El testamento de la abuela (2020), o como a mí me gusta llamarla Esta abuela es un peligro, es una simpática comedia familiar, de nacionalidad mexicana, totalmente coral, dirigida por Javier Colinas.
Basada en un guion de Miguel García Moreno y Adriana Pelusi (a su vez bajo una idea de Luis Arrieta y el propio Javier Colinas).
Tercera entrega (no sabemos si última) que completa una trilogía junto a El cumple de la abuela (2015) y La boda de la abuela (2019).
Producida por Los Güeros Films por encargo de la plataforma de streaming Netflix, para ser distribuida en exclusiva a nivel mundial el 25 de diciembre de 2020.
Crítica de 'El testamento de la abuela'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El testamento de la abuela
Título original: El testamento de la abuela
Reparto:
Susana Alexander (Abuela / Elena)
Tiaré Scanda (Diana)
Luis Ernesto Franco (Sebastián)
Luis Arrieta (Daniel)
Marimar Vega (Ana)
Damayanti Quintanar (Sandra)
Rodrigo Murray (Gerardo)
Ariadne Diaz (Andrea)
Martha Claudia Moreno (Natalia)
Mariana Torres (Julia)
Antonio Gaona (Juan Pablo)
Dino García (Julio)
Año: 2020
Duración: 95 min.
País: México
Director: Javier Colinas
Guion: Miguel García Moreno, Adriana Pelusi (Idea: Luis Arrieta, Javier Colinas)
Fotografía: Marcia Valverde
Música: Raulio
Género: Comedia
Distribuidor: Netflix
Sinopsis
Tras un susto, después de una noche de pasión con su joven marido, la abuela (Susana Alexander), decide que ya es hora de dejarlo todo atado y bien atado, para que tras su muerte, la familia no entre en conflictos sobre quién heredará su magnífica casa familiar.
Su hijo y sus cuatro nietos, al enterarse de la noticia, utilizarán cualquier tipo de artimañas para que la balanza caiga de su lado.
Dónde se puede ver la película en streaming
El hijo y los cuatro nietos
La abuela, más calentita que el espejo de La Pataky, quiere que solo uno de los herederos se quede con la casa (mansión) familiar, para que la conserve y así no la vendan y se repartan el dinero entre todos.
La fauna es atractiva: Un padre beato que ha sido el más golfo del mundo y su competitiva esposa, un nieto tieso cuya mujer trae trillizos y otro que ha dejado a la novia, pero que no es capaz de salir del armario.
Una nieta con un bebé con pilas alcalinas y su agobiado marido y la otra, soltera pero con compromiso, que pasa olímpicamente de la herencia de la abuela y que se muestra disconforme con ese absurdo reparto pre-mortem.
La evaluación
Para que todo conste en acta, la abuela ha solicitado los servicios de un eminente abogado, antiguo novio suyo (Roberto D´amico).
Sin problemas para las cosas menores como figuritas de Lladró, novelas de Corín Tellado o vajillas ancestrales, la cosa se pone seria cuando todos menos Ana (Marimar Vega), empiezan a exponer sus motivos y razones por las cuales la casa debe ser para cada uno.
Excluido su marido (antiguo jardinero), que tampoco quiere saber nada de la casa, la abuela, en connivencia con el abogado ligón y faltón, van a realizar una especie de evaluación de cada miembro familiar, para averiguar quién se merece más la deseada casa.
El resultado
Tras varias reuniones individuales con cada miembro de la familia, en la que saldrán muchos secretos ocultos, la abuela procederá a emitir el resultado.
En dicha comunicación, será tal el alboroto que se organiza entre todos los participantes, parejas incluidas, salvo Ana y el marido de la abuela, que tendrán que llamar a un reputado médico (Enrique Becker) que asista a la anciana. Por supuesto, para el médico, la abuela es el amor de su vida.
Y hasta aquí puedo contar, queridos navegantes.
Reparto Coral
El testamento de la abuela, del cual solo voy a citar brevemente unos nombres para no convertir a este apartado en El Antiguo Testamento (con todo el respeto del mundo y haciendo solo alusión a su extensión) es una cinta 100% coral, cuyas reseñas que voy a realizar son tremendamente aleatorias.
Susana Alexander como la abuela, espléndida mezcla de ingenuidad y picardía, intentando manejar un timón que parece no llegar a buen puerto.
