Rodrigo Bellot lleva su obra teatral Tu me manques al mundo del cine con una película con el mismo nombre. Este film ha obtenido diversas nominaciones y premios en distintos festivales de cine. Por ejemplo, se llevó el Premio del Jurado a mejor guion en un largometraje de EE.UU en el L.A. Outfest. También obtuvo el premio del público en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs. Estuvo en la Sección Oficial de la 25ª edición de LesGaiCineMad en Madrid, optando al Gran Premio del Jurado.
Título: Tu me manques Título original: Tu me manques
Reparto: Fernando Barbosa (Sebastián) Óscar Martínez (Jorge) Rossy de Palma (Rosaura) Rick Cosnett (Chase) Dominic Colón (Alonso)
Año: 2019 Duración: 105 min País: Bolivia Dirección: Rodrigo Bellot Guion: Rodrigo Bellot Fotografía: Noah Greenberg Género: Drama Producción: Kantrr Films, La Panda y SimonSays Entertainment
Tu me manquesnos presenta a Jorge, que, después de la muerte de su hijo Gabriel, viaja desde la conservadora Bolivia a la ciudad de Nueva York para enfrentarse al novio de Gabriel, Sebastián. (FESTIVAL LESGAICINEMAD 2020).
Vivir ocultos
Rodrigo Bellot adapta el fenómeno que supuso Tu me manques al lenguaje cinematográfico, pero sin desprenderse de su origen teatral. De esta manera, el realizador acerca esta historia a un público más amplio, que puede que no conozca la obra de teatro original. Por tanto, se presenta la historia de Gabriel y su muerte, lo que provoca que su padre, Jorge, necesite encontrar respuestas. Para ello, decide embarcarse en un viaje a Nueva York, para confrontar al ex novio de su hijo, Sebastián. El guion tiene un mensaje realmente importante, donde se explica cómo la homosexualidad en Latinoamérica sigue siendo un tema tabú. Gracias a este planteamiento, Bellot expresa la necesidad de visibilidad del colectivo. Hay partes muy tiernas y emotivas, que muestran la sensibilidad del autor.
También se aborda la pérdida y los miedos irrefrenables, contrastando entre las vidas que puedan emerger en Bolivia o en Estados Unidos. Por lo cual, se explota esa vertiente más sentimental e interior. El problema se forma en la poca accesibilidad para todo tipo de públicos. Es decir, se entienden ciertos recursos y vivencias apoyados en el imaginario colectivo de personas que han vivido esa situación en sus carnes. Pero, falta un componente más profundo, que desnude al completo toda esa vorágine emocional que se forma. Así se hubiera conseguido que se comprenda y se invite a explorar ese mundo personal. En consecuencia, el fin es excelente, pero el vehículo para llegar a él es difuso en varias partes, e insuficiente en otras. Aun así, como se ha mencionado antes, tiene secuencias emotivas.
El ocaso interpretativo
Uno de los principales problemas de Tu me manques es su elenco actoral. En concreto, Fernando Barbosa, el cual se mete en la piel de Sebastián, no consigue quitarse del molde interpretativo con el que se presenta. Su manera de interpretar es demasiado intensa, dando la percepción de una sobreactuación. Además, al verse de esta manera desde el principio, resta mucha verosimilitud a lo que pretende decir, o expresar. Con lo cual, a pesar de una ejecución notable del guion, sin un buen trabajo actoral se tambalean las bases. Asimismo, hay una falta de naturalidad y una expresividad que abusa bastante de la vena lacrimógena y un dramatismo exacerbado. Sin duda, es un ejemplo de la importancia de conseguir una interpretación al nivel del libreto, ya que uno sin el otro, no pueden subsistir.
No sucede lo mismo con Óscar Martínez, quien interpreta a Jorge, el padre de Gabriel. Desde el principio se puede ver una comodidad más latente en su papel. Es verdad que, durante las primeras escenas, se deja llevar por una superficialidad dramática, pero pronto lo soluciona y se ve en él ese luto interior. De esta forma, humaniza su personaje y le dota de unos claroscuros muy tiernos. No dulcifica aquello que deba ser más crudo, pero tampoco se excede en la firmeza. Después, uno de los mejores aciertos es Rossy de Palma. La actriz demuestra una vez más que es una actriz con todas las letras. No se puede negar que sea la mejor interpretación de la película, aunque su personaje sea más secundario. Es directa, provoca emociones y es muy sutil en cada detalle que desprende. También hay que valorar que deje esa atmósfera luminosa.
La teatralidad de la vida
La realización técnica de Tu me manques se lleva por una estructura circular, en la que hay luego una linealidad muy bien escogida. Por este motivo, el largometraje transcurre sin problemas y no se mete en un enrevesamiento que hubiera podido perjudicarle. Incluso, de esta forma, consigue que los giros de guion, impactantes a la hora de verlos, sean aceptados y no corte abruptamente con el ritmo que se ha creado. También hay que aplaudir que el homenaje autorreferencial que se hace a sí misma y a la obra, deja un estilo llamativo y singular, que permite ver que se ha buscado innovar. Resultado interesante a los ojos y, además, su justificación expresiva es ideal. Se puede decir, incluso, que ese cambio de registro visual es de los mejores aspectos que tiene el film.
Sin embargo, hay una elección que choca con el mensaje de diversidad que se quiere plantear. La elección del casting masculino sigue un estándar estereotipado de lo que es el hombre homosexual, dejando unos referentes que no reflejan los valores que se plantean en el film. Dicho de otra forma, se vuelve a dar mayor foco a un físico trabajado y muy estético, pero que no manifiesta la variedad y pluralidad. En consecuencia, da la sensación de estar cayendo nuevamente en el cliché y en la cosificación del colectivo gay. Porque, tal y como dicen en la película, la orientación sexual no cambia a la persona. Por otra parte, el ritmo es ameno, pero hay momentos en los que languidece y le cuesta arrancar. El final es, definitivamente, muy artístico y resume favorablemente el contenido de la propia película.
Conclusión
Tu me manques tiene un mensaje revelador, que es muy importante, como es la visibilidad del colectivo LGBTQ para evitar muertes alrededor del mundo. De esta manera, el guion busca profundizar en la necesidad de remover conciencias. Sin embargo, no llega la introspección como debiera y no es tan accesible para todo tipo de público. Luego, a nivel interpretativo es bastante mejorable, salvándose Óscar Martínez y Rossy de Palma, los cuales están espléndidos, sobre todo de Palma. Por otra parte, tiene aspectos muy artísticos y una estética cuidada, pero el resultado en conjunto es irregular y cae en ciertos clichés. Un grito imprescindible en honor de las voces calladas que se difumina en un envoltorio fluctuante.