Tori y Lokita está dirigida por Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne. Conocidos por ser unos de los grandes creadores de cine social por películas como ‘Rosetta’ (1999), ‘El niño de la bicicleta’ (2011) o ‘El joven Ahmed’ (2019). Está protagonizada por Alban Ukaj, Tijmen Govaerts, Charlotte De Bruyne, Nadège Ouedraogo y Marc Zinga. Es una coproducción entre Bélgica y Francia por las productoras Les Films du Fleuve, Archipel 35 y Savage Film. Fue presentada en la octava jornada de la pasada edición del Festival de Cine de Cannes 2022 y se estrena el 11 de noviembre de 2022 en las salas de cine españolas.
Crítica de 'Tori y Lokita'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Tori y Lokita
Título original: Tori et Lokita
Reparto:
Mbundu Joely (Lokita)
Alban Ukaj (Betim)
Tijmen Govaerts (Luckas)
Charlotte De Bruyne (Margot)
Nadège Ouedraogo (Justine)
Marc Zinga (Firmin)
Pablo Schils (Tori)
Claire Bodson (La examinadora)
Batiste Sornin (Un cliente)
Año: 2022
Duración: 88 min.
País: Bélgica
Director: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Guion: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Fotografía: Benoît Dervaux
Música:
Género: Drama. Inmigración
Distribuidor: Wanda Visión
Tráiler de Tori y Lokita
Sinopsis
En la Bélgica de hoy, la amistad invencible de un chico y una adolescente que llegaron solos desde África tendrá que superar las difíciles condiciones de su exilio. (Wanda Visión)
Dónde se puede ver la película en streaming
Los hermanos Dardenne marcaron un antes y un después en mi visión sobre el cine, gracias a ellos comprendí el valor de la sencillez y de contar historias con el corazón que intenten cambiar las normas del mundo establecido y, junto con Ken Loach, se han convertido en mis maestros. Otros hermanos, Tori y Lokita, deben buscarse la vida para poder sobrevivir en la Bélgica contemporánea. Con los beneficios económicos de vender droga deben mandar dinero a su familia africana, alimentarse y pagar a los mafiosos que les trajeron de su país. Todo cada vez se complica más y necesitan encontrar nuevas formas de ganar dinero.
En Europa tenemos un serio problema con la gestión de los menores no acompañados y queda muy bien recogido gracias al testimonio de estos dos hermanos que luchan por sobrevivir haciendo cosas que no quieren. Un niño y una adolescente que se mueven con inocencia en los márgenes de la legalidad y que son incapaces de escapar a su fatal destino, cuando deberían estar estudiando y viviendo de forma diferente.
Ante el auge de ideas radicales en la Europa actual, los hermanos Dardenne ponen en los ojos del espectador una problemática que no va a desaparecer, aunque los cerremos o miremos a otro lado. Ya va siendo hora de que nos enfrentemos a una dura realidad, la de cómo gestionar el auge de la inmigración en Europa, ¿nos radicalizamos y culpamos al migrante? O por el contrario tomamos las riendas y solventamos el problema desde la raíz.
La imborrable marca del plano secuencia
Un film asfixiante, que no nos deja parar en ningún momento a nivel narrativo, pero que cuenta con una cámara menos agresiva que la de ‘Rosetta’ (1999), aunque continúan con su planificación basada en largos planos secuencia. En Tori y Lokita los Dardenne juegan con el tempo de una realidad perfectamente construida, con momentos de tensión mostrada empleando el fuera de campo y aportándonos toda la información necesaria para que construyamos este thriller con carácter social.
El manejo del punto de vista es impresionante, cambia a lo largo de la obra situándonos inicialmente con Lokita y luego con Tori, magistralmente interpretado por Pablo Schils. Un juego narrativo que genera más tensión que en obras anteriores, además de centrarse en dos puntos de vista y no en uno, como sucede en la mayoría de sus obras. Quizá la estética algo menos cruda y más digital, aporta algo de frialdad en comparativa con sus obras anteriores, que poseían la fuerza del analógico. Pero de lo que no se separan nunca es de su mítico formato 1:85, que no modifica la realidad, sino que la deja fluir de forma natural.
Con la estructura narrativa y la planificación consiguen crear una obra coherente, pasional y con sentido total, nada está dejado al azar, aunque sí lo pareciera. Comprendemos que es una ficción por la conjunción de los hechos, pero en ocasiones podríamos llegar a plantearnos si lo que estamos viendo es la realidad misma. Este juego entre realidad y ficción hace que el espectador sienta curiosidad por conocer la verdad que esconden las historias de los inmigrantes y, con ello, los Dardenne consiguen su objetivo, crear un espectador consciente y reflexivo sobre la problemática que se le plantea ante sus ojos.
Conclusión de ‘Tori y Lokita’
Siento una gran admiración por los hermanos Dardenne, que esperemos nunca dejen de hacer películas. Por desgracia ellos desaparecerán en algún momento y quedarán sus obras como testimonio de que el cine es capaz de revolucionar al espectador y hacer que empatice con problemas que todos debemos cambiar. Todo ello enmarcado en un devenir de los hechos que nos muestra la crueldad vital del trato a estos menores no acompañados.
Sin embargo, también debemos cuestionarnos quién está creando este tipo de discursos en Europa, hombres blancos y de clase burguesa que hablan desde el otro para poder mostrar a sus semejantes los problemas a los que se enfrentan las bajas clases sociales. Algunos cuestionarán esta idea y pedirán que sean aquellos que sufren quienes cuenten sus propias historias, pero el cine es un arte creado con dinero y, desgraciadamente, no todo el mundo tiene acceso a este entorno creativo. Por ello debemos dar voz a aquellas personas que sufren, pero sin llegar a adueñarnos de sus discursos, es decir, siendo plenamente conscientes de dónde venimos y que lo que hacemos puede cambiar la vida de esas personas.
Reportaje de Tori y Lokita en Días de Cine TVE
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