Como si la cosa no fuera con ella y a pesar de su avanzada edad, tiene a tres galanes detrás de ella: Su noble marido, el abogado seductor y el leal médico enamorado.
Excelente Roberto D´Amico, el abogado, que junto a Susana Alexander forman la pareja que pudo ser y no fue, tonteando como dos colegiales, frente a la atenta mirada de su joven esposo.
Estupenda Ana (Marimar Vega), como la única nieta que parece de verdad querer a la abuela y que se permite el lujo de pasar sin pudor alguno de la herencia familiar.
Anecdótico, pero marcando raya en su par de intervenciones Enrique Becker (el médico), cuya sola presencia como la de D´Amico dan prestigio y cierta solemnidad a la cinta.
El resto del reparto, bien muy bien, en esta especie de obra de teatral adaptada al cine y cuyo principal logro, que creo es entretener y divertir, lo cumple con creces.
Ojo a la futura mamá de los trillizos (Ariadne Díaz). Actriz a seguir.
Javier Colinas
El director (Javier Colinas), y co-creador de la idea. Nacido en Ciudad de México (DF). Director, escritor y productor.
Yo me lo encontré hace un par de años con una pequeña comedia romántica A ti te quería encontrar (2018), que no era buena ni mala tampoco.
Tiré de hemeroteca reciente y le visioné Lo que podríamos ser (2018), anterior a la ya citada y se me cayeron los palos del sombrajo, pésima cinta.
Responsable de las dos primeras partes ya citadas de El testamento de la abuela (2015 y 2019) e incluso sin descartar hacer una cuarta entrega.
Tanto la boda de la abuela (2015) como El cumple de la abuela (2019), le han dado popularidad y caché en su país, gracias a lo cual podemos asistir a esta tercera entrega y no sabemos si a una cuarta.
¿Cómo labora Javier en El testamento de la abuela?
Me voy a centrar en su dirección (sin olvidar que el guion -normalito- parte de una idea suya a cuatro manos).
Muy bien en la dirección de actores, desde el primero al último, cosa que no es fácil en un reparto tan coral y sabiendo puntualizar sobre los que realmente definen el mensaje de la cinta (que creo que lo hay, aunque muy oculto).
Supongo que no era difícil dirigir a la espléndida parte de la tercera edad (Abuela, abogado y médico) y que al resto, algunas más talluditos que otros (el marido y el hijo y la mujer de la abuela) tampoco, o al menos no se nota en pantalla.
Javier juega con la comedia, como no podía ser de otra forma, pero de forma inteligente introduce varios palitos a la burra, tocando temas que por manidos, no dejan de estar de plena actualidad. Eso sí, sin equívocos, pasando muy ligeramente por todos.
Salir del armario, mujer anciana-hombre joven, hombre pobre-mujer rica, traer hijos al mundo y estar preparados o no, incluso creer o no creer esa es la cuestión.
Todo pasado por una sutil batidora, que mezcla y agita, pero que no alecciona ni para bien ni para mal. De hecho, pasa por alto la mayor cruda realidad de la película, hijos y nietos deseando que al viejo/a le llegué la de guadaña, para hacerse con su humilde zurrón o no tan humilde. Director a seguir.
Conclusión de 'El testamento de la abuela'
El testamento de la abuela, no he podido visionar las dos anteriores.
Partimos de una presunta comedia, que no lo es tanto, pero quizás poco a poco encontremos algún que otro tema interesante, tupidamente velado, que nos pueda hacer reflexionar no más de diez minutos.
Aceptemos que vamos a ver una comedia familiar, con su punto de ironía y que simple y llanamente vamos a pasar poco más de hora y media sin pensar ni en el puñetero Coronavirus ni en el recibo de la hipoteca. ¿Es poco? Pues quizás no, ¿Verdad fray Guillermo de Baskerville?.
Netflixnianos y acoplados, os aconsejo que vean la cinta sin más pretensiones que la de echar un buen rato o con las pretensiones que le plazcan, lo mismo ustedes encuentran lo que yo ni siquiera he podido oler.
Un consejo, no se pierdan ni los créditos iniciales que son muy originales ni una advertencia final que a más de uno os puede agradar bastante.
" Enhorabuena y Bienvenidos al Espectáculo "
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