"Tench": Un enfoque arriesgado pero efectivo

Con esta cuenta empieza la última película de la directora Patrice Toye, marcando el inicio de un combate contra uno mismo, un joven contra sus demonios. Tench (Muidhond) es el título original de la pieza que clavó su cartel en la anterior edición del Atlàntida Film Fest, adaptación del libro homónimo escrito por Inge Schilperoord. Desde su aparición en la plataforma Filmin, la película ha causado bastante discordia en un público indefenso ante la temeridad de un tema tan controversial como es el abuso de menores.

Crítica de Tench (Muidhond)

Ficha Técnica

Título: Tench
Título original: Muidhond

Reparto:
Tijmen Govaerts (Jonathan)
Julia Brown (Elke)
Ina Geerts (Madre)
Greet Verstraete (Madre de Elke)
Line Pillet (Chantal)
Dominique Van Malder (Jefe de fábrica de pescado)
Filip Hellemans (Pasajero de bus)
Peter Seynaeve (Empleado de supermercado)
Rashif El Kaoui (Psicólogo forense)
Jackie Gilles (Vera)
Julia Ghysels (Cajera)

Año: 2019
Duración: 99 min.
País: Bélgica
Director: Patrice Toye
Guion: Peter Seynaeve, Patrice Toye
Fotografía: Richard Van Oosterhout
Música: John Parish
Género: Drama
Distribuidor: Filmin

Filmaffinity

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Tráiler de Tench (Muidhond)

Sinopsis

La realizadora belga Patrice Toye aborda el tema del abuso de menores desde la propia mirada del perpetrador con sorprendente determinación y riesgo, trazando así el conflicto interno de un joven que lucha contra sus pensamientos más profundos y oscuros.

Jonathan, un joven de buen corazón, sale de prisión por falta de pruebas, y regresa a casa de su madre cerca de unas dunas. Jonathan está dispuesto a convertirse en un hombre mejor, diferente. Pero sus buenas intenciones son puestas a prueba cuando una niña se instala a vivir cerca de su casa. (Filmin)

Dónde se puede ver la película

El monstruo

Esta cuenta es la única manera que tiene el protagonista de dejar la cabeza vacía de todo impulso, tensión y miedo. Los números transmiten la lucha y resistencia que refleja un boxeador intentando levantar la rodilla de la lona. Jonathan es ese luchador. Intenta incorporarse y encajar en una sociedad que le rechaza y mira por encima del hombro.

El protagonista es otra víctima de una sociedad enfermiza, otro Joker luchando por frenar las constantes embestidas del mundo que le rodea. La perspectiva cambia cuando se entiende que Jonathan abandona la cárcel por un presunto delito de pedofilia, y al poco tiempo, sin quererlo, sufre atracción por su vecina Elke, de tan solo 9 años.

Jonathan comenzará una batalla sin tregua contra unos impulsos sexuales desenfrenados, es por eso por lo que el personaje queda fascinado al ver a su perro frenando su apetito, como quisiera hacer él. La inestabilidad será más evidente a medida que avance Tench (Muidhond), distorsionando su figura en el relato, inclinando su posición de víctima/héroe, a la representación de un "monstruo”, es así como él se describe.

La valentía de Tench (Muidhond) reside en obligar al espectador a empatizar con el problema de Jonathan, haciéndole cómplice de todos sus impulsos. Este punto de vista sobre un tema tan delicado es lo que provoca la mayoría de su rechazo. La temeridad mencionada al principio está reflejada en la fragilidad de Jonathan para mantener el rol paterno frente a la figura de Elke, solo cuando se abandona ese rol, el espectador se hostiga por haber transgredido leyes morales, por lo tanto, rechaza su papel y posición en el relato.

Vínculo

Toye demuestra tratar el tema con una elegancia desmedida, sin mostrar nada explícito, dejando que la tensión se construya por lo que podría pasar y no por el acto cometido. El guion, aun siendo un poco oportunista al juntar a Jonathan con Elke, desarrolla a los personajes con mucho tacto.

Ambos tienen sentimientos en común. Jonathan se rechaza y está siendo rechazado por la incomprensión, algo que se materializa en su actitud retraída hacia los demás. Por otro lado, Elke es una niña descuidada sin cariño paternal. Esa condición de alma desgarrada es lo que une a los dos personajes desde el principio, ambos se completan.

El problema comienza cuando Jonathan hace peligrar un vínculo que es tan necesario como arriesgado para ambos personajes. Esa conexión alejada de todo aspecto sexual aviva las esperanzas de un espectador que solo puede rezar para que se mantenga de la misma manera.

Elementos medicinales

Tench (Muidhond), aunque bastante minimalista en su puesta en escena, utiliza varios elementos que sirven para apoyar la narración. La tenca (título de la pieza), también conocida como pez doctor, es uno de esos elementos. Jonathan decidirá cuidarla y marcará en la pecera su peso, el cual, irá aumentando o disminuyendo en función de la inestabilidad del protagonista. Sucede algo parecido con la cuenta inicial, a lo largo de Tench (Muidhond) se irá repitiendo de manera diferente en función de su estado.

Estos indicadores sirven para reflejar el nivel de atracción de Jonathan hacia su vecina. No sería equívoco decir que marcan la decadencia de un héroe que, por su expresión, en ocasiones neutra, evita contarnos lo que sucede dentro de él. El formato de la cinta anamórfico, los primeros planos constantes y la utilización de lente angular parecen subrayar que la lucha se libra dentro de su cabeza.

Esta batalla no se expresará de forma exagerada, así que son los indicadores los que nos muestran el verdadero vencedor.

Conclusión de 'Tench (Muidhond)'

Aunque el tratamiento de la temática pueda ser controversial, no es para nada una película mediocre, al contrario, consigue su cometido. No es fácil hacer que el espectador empatice con un pedófilo. Es necesario dotar al personaje de bondad, a pesar de que se pueda ver como algo inhumano. Su tratamiento vacío de esteticismo ayuda a que la atención se centre en la química que mantienen la pareja protagonista. Sin ninguna duda, Tench (Muidhond) tiene la capacidad de quemar el interior de todo aquel que le dedique su tiempo.

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