"Tribu": Tremendo viaje al pasado

Tribu nos presenta un grupo de amigos que se reúnen para comer y beber juntos que acaban generando una suerte de “pacto común” que les lleva de vuelta hacia un estado primigenio y esencial.

El lenguaje que utilizan deja de servirles; sus formas de estar consigo mismos y con los demás cobran nuevos sentidos… y desde ese vacío sus cuerpos ensayan una convención nueva y vieja a la vez.

El espacio de encuentro inicial se transforma, por tanto, en un espacio sagrado, en un no-lugar para la comunión. Tribu es un rito, una invocación de energía, un anhelo compartido de conexión. (TEATRO ESPAÑOL). 

Las necesidades básicas: la esencia del ser humano

Tribu comienza con una cena entre amigos aparentemente normal con un ambiente  sonoro, iluminación y escenografía que te puede llevar a cualquier terraza del mediterráneo donde las cenas de verano pueden ser diálogos banales para, a través de la comida y el vino, terminar entre risas y borracheras. Sin embargo, el texto incluye sutilezas que introducen lo que pronto va a suceder: pinceladas de agresividad en el texto de los participantes, el relato de historias del pasado y opiniones sobre las convenciones sociales actuales. Esta cena se convierte en un escenario donde la búsqueda del yo es lo primordial. Una búsqueda que regresa a la esencia del ser humano y a las necesidades más básicas, como puede ser la alimentación o el apetito sexual, la protección de una tierra o el instinto animal de supervivencia.

Los cuerpos se convierten en la esencia, dejando de lado la palabra para dar paso a la acción y a la imagen. El colectivo está tan tremendamente conectado: tempo, sonido, iluminación y coreografía del elenco, que puedes llegar a pensar que estás en plena selva viendo a una familia de mamíferos en su hábitat natural. En este momento es cuando conectas con las conversaciones de la cena y entiendes el porqué de su elección, porqué hablar de la matanza agresiva de animales, del instinto de supervivencia frente a un padre agresivo y del anhelo del pasado.

Viajar al pasado para entender el presente

¿Somos de una forma u otra por lo que hemos vivido, como dice Ortega y Gasset? ¿Nuestro presente depende de nuestros ancestros, como defiende la terapia alternativa de las constelaciones? Viajamos al pasado prehistórico para entender el comportamiento humano y las costumbres del ahora. Esto, como toda la historia, puede explicarnos los motivos de nuestra conducta humana pero, ¿defender o excusar las posturas o actitudes que recientemente existen basadas en el pasado? 

En algunos de los diálogos iniciales también se exponen las contradicciones de algunas conductas: “el no comer carne pero sí usar abundante agua por un trozo de tofu”. Con las nuevas vertientes para generar un ecosistema sostenible y no poner al ser humano por encima del todo, se generan críticas, prejuicios y conductas hacia aquel que no está en tu mismo camino. ¿De dónde surge esta lucha y competencia humana? Queremos ser mejores por dejar un mundo mejor al que viene o por el simple hecho de sentirte una mejor consigo misma. ¿Es necesario tomar iniciativas o es inevitable luchemos lo que luchemos? ¿Cuáles son los riesgos de cortar la cadena alimenticia?

Conclusión

Tribu combina el realismo con lo contemporáneo para volver a la esencia del ser humano y a la conexión en sociedad. Es un viaje entre lo cotidiano y lo salvaje que sucede con una transición elegante y precisa, en la que es posible cualquier pacto entre espectador y obra. Tribu deja con ganas de más, y para ello, presentará la próxima semana la última de su trilogía, La Espera, en los Teatros del Canal.

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