic (Yefrem)
Ana Ularu (Katya)
Veronica Ferres (Raisa)
Pasha D. Lychnikoff (Boris Volkov)
Eugene Lipinski (Polozin)
Dmitry Chepovetsky (Ivan)
Derek James Trapp (Minero)
Rafael Petardi (Pavel)
Kis Yurij (Vasily)
Ashley St. George (Christa)
James Gracie (Vincent)
Cory Chetyrbok (Anton)
Alex Kudrytsky (Maxim)
Vlad Stokanic (Andrei)
Nazariy Demkowicz (Vladimir)
Año: 2018
Duración: 97 min.
País: Estados Unidos
Director: Matthew Ross
Guion: Scott B. Smith (Historia: Stephen Hamel)
Fotografía: Eric Koretz
Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Género: Thriller
Distribuidor: DeaPlaneta
Tráiler de Siberia
Sinopsis
Lucas Hill (Keanu Reeves), un traficante de diamantes, viaja a San Petersburgo con la intención de cerrar un importante trato con Boris Volkov (Pasha D. Lychnikoff). Un inesperado cambio de planes obliga a Lucas a desplazarse a Siberia en busca de la mercancía. Ahí conoce a Katya (Ana Ularu), con quien mantendrá una relación amorosa que irá haciéndose más fuerte a medida que la trama se complica.
Dónde se puede ver la película
De carne y hueso
Tras ver el tráiler de Siberia, sería comprensible pensar que esta es una película en la línea de “John Wick”. Nada más lejos de la realidad. En Siberia, no hay más que una pelea y nuestro protagonista cae inconsciente después de un solo golpe, tal y como haría cualquiera de nosotros, simples mortales.
La escasez de sangre y tiroteos puede ser una mala noticia para los fans de las películas más violentas de Reeves, pero para aquellos que estén interesados en descubrir una faceta más íntima del actor, Siberia puede ser un soplo de aire fresco. Escrita con la idea de dar al actor la oportunidad de explorar su lado más humano e imperfecto, la historia gira en torno a un hombre vulnerable a la tentación, a los impulsos de un maníaco y al chantaje.
Dos por el precio de uno
Dos tramas se entrelazan a lo largo de la película. Por un lado, la compra y venta de doce diamantes azules que pasan por cinco manos en un abrir y cerrar de ojos. Por otro, La historia de amor entre los personajes principales. Es este romance, levemente perturbador, el que carga con más peso y metraje. Lástima, por lo tanto, que sea tan difícil de creer que los protagonistas se enamoren locamente en el transcurso de dos días, tres conversaciones profundas, un momento de extrema tensión y cinco escenas de sexo.
A eso se suman la plana interpretación de Keanu Reeves, quien, por mucho que me duela decirlo, tiene un registro muy limitado, y el giro de 180 grados que da el personaje al que da vida Ana Ularu. La actriz rumana hace lo que puede, pero su repentino cambio de mujer fuerte y sin pelos en la lengua al de amante despechada y caprichosa no ayuda a apostar por la relación de pareja sobre la que se construye la película.
En la sombra
Sin duda alguna, el mejor trabajo a nivel interpretativo en Siberia es el de Pasha D. Lychnikof, que encarna a la perfección a un hombre mezquino necesitado de amigos. El actor moscovita, aun perpetuando los clichés presentes en toda película de mafiosos rusos, genera aversión hacia su personaje sin ningún aspaviento y consigue quedarse grabado en la retina del espectador.
Conclusión de Siberia
A falta de un guion más sólido y de una trama más trabajada, Siberia resultará medianamente entretenida para quien no tenga muchas expectativas pero profundamente aburrida para quien no vea la hora de que se estrene John Wick 3. Sin embargo, no puede negarse que la película está muy trabajada visualmente y que Matthew Ross sabe rodearse de un equipo competente. Es por eso que me arriesgo a vaticinar que el director neoyorquino no tardará mucho en llamar la atención de productoras que le ofrecerán proyectos de más envergadura y con mucho más empuje.